Profeta
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Jesucristo
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
“Profeta en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios, a Él oirás.”
- Deuteronomio 18:15
Juan 3:16 nos dice, entre otras cosas, que Jesús es el único Salvador del mundo. En otras palabras, si una persona se salva, se salvará sólo por poner su fe en Jesús. Sin embargo, a pesar de que nuestro Señor salva a todos aquellos que confían en Él, sean étnicamente judíos o no, tenemos que recordar que Jesús es el Mesías judío. En consecuencia, muchos de sus títulos en la Biblia reflejan las esperanzas de los judíos del antiguo pacto que fielmente leen sus escrituras.
Entre otros oficios, el Antiguo Testamento predice un Mesías que es un profeta. Deuteronomio 18:15, un texto en el que Moisés busca un profeta para reemplazarlo en Israel, es un texto antiguo acerca del oficio profético del Mesías. Al igual que Moisés, este profeta sería un mediador del pacto, pero a diferencia de Moisés, el profeta haría expiación por el pecado y le daría poder a su pueblo para una nueva obediencia (1 Pedro 2:24-25).
En la predicción de la aparición de un profeta como él, Moisés confirmó su oficio profético. Sin embargo, es probable que muchos de nosotros no pensemos de Moisés como un profeta, porque no solemos pensar de él prediciendo el futuro. Por lo menos entendemos que la mayor parte del trabajo de Moisés no implicó prever lo que le iba a seguir.
Por supuesto, muchos de los profetas predijeron el futuro. Podemos pensar en Isaías, por ejemplo, quien previó el regreso de los exiliados de la nación de Judá a la Tierra Prometida bajo el reinado de Ciro (Isaías 45:1-13). Sin embargo, Moisés fue un profeta verdadero porque prever el futuro es sólo parte del oficio profético. A decir verdad, Dios envió a sus profetas a Israel para servir principalmente como Sus fiscales del pacto — las personas que declararían la infidelidad del pueblo y los llamaría a volver a la obediencia del pacto. Ellos “predijeron” la voluntad de Dios al pueblo con la esperanza de que se arrepintieran, confiaran en Yahvé, y cumplieran con sus obligaciones del pacto.
Al igual que los profetas de la antigüedad, Jesús predijo el futuro (Mateo 25). También predijo la voluntad de Dios, cuando Él les recordó a los fariseos que rompieron el pacto (Mateo 23:1-36). Sin embargo, Jesús sigue siendo mucho mayor que los profetas del antiguo pacto. Él no sólo predicó la Palabra de Dios al pueblo, de hecho Él es la misma Palabra de Dios Todopoderoso (Juan 1:1; 1 Corintios 1:24). Por otra parte, Jesús sigue indagando el pacto hoy, por su Espíritu, a través de la Palabra escrita de Dios (2 Tim. 3:16-17).
Coram Deo
Cada vez que leemos las Escrituras y somos convencidos del pecado, estamos experimentando el ministerio profético de Cristo. Cada vez que recibimos el consuelo de la Biblia, nosotros quienes confiamos en Jesús nos estamos beneficiando de Su oficio profético. Mientras somos consolados, reprendidos, e instruidos desde el púlpito, Cristo nos habla como un profeta. No descuidemos Su obra profética, sino que sometámonos a Su Palabra cada vez que la escuchemos.
Pasajes para Estudio Adicional
Números 11:29; 12:6-8
Mateo 1:22
Juan 4:19
Hechos 3:11-26
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