Siendo Fieles

De Libros y Sermones Bíblicos

“Mas el justo por la fe vivirá” (Rom. 1:17).

- Romanos 1:16-17

Hoy llegamos a la conclusión de nuestro breve estudio sobre lo que significa vivir por fe. Usted recordará que ayer vimos cómo el ejemplo de Abraham nos muestra que debemos confiar en Dios aún en las más difíciles circunstancias. No importa cuán sombrías se puedan poner las cosas, aún así debemos aferrarnos a las promesas de Dios.

Podemos confiar en Dios porque sólo Él es digno de confianza. Sólo Él envió a Su Hijo unigénito a la cruz como sacrificio por nuestros pecados. Podemos tener fe en Él, porque Él no se limitó cuando hizo la obra necesaria para salvarnos y para contarnos como justos delante de Él.

Hoy consideraremos Romanos 1:16-17. Estos versículos sirven como el tema principal de todo el libro de Romanos, el tratado más completo de la salvación que encontramos escrito por el apóstol Pablo. Para nuestros propósitos, veremos especialmente la segunda mitad del versículo 17, donde leemos “el justo por la fe vivirá.”

Los teólogos han interpretado correctamente este versículo como una referencia a la justicia imputada de Cristo, la cual es la única base de nuestra justificación. Nos equivocaríamos, sin embargo, en suponer que esto es todo lo que el versículo nos está enseñando. La Biblia nos dice una y otra vez que aunque la justicia imputada de Cristo es el único fundamento por el cual Dios nos declara justos, aún así somos llamados a vivir vidas fieles (Santiago 2:26). Estas vidas justas siempre serán imperfectas antes de que muramos, y las obras que tal vida produce de ninguna manera contribuyen a nuestra justificación. Sin embargo, si estamos viviendo una vida que para nada refleja la lealtad a Dios, no tenemos verdadera fe, y si no tenemos verdadera fe, tampoco hemos sido declarados justos por el Señor.

Uno de los elementos esenciales de la fe salvadora se llama fiducia, o confianza personal. Por lo tanto, el decir “el justo por la fe vivirá” es decir que los justos viven sus vidas en lealtad a Dios, inspirados por una confianza personal en Sus promesas. Las personas justas viven una vida que se caracteriza por una confianza permanente en la bondad de Dios a pesar de su situación.

Los frutos de tal fiducia en nuestra interacción con otras personas se ven en una vida de integridad. Cualquiera puede confiar en las personas justas. Cuando algo se le dice en confianza a una persona justa, se mantiene en confianza. Las personas justas mantienen promesas piadosas pase lo que pase. Las personas justas son leales a Dios y a sus amigos.

Coram Deo

Muchas veces no nos sentimos como personas justas, no obstante, somos declarados justos a causa de nuestra fe en Cristo. Como tal, debemos vivir una vida que refleje esta realidad. Si ha roto una promesa recientemente, vaya y pida disculpas, y esfuércese por comportarse de una manera leal y digna de confianza en todas sus relaciones.

Pasajes para Estudio Adicional

Jos. 2
Rut 1:1-18
1 Sam. 20
Mat. 18:15
Juan 15:13