Por el amor de Dios, volumen 1/25 de octubre

De Libros y Sermones Bíblicos

25 DE OCTUBRE

2 Reyes 6, 1 Timoteo 3; Daniel 10, Salmo 119:1-24

EN EL NUEVO TESTAMENTO, hay dos cargos explícitos en la iglesia. Por un lado, hay pastores, palabra que viene de la expresión latina que significa “pastores”, que también son llamados líderes o supervisores, palabra traducida como “obispos” en las traducciones antiguas. Por otro lado, hay diáconos. No fue sino hasta el siglo II que los obispos se convirtieran en una especie de tercer rango de la autoridad eclesiástica, supervisando varios pastores y líderes bajo sui cargo.

Así que cuando Pablo describe brevemente los criterios para convertirse en un “supervisor” ,1 Tim 3:1-7, él es, de hecho, proveyendo los criterios del cargo pastoral. Una breve reflexión sobre algunos de sus puntos pueden ser de ayuda:

(1) Por un lado, las normas que Pablo proporciona no son particularmente elevadas o difíciles. No hay nada acerca de una educación elitista, un cierto tipo de personalidad, pertenecientes a los sectores aristocráticos de la sociedad, o mostrar una cierta capacidad de liderazgo. La lista incluye cosas como no emborracharse, no ser argumentativo, y similares.

(2) Con la excepción de solo dos cualificaciones, todo lo demás en esta lista son de otra manera obligatorias para todos los cristianos. Por ejemplo, si el supervisor ha de ser “hospitalario” (3:2), lo mismo se presupone de todos los cristianos en Hebreos 13:2. Si los pastores cristianos no han de ser “dados a la embriaguez” (3:3), no otro cristiano debe serlo. En otras palabras, lo que debe caracterizar el pastor cristiano, en el primer caso, es que se muestre el tipo de gracias y signos de madurez que se están imponiendo sobre todos los creyentes, sin excepción. Así que el líder cristiano es un modelo de lo que la vida cristiana debe ser. En ese sentido, las normas de la totalidad son realmente altas.

(3) Los dos que son característicos son los siguientes: (a) El pastor cristiano debe ser “apto a la enseñanza” (3:2). Esto presupone el conocimiento y la habilidad para comunicarse. Esa es la función característica de éste cargo. (b) Los pastores cristianos no deben ser recién convertidos (3:6). Obviamente que excluye a algunos cristianos. Lo que signifique “nuevo converso” sin duda variará en función de la edad y madurez de la iglesia, ya que el criterio es necesariamente relativo a la forma en que otros han sido recientemente convertidos.

(4) La estrecha relación entre el hogar y la iglesia (3:4-5) es bastante sorprendente. No todo padre cristiano es un candidato a ser un líder de la iglesia. Cada padre cristiano es, sin embargo, presupuesto a tener funciones de liderazgo para llevar a su propia casa.

(5) Varios de las cualificaciones están vinculados con la responsabilidad característica de éste cargo. Si ha de enseñar, el líder debe ser hospitalario, mantener una buena reputación con los extraños, no ser argumentativo, y no ser avaro. Un teólogo meramente acádemico sin amor por la gente no va a dar la talla.