Todas Las Promesas de Dios Son Sí en Cristo
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper sobre Jesucristo
Traducción por Javier Matus
2 Corintios 1:15-20
Y con esta confianza me propuse ir primero a vosotros para que dos veces recibierais bendición, es decir, quería visitaros de paso a Macedonia, y de Macedonia ir de nuevo a vosotros y ser encaminado por vosotros en mi viaje a Judea. Por tanto, cuando me propuse esto, ¿acaso obré precipitadamente? O lo que me propongo, ¿me lo propongo conforme a la carne, para que en mí haya al mismo tiempo el sí, sí, y el no, no? Pero como Dios es fiel, nuestra palabra a vosotros no es sí y no. Porque el Hijo de Dios, Cristo Jesús, que fue predicado entre vosotros por nosotros (por mí y Silvano y Timoteo) no fue sí y no, sino que ha sido sí en El. Pues tantas como sean las promesas de Dios, en El todas son sí; por eso también por medio de El, Amén, para la gloria de Dios por medio de nosotros. .
La Satisfacción Insatisfecha
Mientras vivimos en esta era—con su pecado y dolor—nuestra satisfacción en Dios debe ser siempre una satisfacción insatisfecha. Pablo dijo en otro lugar: "No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto, sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús" (Filipenses 3:12). ¡Cristo nos ha hecho suyo! Nuestro texto de hoy (en los versículos 21-22) dice que Dios mismo nos establece, nos ungió, (del griego "encargó"), nos selló, y nos dió su Espíritu como garantía. Dios quiere que tengamos una profunda satisfacción y seguridad en Cristo.
Pero Pablo no dice: "Porque estoy seguro, me dejo llevar." Él dice: "Porque Él me hizo suyo, prosigo para agarrarlo." Él anhela la perfección. Él anhela la plenitud. Él está insatisfecho con su estado actual. Su satisfacción es una satisfacción insatisfecha. Él sabe que en Cristo tiene toda bendición espiritual en los lugares celestiales (Efesios 1:3). Pero también sabe que su experiencia de estas bendiciones no es tan completa como podría ser. Pablo sabe que hay más al experimentar la esperanza de nuestro llamado y la gloria de nuestra herencia y la grandeza del poder que obra en nosotros (Efesios 1:18-19). Él sabe que hay más fuerza del Espíritu para el hombre interior, hay más para conocer de la llenura de Cristo, hay más anchura y longitud y altura y profundidad del amor de Cristo para descubrir, y hay más de la plenitud de Dios de lo que él o cualquiera de nosotros ha experimentado (Efesios 3:16-19).
Por lo tanto, cada creyente, cuya satisfacción es realmente del Espíritu de Dios, es un creyente insatisfecho. Y por lo tanto, todo verdadero creyente es una persona que ora. La oración es la sincera expresión de insatisfacción santa. Cuanto más satisfecho está usted con usted mismo tal como es y con el mundo tal como es, menos va a orar. Pero cuanto más desee toda la plenitud de Dios, más deseará conocer la anchura y la longitud y la altura y la profundidad del amor de Cristo, más deseará ser fortalecido con el poder del Espíritu Santo según las riquezas de la gloria de Dios, más deseará conocer la esperanza de su llamamiento y de las riquezas de la gloria de Su herencia, y más deseará ser santo y puro y compasivo y paciente y amable y tierno y audaz y fructífero; más orará y orará más apasionadamente. La poca oración significa poco deseo de Dios. La oración superficial significa una relación superficial con Dios.
La Oración en el Principio de una Nueva Década
Hoy hemos llegado al final de una década. Y oro que estemos mirando hacia atrás con una adecuada mezcla de gratitud y de profundo arrepentimiento. El arrepentimiento por nuestra incredulidad y pecado, y la gratitud por la gracia de Dios que sobrepasa todo.
Mañana entramos en una nueva década, la última década del último siglo en este milenio, y, oh cuánto ruego que la entremos con una adecuada mezcla de profunda satisfacción en el amor de Dios por nosotros en Cristo Jesús que es inefable, predestinado, que llama, que justifica, que glorifica (Romanos 8:29-30)—una mezcla de esa profunda satisfacción con una fuerte insatisfacción. ¡Oh, que Dios nos dé una gran insatisfacción santa con el nivel de nuestra experiencia de Su plenitud (Efesios 3:19)!
Y con ese gran deseo que arde en nuestros corazones, comenzamos la década con una semana de oración concertada—la sincera expresión de insatisfacción santa. Y le invito—le ruego—que se consagre a Dios de alguna manera extraordinaria al comenzar esta nueva década. Mañana por la mañana, al comenzar la nueva década, dé aviso a su vieja naturaleza y al diablo y al mundo, por un acto de consagración santa, que usted pertenece a Dios y que desea toda la plenitud de Dios más que cualquier otra cosa en el mundo.
La Pregunta Ante Nosotros
La pregunta que Dios nos hace en nuestro texto de esta mañana es esta: ¿Está usted viviendo en la más amplia satisfacción del SÍ de Dios para usted en Cristo Jesús? O para decirlo de otra manera: ¿Ha dicho SÍ a todos los SÍ de Dios para usted? ¿Hay algún SÍ de Dios para usted al que usted está diciendo NO o QUIZÁ o AHORA NO? Que nuestra consagración a Dios en el principio de la década de 1990 sea la siguiente: Esta es la década de mi SÍ a Ti, oh Dios. Yo me consagro a abandonar el NO y el TAL VEZ y el AHORA NO de mi incredulidad. Y yo digo SÍ a todo en Tu SÍ para mí.
Veamos el texto juntos de modo que usted pueda ver esta palabra del Señor de la misma manera que yo.
¿El Corazón de Pablo Estaba Dividido Hacia los Corintios?
Según los versículos 15-16 Pablo había hecho un plan para visitar Corinto dos veces para darles una doble bendición. Iba a cruzar el Mar Egeo hacia Corinto en su camino a Macedonia, y luego regresaría por Corinto. Este era su plan, y ellos se habían enterado de su plan. Pero entonces sucedió algo que le hizo cambiar de opinión (ver 1:23). Evidentemente, el rumor que comienza a circular es que el corazón de Pablo estaba dividido. Sí, él los ama y quiere verlos y bendecirlos. Pero NO, tal vez no tanto como él ama a su propia conveniencia o alguna otra iglesia. ¿Es el corazón de Pablo SÍ y NO hacia los corintios?
Él responde con pasión en los versículos 17-18: "Por tanto, cuando me propuse esto, ¿acaso obré precipitadamente? O lo que me propongo, ¿me lo propongo conforme a la carne, para que en mí haya al mismo tiempo el sí, y el no? Pero como Dios es fiel, nuestra palabra a vosotros no es sí y no.."
En otras palabras, nuestra planificación y nuestra predicación no son caprichosas, no son de doble ánimo, están unificadas, son SÍ para ustedes. Vivimos para su bien. Estamos a favor de ustedes y no en contra. ¡Nuestra vida y ministerio son un rotundo SÍ, SÍ, SÍ! ¡Sí a su gozo! ¡Sí a su santidad! ¡Sí a su fe y esperanza y amor y paz y poder!
Y luego, en los versículos 19 y 20 Pablo muestra porqué su propia vida es SÍ a los Corintios: o sea, porque Dios ha hablado Su último y decisivo SÍ a ellos en Cristo.
(19) Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, que entre ustedes ha sido predicado por nosotros, por mí, Silvano y Timoteo, no ha sido Sí y No, mas ha sido Sí en Él. [Literalmente: "El SÍ (decisivo) ha sucedido en él"—El corazón de Dios no está dividido en Cristo. Cristo significa SÍ!] (20a) Porque todas las promesas de Dios son en Él SÍ.
Así que Pablo está diciendo: Mi corazón no está dividido hacia ustedes, porque el corazón de Dios no está dividido hacia ustedes. Si ustedes son de Cristo por fe, entonces todo lo que Dios podría darles para su propio bien lo ha transferido a su cuenta en Cristo. Se oye la misma respuesta en todos los puntos: ¿Está esta promesa en mi cuenta? Sí. ¿Está esta promesa en mi cuenta? Sí. ¿Está esta bendición en mi cuenta? Sí. Sí. Sí. Sí. Todas las promesas de Dios son SÍ en Cristo.
El Corazón de Dios Hacia Aquellos en Cristo
En Gálatas 3:29 Pablo escribió: "Si ustedes son de Cristo, ciertamente linaje de Abraham son, y herederos según la promesa." (Ver Efesios 3:6, Gálatas 3:14, 22; Hebreos 9:15, Romanos 15:08) Todas las promesas de Dios para el bien de su pueblo se enfocan en Cristo. Él las confirma y asegura y, por así decirlo, las compra para todos los que pertenecen a Él, para todos los que creen (Gálatas 3:22). Todo pecador que viene a Dios en Cristo, con todas sus necesidades, encuentra a Dios que viene a él en Cristo, con todas sus promesas. Cuando un pecador se encuentra con el Dios Santo en Cristo, lo que oye es SÍ. ¿Me amas? SÍ. ¿Me perdonarás? SÍ. ¿Me aceptarás? SÍ. SÍ. ¿Me ayudarás a cambiar? SÍ. ¿Me darás el poder para servirte? SÍ. ¿Me guardarás? SÍ. ¿Me mostrarás tu gloria? SÍ.
Todas las promesas de Dios—todas las bendiciones de Dios en los lugares celestiales—son SÍ en Cristo Jesús. Jesús es el SÍ decisivo de Dios a todo aquel que cree.
El Desafío y la Conexión a la Oración
Ahora viene el gran desafío y la conexión entre todo esto y la oración. El versículo 20b: "Porque [o: por lo tanto, así que] Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios [literalmente: a Dios para (Su) gloria]."
El versículo 20b explica por qué la iglesia cristiana dice "Amén". Es una palabra tomada del hebreo al griego donde significaba una afirmación muy fuerte (Números 5:22; Nehemías 5:13; 8:6)—un formal, solemne y serio "Estoy de acuerdo" o "Yo afirmo lo que acaba de decir," o "Esto es cierto." Más simplemente, AMÉN significa un muy serio SÍ en el contexto de hablar a Dios.
Ahora fíjese en la conexión entre las dos mitades del versículo 20. La primera mitad dice: "Porque todas las promesas de Dios son en Él SÍ." La segunda mitad dice, y en él "Amén", por medio de nosotros, para la gloria de Dios." Cuando te das cuenta de que AMÉN y SÍ significan la misma cosa, esto es lo que el versículo significa: en Jesucristo Dios dice Su SÍ, Su AMÉN, a nosotros a través de sus promesas, y en Cristo decimos nuestro SÍ, nuestro AMÉN, en respuesta a Dios, a través de la oración.
Cuatro Observaciones Sobre la Oración
Note cuatro cosas acerca de la oración en el versículo 20.
1. La Oración es A Través de Jesucristo El versículo 20b: "En Él AMÉN, por medio de nosotros..." El SÍ de Dios viene a nosotros en Cristo, según el versículo 20a ("Todas las promesas de Dios son en Él SÍ.") Así que si el SÍ de Dios viene a nosotros en Cristo, entonces la oración debe ir a Dios a través de Cristo, porque nadie quiere oír un NO. Todo el mundo quiere oír un sí cuando oran, y eso es lo que escuchamos en Cristo, y en ninguna otra parte. Esto es lo que queremos decir cuando decimos: "En el nombre de Jesús," al final de nuestras oraciones.
2. La oración es para la Gloria de Dios El versículo 20b: "Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios." Amén es la gran afirmación de que Dios es el Dador y nosotros somos los necesitados. Amén afirma la gracia de Dios y Su bondad y Su poder y Su sabiduría para responder de la mejor manera para Su gloria y para nuestro bien. Toda oración debe tener la gloria de Dios como su objetivo principal. Amén es nuestro SÍ a la gloria de Dios.
3. La Oración es Agarrando las Promesas La oración es el retirar de la cuenta en donde Dios ha depositado todas Sus promesas. La oración no es esperando a ciegas que tal vez pueda existir un Dios de buenas intenciones allá afuera. La oración va al banco y retira esas promesas. No pierda la conexión entre las dos mitades del versículo: "Todas las promesas de Dios son en Él SÍ, y en Él Amén, POR MEDIO [¡por causa de las promesas!] de nosotros, para la gloria de Dios." Lo que nos lleva a...
4. AMÉN es una Palabra Completa y Preciosa en los Tiempos de Oración No significa primeramente, "SÍ, he dicho toda esta oración". Significa primeramente, "SÍ, Dios ha hecho todas estas promesas." AMÉN significa, SÍ, Señor, Tú puedes hacerlo. Significa, SÍ, Señor, Tú eres poderoso. SÍ, Señor, Tú eres sabio. SÍ, Señor, Tú eres misericordioso. AMÉN es como un signo de exclamación de fe en una oración que pide ayuda. O un signo de exclamación de una afirmación fuerte después de una declaración de la grandeza de Dios.
Cuando llega al final de cada oración hay dos AMÉN, dos SÍ. Cuando usted dice: "En el nombre de Jesús", ese es el AMÉN de Dios. Todas sus promesas son SÍ y AMÉN en Jesús: Jesucristo es el SÍ y el AMÉN de Dios al final de su oración. Entonces, cuando usted dice: "AMÉN", ese es su SÍ y AMÉN de vuelta a Dios por los Suyos. AMÉN es nuestro SÍ a Dios por Su SÍ a nosotros en Jesucristo.
¿Le ha Dicho Sí a Todos los Sí de Dios para usted?
Lo cual nos trae de vuelta a la pregunta que planteé al principio: ¿Está usted viviendo en la más amplia satisfacción del SÍ de Dios para usted en Cristo Jesús? ¿Ha dicho SÍ a todos los SÍ de Dios para usted? ¿Hay algún SÍ de Dios para usted al que usted está diciendo o NO o QUIZÁ o AHORA NO?
Yo ruego que permita que su consagración a Dios al comienzo de la década de 1990 sea la siguiente: "Oh Señor, te prometo que por tu gracia que ésta será mi década de mi SÍ a Ti. Me consagro a abandonar el NO y el QUIZÁ y el AHORA NO de mi incredulidad. Y yo digo SÍ a todo en tu SÍ a mí. Me comprometo a una insatisfacción santa hasta que yo haya conocido la plenitud de tu SÍ en Cristo Jesús. "
Empezamos la década con una semana de oración. Permítanme mencionar los horarios para que los tome en cuenta.
- A partir de mañana a las 7:00 am vamos a orar cada mañana de lunes a viernes a las 7:00 am en la capilla por 30 minutos. Usted puede consagrar cada día de la primera semana de la década con una oración unida.
- En la noche del miércoles a las 7:00 nos reuniremos durante una hora y media en un concierto de oración enfocado en las necesidades espirituales y sociales de nuestra ciudad y las ciudades del mundo. Aquí, en este cuarto. Puede consagrarse en esta manera a una visión más grande que sus propias necesidades personales.
- El viernes a las 10:00 PM comenzamos una noche poderosa de ir duro a Dios en oración durante ocho horas. Creo que gran parte de la bendición que hemos conocido juntos en los últimos diez años se debe a que Dios nos está llamando a las noches de oración y Él se encuentra con nosotros allí en maneras significativas.
- El Cuarto de Fireside se establecerá para los Retiros de Oración Personal. Usted puede entrar a la iglesia y utilizar el cuarto de martes a sábado de 7 am a 9pm.
- Finalmente, hemos pedido 150 copias de Ardiendo por Dios. Espero que los vendamos todos (son a $7.00). Los escogimos porque hacen precisamente eso: hacen arder al corazón con una pasión por la oración. Consagre su mente a Dios con un tiempo de leer acerca de la oración y el poder esta y las próximas semanas.
¿Orará por el personal pastoral y ministerial, mientras tomamos un retiro de tres días para la oración y ayuno y planificación martes a jueves? Vamos a venir para el Concierto de Oración la noche del miércoles, pero además de eso, vamos a estar en oración y estudio y planificación todo ese tiempo. Estamos buscando del Señor un enfoque y las metas para la década de 1990. Es absolutamente crucial que nos cubra con su oración durante todo el día. Tenemos muchas ganas de encontrarnos con Dios y de buscar Su corazón para nuestra iglesia y nuestra misión en esta ciudad y en el mundo por los próximos diez años.
Termino con la pregunta una vez más: ¿Está usted viviendo en la más amplia satisfacción del SÍ de Dios para usted en Cristo Jesús? ¿Ha dicho SÍ a todos los SÍ de Dios para usted? ¿Se unirá a nosotros en la primera semana de la última década del último siglo del milenio para un momento extraordinario de consagración mientras decimos SÍ a todas las promesas de Dios en oración?
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