¿Estaré soltero para Siempre?

De Libros y Sermones Bíblicos

Estuve soltero mientras veinteañero, y todo el tiempo lo disfruté mucho. Cuando quise algo particular para la cena, lo comía Cuando quise tomar una semana para escalar una sección de cien millas del Camino Apalache lo escalé. Cuando me sentí llamado a cursar estudios de posgrado en otro país, fui. Y hubo otros beneficios menos egoístas, incluyendo más tiempo y energía para construir amistades profundas y un ministerio fructífero.

Pero, en general, encontré la soltería bastante difícil. Hubo temporadas de terrible soledad en donde me preguntaba si Dios me daría alguna vez una compañera de por vida. Era como una línea eléctrica en corto, el voltaje de una insatisfecha nostalgia causaba que reaccionara de maneras que hería a otros. A veces estaba celoso de mis amigos casados. No siempre navegué la soledad con gracia, equilibrio, profunda fe, y constante alegría. Por el contrario, me equivoqué entre el disfrute y el arrepentimiento, la felicidad y el anhelo, la pureza y el pecado.

Desearía que alguien me hubiese ayudado a entender, y luego a vivir mi soltería en la luz de la eternidad. Pienso que me habría ayudado a disfrutar una piadosa, más productiva, más alegre vida durante esos años.

Una Plataforma Estable para la Gran Esperanza

La eternidad lo cambia todo, nuestra soltería incluida. Por “eternidad” me refiero a la futura nueva creación que Dios describe en La Biblia. Este es un futuro más allá de nuestra salvaje imaginación y nuestras más fervientes esperanzas. Es este presente mundo renovado, restaurado, y reconstruido en un perfecto lugar sin más pecado, sufrimiento, fragilidad, lágrimas, dolor o muerte.

La nueva creación será por lejos mejor incluso que el Edén original, porque (1) Jesús estará físicamente presente allí (Revelaciones 22:1) y (2) durará para siempre, con sus habitantes sin caer en el pecado jamás ― a diferencia de Adán y Eva. En otras palabras, el futuro prefecto del mundo será mejor que su pasado perfecto. El Edén era adorablemente frágil. La nueva creación será hermosamente estable. El Edén era como un jarrón chino ― hermoso pero frágil, la nueva creación será como Los Alpes ― Impresionante e inamovible.

Somos gente imperfecta viviendo en un mundo imperfecto, pero este futuro perfecto se volverá nuestro futuro cuando estemos unidos al perfecto Salvador a través de la fe. Entonces podemos estar completamente seguros de que este futuro es nuestro. En La Biblia, esa firme certeza se llama esperanza.

La esperanza del Cristiano es la confianza de que un futuro impresionantemente bueno es de seguro nuestro, y esta esperanza cambia la manera en la que vemos nuestro presente. Esto nos fortalece y equipa en todas las situaciones de nuestra vida, incluyendo la soltería. Esto incrementa nuestra expectación por la nueva creación, y esta expectación nos hace más satisfechos.

Para Crecer Más Satisfechos, Obtener Más Inquietud

Una de las sensaciones que usualmente experimenté como persona soltera fue la pérdida de satisfacción. Incluso algunas de mis más agradables aventuras y más dulces experiencias fueron disparadas con el deseo de compartirlos con alguien más.

Una fuerte nostalgia por la Eternidad nos ayuda con nuestra insatisfacción incrementando nuestra inquietud. Eso suena como una contradicción, pero no lo es. El Apóstol Pablo fue una persona tremendamente inquieta, alguien que dijo que se esforzó y anheló el final del futuro de Dios (Filipenses 3:13-14). Y sin embargo, también dijo haber aprendido el secreto de la satisfacción en cualquier circunstancia (Filipenses 4-12). Los dos se relacionan íntimamente después de todo.

La razón por la que crecemos insatisfechos en nuestra soltería (en nuestro trabajo, o matrimonio, o automóvil, o niños, o cualquier otra cosa) es porque ésa persona o cosa (o lo que sea) se ve tan grande y la Eternidad se ve tan pequeña. Si sostienes una moneda lo suficientemente cerca de tu rostro, ésta oscurecerá el horizonte de una ciudad entera.

Cuando las circunstancias de nuestro presente lucen más grandes que la Eternidad, hemos perdido la perspectiva. Cuando perdemos la perspectiva, tendemos a cargar demasiado de nuestra satisfacción sobre algo que jamás fue diseñado para ello. Miramos a una esposa, un amigo, vacaciones, o un logro para darnos la satisfacción que nunca nos podrán dar.

Tu Estatus Marital en El Cielo

El problema con esta manera de vivir es que conduce a una eterna insatisfacción. Si Dios nos da un mejor trabajo, pero nosotros continuamos viendo nuestro trabajo como más grande, más importante, y con mayor significado que la nueva creación, nosotros llegaremos incluso a sacrificar todo por sobresalir, o se destruidos si lo perdemos.

Si estamos solteros y todo lo que podemos ver es nuestra nostalgia por una esposa más que la Eternidad con Cristo, sobrecargaremos a una esposa enviada por Dios con el aplastante peso de nuestras necesitadas expectativas, o nos convertiremos en solteros cínicos, resentidos o con el corazón roto. Una persona soltera insatisfecha se convertirá en un esposo insatisfecho o y luego en un padre insatisfecho… hasta que la Eternidad irrumpa y se mueva al centro.

A Dios le concierne más un cambio de nuestra perspectiva que un cambio de nuestro estatus marital. Si la Eternidad está en el centro, y un esposo, o esposa o hijo nos fallan ― o si no tenemos un esposo, esposa o hijos y los anhelamos ― será doloroso pero estaremos bien, porque nosotros sabemos que la Eternidad perfecta es nuestra aún. Hay lastre en nuestra balsa, y nos hará mantener en pie a través de decepciones, oportunidades perdidas, y tragedias de esta vida.

Cuanto más inquietos estemos por la nueva creación ― cuanto más estén cautivos nuestros pensamientos y emociones en ésta ― menos nos sacudirá la decepción en esta vida y más veremos cada bendición presente no como un destino final sino como una señalización que apunta hacia la Eternidad. Cuanto más inquietos nos volvemos, más contentos estamos.

De cualquier manera, si eres una persona soltera, tu identidad como “soltero” se ha centrado en qué piensas de ti mismo. Pero de las enseñanzas de Jesús aparece que en la Eternidad todos seremos solteros. No estaremos casados en la nueva creación. Lo que nos definirá por siempre no será nuestro estatus marital, sino nuestro disfrute de la presencia perfecta de Cristo.

Eso significa que una persona soltera que ama a Jesús se parece mucho más a una persona casada que ama a Jesús que a una persona soltera que no lo conoce. Sabemos de la inmortalidad de Jesús y que seremos amados por él eternamente. Esto centra más nuestra identidad que nuestro estatus marital. No te veas a ti mismo como una persona no deseada por ningún prospecto de esposa, Conócete a ti mismo como una persona amada por siempre por Jesús.

Probablemente para la mayoría (no todos) de los solteros, habrá momentos y temporadas de soledad y nostalgia ― momentos en los que te sientes incómodo de ser la única persona sentado sólo en la mesa de una fiesta. Lo que ciertamente fue mi experiencia. Pero conocer a nuestro Dios y su futuro final para nosotros, además de conocernos a nosotros mismos a la luz de ese futuro, puede producir una profunda satisfacción en nuestro presente.