Solo El Domingo Por La Noche
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper
sobre Muerte & Morir
Una parte de la serie Taste & See
Traducción por Javier Matus
Es tarde en la noche del domingo. El Festival ha terminado. Misiones en El Manse II han terminado. La oración de toda la noche ha terminado. Diecinueve semanas de predicar sobre el Espíritu Santo han terminado. He dicho adiós a Tom y Julie por seis semanas. Mi esposa e hijos están en Nebraska. La casa está muy tranquila. Las palabras de mi propio sermón retumban en mis oídos: El Espíritu te ayudará a morir.
Con lágrimas en los ojos, acabo de leer el relato de John y Betty Stam. Habrían cumplido 77 años de edad este año. Se graduaron de la Universidad de Moody y se fueron a China como misioneros con CIM. Sirvieron desde septiembre de 1932 a diciembre de 1934. El jueves, 6 de diciembre, los comunistas arrasaron su pueblo y los tomaron cautivos. Tenían 25 años de edad, y una hija de un año de edad. El sábado, 8 de diciembre, los Rojos anunciaron en las calles que los extranjeros serían ejecutados. Motivo: “Los extranjeros han arruinado a China…” Fueron llevados, despojados de su ropa exterior, a la Colina del Águila afuera de Miaosheo. La bebé fue dejada atrás. John Stam fue ordenado a arrodillarse delante de su esposa. Al hablar en voz baja un joven soldado lo decapitó con una espada enorme. Betty no gritó. Tembló y se acostó sobre el cuerpo de John. La misma espada fue alzada, y Betty se unió a su marido ante el Rey De Reyes.
Me abruma la profundidad desgarradora de la emoción en un momento así. La vergüenza de ser desnudado, el terror del dolor, el horrible dolor de ver un amante decapitado, el último pensamiento de la pequeña Helen abandonada.
Querido pueblo, la vida es corta y la vida es preciosa. No la pierdan en cosas superficiales. Crezcan profundamente. Prepárese para morir bien. Dense sin reservas a lo que importa. Echen fuera lo falso. Sean reales con Dios y reales con el hombre. Aprecien lo eterno en todo. Echen mano de la vida, la cual es la vida de verdad. Apaguen la televisión. Apaguen la radio. ¿Por qué debería el simple humano coreografiar sus emociones? ¡Oh, que hubiera individuos más profundos y menos gente de la manada! Profundícense con Dios. Estén solos. Emerjan como el acero humilde. No hay otra manera de morir bien. Nada es más solitario que el morir. Si sus vidas no son profundas en Cristo, la muerte será una cosa terrible. Prepárense. Y al prepararse serán el aroma profundo de Dios en un mundo trágicamente superficial.
Es bueno para mí estar solo en una casa grande. No hay chistes acerca de mi cocinar. Yo tengo una comida que comer que vosotros no sabéis. No cambiaría este momento de medianoche con los Stam por toda la carne en Nebraska. El Pentecostés terminó hace once minutos. Pero Él está aquí. Y vamos a entrar juntos a las minas. He oído historias acerca del oro en lo profundo, muy profundo. Vengan.
El Pastor John
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