Salvador

De Libros y Sermones Bíblicos

“Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.”

- Lucas 2:11

Al estudiar los nombres de Jesús, encontramos que muchos de sus títulos son bien conocidos dentro de la cristiandad. Los títulos de “Señor” y “Mesías” son ejemplos especialmente buenos de los nombres que han sido durante mucho tiempo de gran estima por el pueblo de Dios.

Otro ejemplo de un nombre que la iglesia ha enfatizado al hablar de Jesús es el nombre “Salvador”. Este es muy apropiado dado el énfasis del Nuevo Testamento sobre Jesús como el Salvador de Su pueblo (Mateo 1:21). El versículo de hoy, a partir de la narración del nacimiento en el Evangelio de Lucas, nos muestra que este título fue usado por Jesús desde el momento de Su nacimiento para describir la naturaleza de su trabajo.

Aunque el nombre de “Salvador” se usa ampliamente, a veces no estamos seguros de qué exactamente significa el término. Obviamente, esto significa que Jesús salva a la gente de algo. La pregunta sigue siendo, sin embargo: “¿Jesús salva a la gente de qué?”

Los usos variados de este término en toda la Biblia no hace a la pregunta fácil de responder. Nehemías 9:27, por ejemplo, nos dice que Dios ha enviado a muchos salvadores a Su pueblo. En ese contexto, sin embargo, el título se refiere más a una salvación física, una protección contra los enemigos físicos, y no necesariamente una salvación eterna y espiritual.

En un sentido culminante, Jesús sí provee esta salvación física. Él renovará todas las cosas cuando finalmente traiga los nuevos cielos y la nueva tierra. Nosotros recibiremos nuevos cuerpos y seremos liberados de la presencia del pecado. Seremos glorificados.

Aunque la obra de Jesús como Salvador lleva a cabo todas estas cosas, los aspectos físicos de la salvación no estarán completamente disponibles hasta la renovación de todas las cosas. Hay una bendición espiritual importante, sin embargo, que está disponible para nosotros ahora. Ya hemos sido salvados de la ira de Dios (Romanos 5:9).

Por lo tanto, cuando decimos que Jesús es el Salvador, estamos haciendo hincapié en que Él nos salva de la ira de Dios. El libro de Romanos pone en claro que todos los seres humanos acumulan para sí la ira de Dios contra su pecado. Esta ira se almacenará hasta que sea liberada en contra de los pecadores no arrepentidos en el día de la ira (Rom. 2:5). Pero para aquellos de nosotros que hemos puesto nuestra confianza en Cristo, no debemos temer la ira de Dios, porque Jesús nos ha salvado de esa ira (1 Tes. 1:9-10).

Coram Deo

Mucha gente hoy en día piensa que Dios no está muy preocupado por el pecado y en realidad no se enoja con Su creación. Pero el libro de Romanos pone en claro que la ira de Dios se derramará sobre los pecadores no arrepentidos. Sin embargo, Jesús ha cargado con esta ira en nuestro lugar, y tú eres salvado de ella, si confías en Él solamente.

Pasajes para Estudio Adicional

Isa. 45:22-23
Os. 13:04
1 Tim. 01:15
1 Juan 4:14

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