Y El Dios De Paz
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Los Pactos
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
“Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno” (Heb. 13:20).
- Hebreos 13:20
Muchos de los escritos del Nuevo Testamento son cartas dirigidas a públicos específicos y con fines específicos. Aunque los contenidos de estas cartas son inspirados por Dios, los autores a menudo copiaban el diseño estructural de sus escritos de los estilos de su tiempo. Como tal, a menudo encontramos muchas similitudes en el formato entre las cartas del Nuevo Testamento y sus contrapartes griegas seculares.
Al llegar al final del libro de Hebreos, podemos ver cómo este es el caso. Los versículos 20-25 del capítulo 13 incluyen palabras de clausura y saludos del autor ofrecidos al público original; era costumbre que las cartas escritas durante ese período de tiempo concluyeran de esta manera. Sin embargo, aunque podemos discernir similitudes entre las cartas inspiradas y sus contrapartes seculares, el pasaje de hoy comienza una sección comúnmente incluida sólo en las cartas cristianas: una bendición.
Después de haber instruido, amonestado y exhortado a sus lectores, el autor de Hebreos ahora declara una bendición sobre ellos. Esta bendición escrita ayuda a iluminar los antecedentes del escritor. Las bendiciones eran comunes en el judaísmo, y el hecho de que el autor incluye una aquí añade evidencia a la idea de que él era de herencia judía y estaba bien versado en las Escrituras Hebreas.
Por otra parte, esta invocación logra algo más que pronunciar una bendición. Al enfatizar a Cristo como Pastor, el autor sugiere que sus advertencias no estaban destinadas a dejar implícito que la salvación se puede perder. Más bien, él está convencido, al igual que los otros escritores bíblicos, que el pueblo de Dios perseverará hasta el fin. En este punto, John Owen escribe que esta bendición “incluye todo el oficio de Cristo como rey, sacerdote y profeta de la iglesia. Porque como pastor, alimenta —es decir— nos rige y nos instruye. Como el pastor que dio su vida por las ovejas (Juan 10:11), esto se refiere a su oficio sacerdotal y la expiación que hizo para su iglesia con su sangre. Todos los elegidos están comprometidos con él por Dios, como una oveja a un pastor, para ser redimidos, preservados, salvos, a través de la virtud de su oficio. Esta relación entre Cristo y la iglesia a menudo se menciona en la Escritura con la seguridad y la consolación, las cuales dependen de él. Se nos enseña aquí que él murió como parte de su obra, como el gran Pastor de las ovejas, lo que demuestra la excelencia de su amor y la certeza de la salvación de los elegidos.”
Coram Deo
Dios ha escogido para Sí un sólo rebaño y ha nombrado al pastor para custodiar sobre él. El poder y la dignidad de Jesús garantiza que ni una de sus ovejas será arrebatada de Su mano jamás. Pase algo de tiempo en oración hoy meditando en la gracia y el poder de su Pastor, dándole gracias por protegerle del mal.
Pasajes para Estudio Adicional
Sal. 23
Is. 40:9-11
Ez. 34:1-16
Juan 10:11-15
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