Señor de los Muertos
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper
sobre Glorificación (Resurrección Del Cuerpo)
Una parte de la serie Taste & See
Traducción por Javier Matus
“Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven” (Romanos 14:9). Jesús es el Señor de los muertos. Eso es como decir que el Presidente Reagan es el Comandante En Jefe de todos los soldados en el Cementerio Nacional de Arlington. No es un ejército muy impresionante. No es una oficina muy importante de liderazgo.
Acabo de mirar al dorso de mi mano. Si estiro mis dedos hacia fuera, la piel en el dorso de mi mano se arruga, y los pliegues que conectan los poros con formas de diamante son más profundos de lo que eran hace un año. Esto me recuerda que no siempre estaré vivo. Voy a estar muerto uno de estos días. Jesús es mi Señor ahora y Él será mi Señor entonces.
¿Qué significa esto?
Era Semana Santa cuando los saduceos pusieron a prueba a Jesús (ver Mateo 22:23-33 para el siguiente relato). Los saduceos no creen en la resurrección. Así que tratan de hacer que la creencia se vea ridícula: Una mujer tiene siete maridos, uno tras otro mientras cada uno va muriendo. ¿De quién será mujer en la resurrección? Ja ja ja.
Jesús no se ríe. Dice: Ustedes reprueban, porque no conocen la Biblia o el poder de Dios. Los saduceos ponen mucha menos importancia en los profetas que en los cinco libros de Moisés. Daniel, por ejemplo, debe haberse dejado llevar cuando escribió que “muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua” (Daniel 12:2). E Isaías debió dejar que su mente vagara cuando dijo: “Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo!” (Isaías 26:19). Los saduceos prefirieron al Moisés robusto y con los pies en la tierra. Nunca dijo nada acerca de la resurrección.
Así que Jesús decide jugar según sus reglas. Él dice: “¿No habéis leído en el libro de Moisés cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: ‘Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob’? Dios no es Dios de muertos, sino Dios de vivos” (Marcos 12:26-27). Ustedes reprueban. El punto no es que Dios dijo: “Yo soy el Dios de Abraham.” Los saduceos sabrían que sólo estaría jugando con palabras. El punto es que Dios dijo: “Yo soy el Dios de Abraham.” La suposición es: Si Dios es su Dios, entonces hay tanto poder obrando para ustedes que nunca se les puede robar la vida.
Pero ahora regresemos a Jesús, quien es el Señor de los muertos. ¿No es extraño que Jesús dice, Dios no es Dios de muertos, pero Pablo dice, Jesús es el Señor de los muertos? No es tan extraño si dejamos que la palabra de Jesús nos ayude a interpretar la palabra de Pablo. Si Dios no puede ser un Dios de muertos, entonces Jesús no puede ser Señor de los muertos. Es decir, no puede gobernar a las personas que se quedan en la tumba. ¡A los que gobierna viven! ¡Si Jesús es el Señor de los muertos, ellos no están muertos! ¡Si Dios es el Dios de Abraham, Abraham no está muerto!
A medida que mi mano se vuelve más y más arrugada, tengo esperanza en esto: Jesús es el Señor de los muertos. Y por lo tanto, no están muertos. Para esto murió y resucitó. “El que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:25). ¡Alabado sea el Señor! ¡El Señor de los muertos que no están muertos!
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