¡Buenas Nuevas!
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Crossway
sobre El Evangelio
Una parte de la serie Crossway Tracts
Traducción por Crossway
¡Existen buenas nuevas hoy! No tienes que sentirte agobiado por los encabezados de los periódicos o por tus propios problemas. Dios puede estar contigo hoy—y cada día.
Dios conoce ese sentido de vacío que todos experimentamos. Un gran hombre que sintió ese vacío oró a Dios, “Nos has creado para Ti, y el corazón del hombre no descansa hasta que encuentra ese descanso en Ti” (San Agustín).
Dios nos ve tratando de llenar Su lugar en nuestras vidas con amigos o con placeres o bienes. Pero aparte de Él no hay satisfacción que dure, siquiera en las cosas buenas de la vida. Únicamente el Dios que nos creó puede satisfacer nuestras necesidades más profundas.
La raíz de nuestro problema es la separación con Dios. La Biblia nos dice que hace mucho tiempo el hombre se reveló en contra de Dios y el diseño que Él creó para el mundo. Y nosotros continuamos rebelándonos: “Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).
Con la rebelión del hombre vino su separación de Dios y eventualmente la muerte. “Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y por medio del pecado entró la muerte; fue así como la muerte pasó a toda la humanidad, porque todos pecaron” (Romanos 5:12). Sin un Salvador nos enfrentamos a esta vida y a la eternidad sin Dios.
Pero la Biblia tiene buenas nuevas: “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en Él no se pierda, sino que tenga vida eternal” (Juan 3:16). Jesucristo murió en la cruz y resucitó otra vez por ti. Él puede librarte del castigo del pecado trayéndote a una relación viviente con Dios.
Para conocer a Dios primero tienes que acudir a su Hijo en un paso personal de fe. Él te está esperando. Jesús dice, “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie llega al Padre sino por mi” (Juan 14:6).
El Señor “no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan” (2 Pedro 3:9). Arrepentirte de tus pecados significa que estás dejando atrás lo que desagrada a Dios para seguir a Cristo. Nunca tengas temor que Él te rechace. Jesús dijo, “Y al que a mi viene, no lo rechazo” (Juan 6:37).
Ven a Cristo ahora—tal como eres. La Biblia promete que, “Más a cuantos lo recibieron, a los que creen en Su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios” (Juan 1:12). Entonces podrás conocer la promesa de Jesús, “Nunca te dejaré, jamás te abandonaré” (Hebreos 13:5).
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