¿Quién es el ser humano más feliz que haya vivido?

De Libros y Sermones Bíblicos

Aunque la respuesta no sería obvia para los no creyentes o incluso la mayoría de los cristianos, la Biblia es clara en esto: es Jesús. El Salmo 45:6-7 es citado en referencia directa al Mesías, en Hebreos 1:8-9 (LBLA), donde el Padre dice de Su Hijo: “Has amado la justicia y aborrecido la iniquidad; por lo cual Dios, tu Dios, te ha ungido con oleo de alegría mas que a tus compañeros”. La mayoría de los eruditos piensan que “compañeros”, en el contexto, es toda la raza humana de la que Jesús formó parte en Su encarnación.

Observen la conexión entre la justicia de Cristo y Su alegría, mientras que, en las Escrituras, la impiedad atrae la miseria. Irónicamente, a menudo pensamos acerca de nosotros mismos como amantes de la diversión, y de Dios como un aguafiestas sin sentido del humor. Pero lo hemos entendido al revés. Nosotros somos los aburridos, no Dios. ¿Inventamos nosotros el ingenio, el humor, y la risa? No. Dios lo hizo. Nunca comenzaremos a agotar el sentido del humor de Dios y Su amor por el gozo lleno de placer. “Me darás a conocer la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; en tu diestra, deleites para siempre” (Salmos 16:11).

Para Nanci y para mí, tanto ahora que está luchando contra el cáncer como siempre, la risa es pura terapia. Estuvimos con seis queridos amigos hace poco, y comimos, bebimos, reímos y contamos historias hasta tarde. Todavía estoy sonriendo por la velada que disfrutamos juntos.

Adoramos reír, y lo hacemos mucho con la familia y los amigos. Siempre y cuando nuestra risa no sea impura o degradante, pienso en que Cristo ríe con nosotros. En la Tierra Nueva, después de la resurrección, el ingenio y la naturaleza amante de la diversión de nuestro Señor será nuestra fuente más grande de risa eterna. Estoy convencido que nadie tendrá una risa más ruidosa y contagiosa que la de Jesús.

Al crecer en una familia judía fiel, Jesús habría disfrutado muchos banquetes y días festivos, así como también el Sabbath semanal, todas experiencias de celebración (vea el capítulo 33 de mi libro Happiness). Uno de los salmos que Jesús habría meditado desde su niñez dice, “¡Cuando el Señor nos trajo de vuelta a Jerusalén fue como un sueño! ¡Cómo nos reímos, cómo cantamos de alegría! . . . Ciertamente, Él hizo grandes cosas por nosotros; ¡qué felices fuimos!” (Salmo 126:1-3, GNT).

“¡Sean felices y clamena Dios quien nos hace fuertes!” (Salmo 81:1, CEV). A. W. Tozer dijo, “¡El pueblo de Dios debe ser el pueblo más feliz de todo el mundo!”

Así que agradece a Dios por la risa, y date cuenta que siempre y cuando no estés celebrando la impureza u otro pecado, Jesús se une en tu alegría. Si eso está claro en nuestras mentes, entonces contrarrestaremos el estereotipo de cristianos infelices, y las personas alrededor nuestro verán que el Evangelio de Jesús son verdaderamente “las buenas nuevas de gozo” (Isaías 52:7, LBLA).

“Aún ha de llenar de risa tu boca, y tus labios de gritos de júbilo.” (Job 8:21).

Jesus dijo, “Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis” (Lucas 6:21).

“Bien, siervo bueno y fiel... entra en el gozo de tu señor” (Mateo 25:23).