¡Perseverar en la oración!
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper
sobre Oración
Una parte de la serie Taste & See
Traducción por Samuel S. Alvarado
Colosenses 4:2-4 (LBLA)Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias; orando al mismo tiempo también por nosotros, para que Dios nos abra una puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo…para manifestarlo como debo hacerlo.
Esta cita nos presenta cinco guías para la oración que son imprescindibles para nosotros.
Primera, “Perseverad en la oración”. Por favor, no abandonen la diligencia que mostraron durante la semana de oración. Existe mucho poder en la oración perseverante. No se olviden del “amigo inoportuno” de Lucas 11:8 ni tampoco de la parábola que Jesús dio para explicar “la necesidad de orar siempre y no desmayar” (Lucas 18:1-8). La gran prueba de la vida cristiana genuina es la perseverancia. ¡Le doy gracias a Dios que algunos de ustedes han perseverado en la oración durante 60, 70 o hasta 80 años! Espero que podamos ser una iglesia que ora y que el año 1982 sea uno saturado con oraciones al Señor de la cosecha. ¿Acaso no será grandioso poder decir al final, “he terminado la carrera, he guardado la fe”?
Segunda, “Velando en ella (la oración)”. Quiere decir que debemos estar alerta, ¡estar mentalmente despiertos! Esto tal vez lo aprendió Pablo después de escuchar lo que pasó en Getsemaní. Jesús le pidió a sus discípulos que oraran pero los encontró dormidos. Así que le dijo a Pedro, “¿No pudiste velar ni por una hora? Velad y orad para que no entréis en tentación”. (Marcos 14:37 y sgtes.) Todos debemos de mantenernos en alerta mientras que oramos—para cuidarnos de la mente vagante, de repeticiones vanas, de expresiones insensatas y triviales, de deseos egocéntricos y limitados. También debemos de velar por lo que es bueno. Debemos de estar alerta especialmente para percatarnos de la dirección que Dios proporciona a nuestras oraciones por medio de las Escrituras. Dios es quien obra en nosotros para guiar nuestras oraciones pero siempre expertimentamos esta capacidad divina como parte de nuestra resolución y de las decisiones que tomamos.
Tercera, debemos ser agradecidos en todas nuestras oraciones. No dejo de asombrarme al escuchar los relatos sobre lo que Dios ha hecho en muchas de sus vidas por medio de la oración. Esto me motiva para perseverar en la oración con acción de gracias. Sigan hablándome de esto y sigan compartiendo con otros estas cosas buenas. Dios hará que este año sea uno de gran cosecha si perseveramos en la oración con gozo de gratitud.
Cuarta, oren para que el Señor me abra puerta para la Palabra. De dos modos: 1) que haya corazones abiertos y receptivos en la iglesia semana tras semana; 2) que estén abiertos mis vecinos al evangelio al compartirlo con ellos. “y el Señor abrió su corazón [el de Lidia] para que recibiera lo que Pablo decía”. (Hechos 16:14). Esto es lo que quiero que suceda los domingos y durante la semana. Oren por mí.
Quinta, oren para que pueda anunciar claramente el misterio de Cristo. “Grande es el misterio de la piedad” (1 Timoteo 3:16). ¡Y qué llamado es proclamarlo! ¡Me encanta el oficio de predicar! Pero es más de lo que puedo hacer por mí mismo. Por favor oren para que yo pueda entender el misterio de Cristo. Por favor oren para que pueda escoger las citas y los textos pertinentes. Oren para que pueda predicar en el poder del Espíritu. Oren para que pueda hablar la verdad en amor. Por favor oren por mí. Sin Cristo no puedo hacer nada.
¡Ustedes también están en mis oraciones!
El Pastor John
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