Redimidos Por La Fe
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Justificación
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
“Con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús” (Rom. 3:26).
- Romanos 3:19-28
Ayer examinamos la naturaleza de la fe y demostramos que a través de toda la Sagrada Escritura, Dios nos da buenas razones para confiar en Él. Hoy veremos cómo la fe es operativa en nuestra salvación cuando confiamos solamente en Él para justificarnos.
Una de las mantras que escuchamos una y otra vez en nuestra cultura es “Dios es amor”. Si bien esta afirmación es cierta desde un punto de vista bíblico (1 Juan 4:8), muchos de aquellos quienes les gusta mucho citar esta verdad muchas veces no tienen en mente un punto de vista bíblico completo acerca de Dios. Después de todo, nuestra cultura parece creer que Dios ignora nuestro pecado. La visión no cristiana del mundo piensa que todo lo que Dios tiene que hacer para perdonarnos es pasar por alto nuestro pecado.
Eso, sin embargo, no es lo que la Biblia nos enseña. Veamos Romanos 3 y miremos lo que el apóstol Pablo nos dice acerca de Dios y la naturaleza de la condición humana. Previo al versículo 19, Pablo ha estado exponiendo el caso de la universalidad del pecado humano. Ya sea judíos o griegos, todos los hombres son culpables de transgredir la ley del Creador.
Esto es un problema porque la Biblia consistentemente enfatiza la justicia del Dios de Israel. Nadie puede declararse “inocente” ante los ojos de Dios. La obediencia a la Ley no puede hacer esto porque la carne es débil, por lo que sirve para mostrar al hombre, que está bajo la ley, la gravedad de su pecado (vv. 19-20).
Para ganarse el favor de Dios y, en consecuencia, la vida eterna, necesitamos ser declarados justos por Dios, pero no somos ni justos ni somos nuestros propios justificadores. Así que, si no somos capaces de hacernos quedar bien con Dios y Su ley, entonces o bien no tenemos la esperanza de la justificación (ser declarados justos) o debemos ser justificados por otra persona.
Además de ser perfectamente justo, nuestro Dios también es misericordiosamente fiel a Su pacto. Por consiguiente, Él ha proporcionado una manera para que seamos justificados aparte de la Ley. Los versículos 21-28 explican que ahora podemos ser perdonados ante Dios solamente por medio de la fe en Cristo. Dios reveló Su justicia en la Cruz para la expiación de nuestros pecados. Cuando confiamos en Jesús, nuestro pecado es imputado a Cristo, para que pueda ser expiado. Misericordiosamente, nos es imputada la justicia de Cristo, la cual es lo único que nos hace quedar bien con Dios. Esto sucede únicamente por medio de la fe y no es el resultado de ninguna obra que podamos hacer.
Coram Deo
No podemos vivir nuestras vidas ante el rostro de Dios hasta que tengamos claro que es sólo la perfecta obediencia de Cristo la que nos salva. Si pensamos que ganamos nuestra propia justicia, no hemos sido justificados, y no hemos sido reconciliados con Dios. ¿Ha confiado en solamente Cristo para la salvación o todavía está tratando de ganarla?
Pasajes para Estudio Adicional
Gén. 15:6
Hab. 2:4
Rom. 1:16-17
Gál. 3:1-14
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