¿Por qué debo querer ser un Cristiano?

De Libros y Sermones Bíblicos

Lo siguiente es una transcripción editada del audio.

¿Por qué debo querer ser un Cristiano?

Todos nuestros deseos son ya sea hacia algo o lejos de algo, ¿cierto?

En otras palabras, yo no quiero dolor y quiero placer. Y esas son solo dos palabras a usar. Puede usar otras palabras: incomodidad, agonía, horror. O recoga los dolores que no le gusten: soledad, etc.

Así que allí está un grupo completo de cosas que no queremos. Y luego allí está un grupo completo de cosas que queremos: placer, deleite, alegría, satisfacción.

La Cristianidad es Jesucristo el Hijo de Dios, eterno, que viene al mundo a salvar a los pecadores que se han ganado el castigo de Dios debido a nuestra negligencia de Dios, rebelándonos en contra de Dios, ignorando a Dios, despreciando a Dios, rechazando a Dios, alejándonos de Dios, minimizando a Dios.

Todos han hecho esto. Los cristianos aún lo hacen, los no creyentes lo hacen. Nadie reconoce el valor de Dios hasta el grado que deberíamos. Y Dios es infinitamente valioso e infinitamente digno de nuestra confianza y de nuestro amor. Aún así nadie lo hace. Por lo tanto, todos estamos bajo su justo juicio y vamos a ser sentenciados un día a un lago de fuego llamado la segunda muerte o el infierno.

Y para confiar en la obra de Jesús en nuestro nombre, cuando el murió en nuestro lugar, nos libra de la ira por venir.

Así que la primera razón es la negativa: todas esas cosas horribles que vendrán ante nosotros si continuamos rebelándonos en contra de Dios no se precipitarán en contra de nosotros si confiamos en Cristo que se ofrece a sí mismo por nosotros como una forma de escape.

Así que ese es un lado negativo. Pero mucho más satisfactorio es, “¿Por qué querrían salir del infierno? O, ¿por qué querrían que se les perdone sus pecados? O, ¿por qué querrían reconciliarse con Dios?” Y la respuesta a esas preguntas es, “Para tener satisfacción infinita con Dios, por siempre y para siempre”.

¿Una conciencia limpia? Sí. ¿Pecados perdonados? Sí. ¿Fuera del infierno? Sí. ¿En el cielo? Sí. ¿Nuevos cielos y nueva tierra? Sí. ¿Un león que duerma con el cordero? Sí. ¿Restaurados con Mamá y Papá quienes eran Cristianos? Sí. Pero esa no es la satisfacción definitiva.

La satisfacción definitiva es que van a estar con Jesús. Van a ver la infinita gloria en Jesús.

Así que, ¿por qué deberían querer-desear-ser un Cristiano? Es porque no quieren un dolor eterno. Quieren placer eterno.

El infierno es dolor eterno, y todos iremos allí sin creer en Jesús. Y Dios es placer eterno: “En su presencia llena de alegría; a tu diestra están los placeres por siempre y para siempre” (Salmos 16:11).

Así que si desean placeres plenos (eso es, al 100%, no 85% ni 99%) y placeres eternos (no solo 80 años, sino 80 generaciones de años) entonces conviértanse en un Cristiano. Eso es, renuncien a la autoconfianza y abracen a Jesucristo como el Salvador y Señor y Tesoro de sus vidas. Y tendrán placeres infinitos en su presencia, por siempre.

Creo que es una muy buena razón para desear ser un Cristiano.