Por el amor de Dios, volumen 1/25 de noviembre

De Libros y Sermones Bíblicos

25 DE NOVIEMBRE

1 Crónicas 21; 1 Pedro 2; Jonás 4; Lucas 9

2 SAMUEL 24, que se aproxima paralelamente 1 Crónicas 21, dice que la ira del SEÑOR se encendió contra Israel, por lo que incitó a David a contar el pueblo, acto que estaba estrictamente prohibido, y luego ese acto trajo la ira de Dios sobre la nación (24:1). El pasaje que tenemos dice que “Satanás se levantó contra Israel e incitó a David a hacer un censo de Israel” (1 Crón. 21: 1).

Las dos posturas no son mutuamente exclusivas, por supuesto, ni siquiera especialmente antitéticos. En el universo de Dios, es imposible escapar de los límites exteriores de la soberanía de Dios. Ya sea que su voluntad providencial sobre el Diablo es representado como permisiva (como en el caso de Job), o algo más directivo, Dios está a cargo. En cuanto a las dimensiones morales de la cuestión, es importante recordar que, incluso en el marco de 2 Samuel 24, Dios no es arbitraria y caprichosamente tentando a David a hacer el mal, y luego en lugar tremendo golpe que vapulear por ello. Todo lo que Dios sanciones se presenta como la respuesta de Dios al pecado antecedente: la ira de Dios se encendió contra Israel, se nos dice, por lo que ciertas cosas ocurrieron. De la misma manera, la marca de la ira de Dios sobre la nación de Israel durante los últimos años del reinado de la dinastía davídica era cada vez más insensible corrupción en el trono, y entre la élite gobernante, con el resultado, por supuesto, que hay era más pecado en la nación, y más inmediatez a las amenazas de juicio de Dios.

Sin embargo, una vez dicho esto, la sensación de estos dos capítulos, 2 Samuel 24 y 1 Crónicas 21, es muy diferente. En ambos casos, David es responsable de seguir las Escrituras del pacto, independientemente de la tentación o la complejidad de su procedencia. Pero la mención explícita de Satanás en 1 Crónicas 21 subraya la dimensión de la lucha cósmica entre el bien y el mal. Otras tres perspectivas también se destacan:

(1) Joab siempre es representado como un líder militar importante, pero no como un hombre, especialmente espiritual o incluso moral. Aquí confronta el rey con consejo piadoso, y él no se le escucha (21:3-4). Consejo piadoso puede provenir de una variedad de fuentes. Sin duda, uno debe escuchar a todos ellos, pero al final del día, todos los consejos deben ser probados por la Palabra de Dios.

(2) Algunas acciones tienen inmensas repercusiones en otras. Esto era especialmente cierto en la antigua alianza, donde los reyes, profetas y sacerdotes estaban en una relación representativa con la gente. Aunque el nuevo pacto se configura de manera diferente, también es cierto, por ejemplo, que los pecados de los padres repercuten sobre los hijos por tres y cuatro generaciones.

(3) Dios es más misericordioso que las personas. Es mejor caer en sus manos, sin la mediación de los agentes humanos, que en ninguna otra parte.