¿Alguna Vez Ayunas por más del Poder de Dios?
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper
sobre Ayuno
Una parte de la serie Taste & See
Traducción por Javier Matus
“Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado” (Hechos 13:2). Al decirnos esto, parece que Lucas quiere que aprendamos que una manera de conocer la mente del Espíritu en los momentos cruciales en el ministerio es pasar tiempo en el honorable ayuno.
Loren Cunningham, director general de Juventud con una Misión, describió su experiencia en oración y ayuno durante tres días con 12 colegas en 1973. Mientras oraban, el Señor reveló que debían orar por la caída de una fuerza demoníaca que les fue identificada como el “príncipe de Grecia”. El mismo día, en Nueva Zelanda y Europa, los grupos de JUCUM recibieron de Dios una palabra similar. Los tres grupos obedecieron y se opusieron a este principado. En 24 horas, un golpe de estado cambió el gobierno de Grecia, trayendo una mayor libertad para la actividad misionera en el país.
Si esto parece ajeno a nuestra experiencia, ¿podría parte de la razón ser que el ayuno es ajeno a nuestra experiencia? ¿Y el ayuno podría ser ajeno para nosotros porque estamos tan lejos de todo el patrón del Nuevo Testamento de vivir en y por el poder sobrenatural del Espíritu de Dios?
Pruébate a ti mismo. Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando ayunéis, no seáis como los hipócritas…” (Mateo 6:16). No dijo si ayunas, sino cuando ayunas. En otro lugar, se le preguntó por qué Sus discípulos no ayunaban, y Él dijo: “Vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán” (Mateo 9:15). En otras palabras, Él esperaba plenamente que el ayuno llegara a ser parte de nuestra guerra espiritual cuando Él fuese quitado de nosotros.
¿Cómo andas tú? Tengamos cuidado de no juzgar las experiencias de otros que están presionando en Dios por toda Su plenitud, cuando es posible que ni siquiera estemos haciendo las cosas ordinarias asignadas en el Nuevo Testamento en la búsqueda del poder del Espíritu en nuestras vidas.
Considera esto: si tú no estás ayunando, es quizás porque no sientes ningún anhelo ferviente por el poder de Dios en tu vida. En otras palabras, tú estás bastante satisfecho con la manera en que van las cosas en los frutos que produces para Dios y la forma en que Su gloria se manifiesta a través de ti. Esta satisfacción con la experiencia presente, esta falta de fuertes anhelos de más de Dios, y más poder espiritual, y más avances para Su gloria, es una razón por la que Dios retiene Su mayor bendición. Él nos ha dicho: “Me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón” (Jeremías 29:13). La ausencia del ayuno probablemente significa la ausencia de profundos anhelos del poder de Dios. Y la ausencia del profundo anhelo es una de las razones por las que Él espera.
Es por eso que he pedido a algunos de ustedes —aquellos que se sienten atraídos desde adentro, no presionados desde fuera— que ayunen todo el día los miércoles durante las próximas cuatro semanas. Nuestro objetivo es simplemente dar corazón y cuerpo a la oración: “Señor, muéstranos Tu gloria”. Estoy orando para que muchos de ustedes sientan el gozo expectante que yo siento en estos días de mirar (con Esteban) “al cielo” por la gloria de Dios.
Hambriento por lo que Esteban vio,
El Pastor John
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