Sean Fortalecidos por la Gracia

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English: Be Strengthened By Grace

© Desiring God

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Por John Piper sobre Estimulo
Una parte de la serie Hebrews

Traducción por Mario Muniz

Hebreos 13:7-16

Acordaos de vuestros guías que os hablaron la palabra de Dios, y considerando el resultado de su conducta, imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos. No os dejéis llevar por doctrinas diversas y extrañas, porque buena cosa es para el corazón el ser fortalecido con la gracia, no con alimentos, de los que no recibieron beneficio los que de ellos se ocupaban. Nosotros tenemos un altar del cual no tienen derecho a comer los que sirven al tabernáculo. Porque los cuerpos de aquellos animales, cuya sangre es llevada al santuario por el sumo sacerdote como ofrenda por el pecado, son quemados fuera del campamento. Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta. Así pues, salgamos a El fuera del campamento, llevando su oprobio. Porque no tenemos aquí una ciudad permanente, sino que buscamos la que está por venir. Por tanto, ofrezcamos continuamente mediante El, sacrificio de alabanza a Dios, es decir, el fruto de labios que confiesan su nombre. Y no os olvidéis de hacer el bien y de la ayuda mutua, porque de tales sacrificios se agrada Dios.

Contenido

El Señor es Mi Ayudador, No Temeré

La semana pasada vimos en el primer párrafo de este capítulo que debemos amamos unos a otros, mostrar hospitalidad y cuidar de los presos, y mantener nuestros votos matrimoniales y evitar el amor al dinero - haciendo todo esto, no por nuestra propia fuerza o ingenio sino por el poder de la promesa de Dios en los versículos 5-6: "NUNCA TE DEJARE NI TE DESAMPARARE, de manera que decimos confiadamente: EL SEÑOR ES EL QUE ME AYUDA; NO TEMERE. ¿QUE PODRA HACERME EL HOMBRE?"

En otras palabras, que si ustedes realmente creen en esta promesa, si creen que es cierta, y su corazón está satisfecho con el Dios que promete estar allí con ustedes para ayudarles, entonces no codiciarán el dinero, mantendrán sus votos matrimoniales, cuidarán de los presos, mostrarán hospitalidad con los extraños y se amarán unos a los otros. El poder para vivir una vida cristiana normal radical está en tener fe en las promesas de Dios.

Se requiere fortaleza. Se requiere fortaleza para amar. Se necesita fortaleza para arriesgarse con extraños. Se necesita fortaleza para llevar los sufrimientos de los presos en nuestras vidas aun cuando ya tenemos suficiente con los nuestros. Se requiere fortaleza para mantener los votos matrimoniales aun cuando la situación empeora y no es en la forma en que se soñó que sería. Se necesita fortaleza para alejarse de las promesas del dinero. Es sobre esa fortaleza que trata el texto de hoy. Sobre dónde podemos obtenerla y sobre cómo podemos mantenerla. Y las respuestas no son nuevas, solo están presentadas de una manera diferente.

¿Está Fuerte Su Corazón?

Observe el versículo 9: "No os dejéis llevar por doctrinas diversas y extrañas, porque buena cosa es para el corazón el ser fortalecido con la gracia, no con alimentos, de los que no recibieron beneficio los que de ellos se ocupaban."

Permítame preguntarlte: ¿está tu corazón fuerte? No me refiero a tu corazón físico. Creo que el escritor se refiere aquí a la parte nuestra que no es física, a nuestro ser inmaterial. Se refiere a nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestra voluntad, nuestras esperanzas, nuestros temores, nuestra confianza, nuestros anhelos, nuestra ira, a nuestro dolor, y a nuestras alegrías. A nuestro ser interior- a lo que se refiere Pablo cuando ora en Efesios 3:16 que seamos fortalecidos en nuestro "hombre interior." ¿Estás fuerte? Esto no tiene nada que ver con tus músculos, tu pulso, con tus medidas, tu colesterol, con los glóbulos blancos de tu sangre, su PSA o tu electrocardiograma. ¿Estás fuerte - tu hombre interior?

¿Quieres ser fuerte? El versículo 9 dice: "Porque buena cosa es para el corazón el ser fortalecido." Esto es bueno. Por lo tanto, es algo que debemos querer. Es algo que tú debes, ahora mientras estoy predicando, desear y procurar. Esto es, la fortaleza del corazón para ser el tipo de persona que es describida en los versículos 1-5. No el poder para presentar un espectáculo, para limpiar el exterior de la taza y dejar el interior débil y sucio. Sino la fortaleza del corazón. La fortaleza que es suficientemente real en el interior como para darle forma al exterior naturalmente. ¿Quieres eso? Yo si lo quiero. Busquemos a Dios a través de su Palabra para que produzca esta fortaleza en nosotros.

Fortalecidos por la Gracia, no por los Alimentos

El versículo 9 nos dice en una palabra a donde ir para obtener fortaleza de corazón y a donde no ir. Ve a la gracia y no a los alimentos. "No os dejéis llevar por doctrinas diversas y extrañas, porque buena cosa es para el corazón el ser fortalecido con la gracia, no con alimentos, de los que no recibieron beneficio los que de ellos se ocupaban." Evidentemente, en esa iglesia estaba circulando alguna extraña enseñanza sobre el poder de los alimentos. Es bueno que no sepamos los detalles. Nos hace reflexionar sobre nuestra propia situación.

En la actualidad hay muchas rutinas de alimentos religiosas y seculares. Rutinas religiosas como el ayuno de alimentos, el sacramentalismo, el vegetarianismo y otros diversos tipos de abstinencia. También tenemos rutinas seculares como son los suplementos alimenticios, las vitaminas, los antioxidantes y las dietas orgánicas, sin grasa, sin azúcar, sin cafeína, y los alimentos libres de químicos. Muchas veces, aunque no todo el tiempo, estas cosas se vuelven obsesivas. Se convierten en algo que consume nuestras vidas. Lenta y sutilmente las promesas que hacen para nuestro bienestar se convierten en las promesas que esperamos y por las cuales vivimos.

Pero acerca de este mal uso de los alimentos, Dios dice (en el versículo 9), "buena cosa es para el corazón el ser fortalecido con la gracia, no con alimentos." Así ten cuidado con las "enseñanzas extrañas" que elevan las dietas, la nutrición y la alimentación a un lugar donde ellos son las fuentes reales de fortaleza, salud y esperanza en su vida. En su lugar aprende a tener tu corazón fortalecido por la gracia - día tras día, por la mañana, al mediodía y por la noche.

¿Cómo Se Come la Gracia?

¿Cómo hacemos esto? Si no te alimentas de comida para fortalecer tu corazón, ¿cómo comes la gracia? Si te despiertas en la mañana y te sientes culpable y sucio por algo malo que hiciste ayer, o te sientes fracasado por lo mal que le fue el día anterior, ¿qué haces? La "enseñanza extraña" podria decir: "come un buen desayuno. Mándate a tu sangre la nutrición adecuada. Haz ejercicio y sal a tomar sol." Sin embargo Dios dice: "fortalece el corazón con la gracia. En una mañana como esta sírvete gracia como desayuno."

¿Pero cómo así? Considere el versículo 10. Volviendo al tema de ser fortalecidos por la gracia y no por los alimentos, dice, "Nosotros tenemos un altar del cual no tienen derecho a comer los que sirven al tabernáculo." Aquí el autor de Hebreos se esta refieriendo a los sacerdotes en Jerusalén, que a pesar de haber rechazado a Jesús como su Mesías, seguían "sirviendo en el tabernáculo," que tenía por objeto señalar a Jesús como el sacrificio final y a la cruz de Jesús como el último altar de sacrificio (Hebreos 9:26; 10:12). Así pues, el altar que el autor tiene en mente es la cruz donde nuestro sacrificio final fue ofrecido una vez por todas por nuestros pecados. Allí es donde se encuentra nuestra comida. Esa es la mesa donde la gracia fue servida.

Si quieres saber donde tu desayuno de gracia está preparado la respuesta está (versículo 10): Tenemos un altar - el desayuno de la gracia fue preparado sobre el altar de la cruz donde Jesús murió por nuestros pecados. Si quieres fortalecerte cuando tu corazón esté gimiendo con un sentido de pecado y fracaso, antes de ir a la cocina para alimentarte con comida, ve al altar a comer de la gracia del perdón y la esperanza comprada con sangre.

Alimentándonos del Perdón y la Esperanza

Sigue leyendo en el versículo 11. Allí el escritor explica que en el Día de la Expiación en Levítico 16, después que la sangre del toro y del macho cabrio sacrificado es llevada al lugar santísimo, y rociada para cubrir los pecados del pueblo, los cuerpos de la cabra y del toro son llevados fuera del campamento y quemados (Levítico 16:27). "Porque los cuerpos de aquellos animales, cuya sangre es llevada al santuario por el sumo sacerdote como ofrenda por el pecado, son quemados fuera del campamento." El punto que el autor está haciendo es que estos sacrificios no se comian, como otros sacrificios. La alimentación que la gente recibia el día de la Expiación era perdón y esperanza, no carne.

Sin embargo la intención de todo esto fue apuntar a Jesús, el sacrificio final por el pecado. Había una lección en todo aquello. El escritor está haciendo una comparación en el versículo 12: "Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta." En otras palabras, Jesús ya cumplió con los sacrificios del Día de Expiación; estos estan completos en él; ellos encuentran su significado final en él. Y el significado es el siguiente: Así como en el día de la expiación lo único que había para comer era el perdón y la esperanza. Asimismo en el Calvario, donde el cuerpo de Cristo fue consumido por el sufrimiento, lo unico que hay para comer también es el perdón y la esperanza.

El punto principal es: cuando te sientas fracasado, desanimado, sin esperanza y lleno de suciedad, no recurre a la comida. Este es un recurso extraño y el versículo 9 dice que no ha beneficiado a aquellos que caminan por el. Sólo empeora las cosas. En lugar de eso ve al altar de la gracia. Tenemos un altar y en el hay comida. Y la comida es la gracia - la gracia del perdón y la gracia de la esperanza. La única manera de ser fuertes es volver a esta mesa una y otra vez.

Festejando en el Altar de la Gracia

Basado en mi experiencia personal de varios años en estas cosas, puedo decir que hay muchos dias en la mañana cuando el festejar en el altar de la gracia es el único modo en que puedo sobrevivir. A veces, el desayuno de la gracia tiene que sustituir el desayuno de los alimentos. Cuando tú seas un líder, tu corazón tiene que estar fuerte. Las personas vienen a ti por ayuda, ellos necesitan respuestas a preguntas difíciles, consuelo en medio del sufrimiento, y guia en decisiones complejas, esperanza en medio del desaliento, un oido para su desilución, o incluso su ira, y una visión de Dios en medio de la oscuridad. El corazón de un líder debe ser fuerte.

Y también debe serlo el tuyo porque todos ustedes son ministros. Y la gloria del cristianismo es que tenemos un altar - tenemos una antigua y resistente cruz. Y allí el Salvador, Cristo Jesús, sirve raciones inagotables de la gracia. ¿Quieres que tu corazón sea fuerte? ¿Quieres ser una persona fuerte que tiene los recursos para el amor de unos a los otros, para recibir a los extraños, para cuidar de los presos, y para permanecer casado o soltero y casto, y no tener amor por el dinero? Entonces tienes que permanecer cerca del altar y comer, comer, y comer una y otra vez de la gracia de Dios.

La única fuerza que realmente importa en la vida es la fuerza del corazón que proviene de la alimentación y la confianza en la gracia. A través de todo el camino por la vida, no es en la salud y la fuerza física que Dios se deleita. El Señor se complace en los que esperan en su gracia (Salmo 147:11). Y cuando lleguemos a la muerte, no hay comida ni dieta que importará en absoluto. Solo una cosa va a importar: ¿nos hemos alimentado en el altar de la gracia?

Otra Ayuda Para la Fe - Recordar a los que nos Amaron y Guiaron

Pero hay aún más ayuda para nosotros. El escritor no sólo nos dice donde se prepara la gracia, es decir, en el altar de la cruz, sino que también nos dice cómo mantener la fe en la gracia activa. Él dice en el versículo 7: "Acordaos de vuestros guías que os hablaron la palabra de Dios, y considerando el resultado de su conducta, imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos." Este escritor realmente cree en la importancia de los héroes, de los modelos y de las biografías (ve el capítulo 11).

No sólo debemos recordar que tenemos un altar donde podemos encontrar gracia todos los días, sino también recordar a aquella personas que confiaron en esa gracia y que amaron y nos enseñaron la palabra de Dios. Acordaos de ellos, dice el versículo 7. Saber algo de la historia de ellos - quizás solamente de la vida de tus padres, de tus abuelos, o de un pastor o un misionero. O, mejor aún, después de conocer a las historias de estos familiares debemos ir luego a las maravillosas biografías que cuentan las historias de aquellos que fueron líderes en la iglesia y que hablaron la palabra de Dios.

Tal vez algunos de ustedes se han preguntado por qué durante once años en nuestras conferencias de pastores he dado conferencias sobre la biografía de personas en la historia de la Iglesia - Lutero, Calvino, Edwards, Brainerd, Spurgeon, Machen, Lloyd-Jones, etc. No es sólo porque son interesantes. Es porque Dios dijo: "Acordaos de vuestros guías que os hablaron la palabra de Dios."

Dios dice específicamente (en el versículo 7), considerad cual haya sido el resultado o las consecuencias de su conducta. ¿Qué significa esto? No es sólo considere su conducta sino: miren el resultado, o literalmente, el final de sus vidas. Creo que lo que esto significa es: consideren todo el curso de su vida, especialmente el final de la misma. ¿Cómo corrieron ellos? ¿Perseveraron hasta el final? ¿Terminaron bien? ¿Lograron ellos en sus vidas el propósito para el cual esta carta de Hebreos fue escrita - perseverar hasta el final y ser salvos?

Esta es la razón por la que los héroes muertos son más importantes que los héroes vivos . Los héroes vivos son importantes, pero podrían dejar de ser héroes antes de morir. Podria ser que nos decepcionaran. Por eso es que el autor dice, "acordaos" - que es una palabra que mira hacia el pasado. Recuerden aquellos cuya conducta pueden examinar desde el principio hasta el final, considerando la totalidad - especialmente la forma en que terminaron.

Imitando Su Fe

¿Por qué? ¿Por qué este enfoque en los líderes que conocían y hablaron la palabra de Dios? ¿Es acaso para que tú puedas copiar la conducta de ellos? Eso no es lo que dice el escritor. Él dice que la razón es para que tú imites la fe de ellos. Versículo 7: "Acordaos de vuestros guías que os hablaron la palabra de Dios, y considerando el resultado de su conducta, imitad su fe."

No su conducta. Si usted intenta imitar su conducta, te conviertes en un religioso falso, en una falsificación espiritual. Esta es una aterradora realidad cuando lo consideramos - estas son personas que han aprendido las formas de la piedad y no saben nada de la energía que proviene de la verdadera fe. En lugar de eso el escritor dice: observa toda la trayectoria de su conducta,como ellos terminaron, y obtén el mismo motor que los hizo lo que ellos fueron: su fe.

¿Su fe en qué? El siguiente versículo dice: "Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos." ¿Puedes ver la secuencia de su pensamiento? En el versículo 7 dice "Recuerden los líderes que en el pasado tuvieron fe, y ahora en el presente imiten esa fe". Luego en el versículo 8 dice: "Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos." ¿Puedes ver el punto?

Jesús es el mismo Ayer, Hoy y Mañana
Ellos confiaron en Jesús en el pasado. Ahora tú, hoy y mañana, ve y confia en Jesús. ¿Por qué? Porque Jesús es el mismo hoy cuando tú confías en él y él será el mismo mañana, cuando confies en él.

Pero, ¿Puedes ver lo que esto implica sobre la gracia y la manera en que esta fortalece el corazón? Aquí hay algo nuevo implícito que no hemos visto en los versículos 9-10. Si Jesús es sólo importante por lo que hizo en la cruz, entonces no importa que sea el mismo hoy y mañana. Lo único que importaría sería que su trabajo en el altar de la cruz es todavía válido. En otras palabras, ¿Puede la sangre todavía comprar mi perdón? Sin embargo, si Jesús es importante no sólo porque una vez murió para perdonar mis pecados, sino también porque también vive para estar conmigo y ayudarme en los próximos dos minutos y esta tarde y mañana, entonces todo depende en que el Jesús que vive hoy sea el mismo que murió por mí en el altar.

Y como vimos la semana pasada eso es exactamente lo que El ha prometido: "No te desampararé, ni te dejaré" (Hebreos 13:5). La fe que hemos de imitar es la fe en la gracia del futuro, no sólo la gracia del pasado. Es tener fe en que el Jesús que vive y nos ayudó ayer también nos ayudará hoy y mañana.

La Gracia del Perdón y la Gracia de la Ayuda Prometida

Cuando me despierto por la mañana sintiéndome culpable y manchado por causa de las horribles faltas de ayer, desesperado por el fracaso del día anterior, mi corazón tiene que ser fortalecido por dos tipos de gracia, y no sólo por una. Necesito la gracia del perdón basada en el gran sacrificio substitutorio hecho en el pasado en la cruz y el cual cubre todos mis pecados. ¡Oh, perdón precioso! Y necesito la gracia de la ayuda que Jesús prometió para hoy y para mañana.

Si puedo tener perdón, y si puedo tener la promesa de la omnipotente ayuda de Jesús, que es el mismo ayer hoy y siempre, mi corazón será fortalecido, y podré perseverar otro día. Esa es la gloria de la gracia en la vida cristiana.

Si no disfrutas el perdón de tus pecados o no tienes la esperanza de que Jesús te dará toda la ayuda que necesitas hoy y mañana, entonces te invito a que dejes los alimentos que no te pueden satisfacer ni ayudar y que pongas tu confianza en la gracia de Jesús.


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