Rahab y los Espías
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Fe
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
“Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz” (Heb. 11:31).
- Hebreos 11:31
Como cristianos estamos bien informados acerca de la necesidad de la fe. Somos justificados sólo por la fe. Perseveramos en la salvación sólo por la fe. Nuestra glorificación viene sólo después de vivir una vida de fe.
Aunque sabemos que la fe es absolutamente necesaria si queremos agradar a Dios (Heb. 11:6), a veces tenemos problemas para entender exactamente cómo es la verdadera fe. Gracias a Dios que en Su providencia, Él ha proporcionado ejemplos de la verdadera fe perseverante para nosotros en la historia redentora. Hebreos 11 enumera muchos de estos ejemplos para nosotros.
El pasaje de hoy habla de la fe de Rahab, la mujer que escondió a los israelitas que espiaban a la ciudad de Jericó, poco antes de la conquista de Canaán (Jos. 2). Ella necesitó una gran fe para arriesgar su propia seguridad y ocultar a los espías. Esta fe fue recompensada cuando ella y su familia fueron librados de la destrucción que vino a la ciudad (6:22-25).
Rahab es un personaje notable por varias razones. En primer lugar, ella es la única mujer aparte de Sara mencionada específicamente en el catálogo de la fe que está en Hebreos 11. Así podemos ver que ella ocupa un lugar de prominencia entre los otros grandes héroes de la fe tales como Abraham y Moisés. Su inclusión demuestra que se requieren tanto a las mujeres como a los hombres ejercer la fe perseverante y ambos son ciudadanos con honor en el reino de Dios. La prominencia de Rahab también aparece marcadamente en Mateo 1, donde ella es sólo una de las dos mujeres mencionadas en la genealogía de Cristo.
Rahab también fue una gentil. No era uno de los descendientes físicos de Abraham y, sin embargo, fue aceptada en Israel, el pueblo de Dios. Ella prefigura el gran injertar de gentiles en la iglesia que ahora está sucediendo bajo Cristo. Como ella, aquellos quienes están fuera del pueblo de Dios hoy pueden unirse a Su reino si ponen su fe sólo en Cristo.
Por último, sabiendo que Rahab era una prostituta es un recordatorio de la misericordia de Dios. John Owen dice que Rahab es “un ejemplo bendecido tanto de la soberanía de la gracia de Dios y de su poder; como de su libertad y soberanía, en el llamamiento y la conversión de una persona liberada, por su elección, del más vil de los pecados. Nadie, ningún pecado, debe llevar a la desesperación cuando se activa la curación de la soberana gracia omnipotente de Dios.” No hay pecador, no importa su pecado, que no pueda ser perdonado si él sólo se vuelve a Jesús para la salvación.
Coram Deo
¿Confía en Cristo y sin embargo alberga temores de que Él no pueda ser capaz de perdonarlo? ¿Cree que su pasado es tan horrible que Dios nunca podría aceptarlo en Su reino? Si es así, recuerde que no hay pecado, no importa que tan atroz sea, que Jesús no pueda perdonar. Pídale al Señor que le ayude a vivir en la libertad de Su perdón.
Pasajes para Estudio Adicional
Josh. 2; 6
2 Sam. 12:1-15
Mat. 1:1-16
1 Tim. 1:15
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