Siervos de los Santos

De Libros y Sermones Bíblicos

“¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?” (Heb. 1:14)

- Hebreos 1:13-14

Al llegar al final del capítulo 1, hemos visto que el Antiguo Testamento da amplia evidencia tanto de la deidad de Jesús como de Su superioridad sobre los ángeles. Para que no haya ninguna duda sobre esto, el autor de Hebreos concluye el capítulo 1 con una prueba adicional tanto para la superioridad de Cristo como una definición del papel de los ángeles.

El versículo 13 nos dice que a ningún ángel se le concedió jamás sentarse a la diestra de Dios Padre. Más bien, el contexto deja claro que la única persona concedida a sentarse a la diestra del Padre no es otro sino Su Hijo, Cristo Jesús. El versículo que se cita aquí es del Salmo 110, que es un texto muy citado del Antiguo Testamento, tanto en el libro de Hebreos (por ejemplo, 1:3, 6:20, 7:11, 8:1, 12:2) y por el resto del Nuevo Testamento (por ejemplo, Rom. 8:34; 1 Cor. 15:25). Jesús también se aplica este salmo a Sí Mismo en Marcos 12:35-37, y Su recepción por el público demuestra que los judíos de su tiempo creían que este Salmo se refería al Mesías. Es evidente que el público judío de Hebreos habría entendido su significado Mesiánico y lo habría aceptado fácilmente como prueba de la superioridad de Jesús a los ángeles.

El autor concluye este capítulo dando una descripción del trabajo de los ángeles. Ellos son “espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación” (1:14). Este versículo nos dice dos cosas importantes. Primero, señala una vez más la superioridad de Cristo. Los ángeles, a diferencia de Cristo, sirven a los elegidos. Cristo también es un siervo, pero el único amo que tiene es Dios Todopoderoso. Segundo, el don gratuito de Dios para nosotros no es sólo nuestra gloriosa salvación. Él también ha decidido darnos a los ángeles para ayudar a ministrar nuestras necesidades actuales. Como John Owen escribe: “Estos benditos ángeles ministran especialmente a esta familia (la iglesia) y nos tienen bajo su constante cuidado”.

La alta cristología que hemos visto enseñada en el primer capítulo de Hebreos no es un invento por parte de su autor, sino que encuentra su fuente en la enseñanza de Jesús Mismo. Con el fin de ayudarnos a entender el alto concepto que Jesús tenía de Sí Mismo, vamos a utilizar la serie del Dr. Sproul “Conociendo a Cristo” como la base de nuestros siguientes estudios. La enseñanza del Dr. Sproul nos llevará por los dichos de “YO SOY” que se encuentran en el evangelio de Juan, con el fin de entender lo que Jesús enseñó acerca de Sí Mismo durante su ministerio terrenal.

Coram Deo

La gracia de Dios no sólo obra en nuestra salvación, sino también en los ángeles que Él envía para ministrarnos. Por lo general, no estamos seguros de dónde ni cómo los ángeles están trabajando, pero los casi-accidentes y las provisiones inesperadas que experimentamos puede que sean evidencia de su actividad. Pídale al Señor que le recuerde que Sus ángeles están trabajando constantemente para su beneficio.

Pasajes para Estudio Adicional

1 Reyes 19:1-8
Sal. 91:11
Marcos 1:12-13
Ap. 5:11-14