7 errores que cometemos en los estudios bíblicos de mujeres
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Keri Folmar sobre Mujeres
Traducción por The Gospel Coalition
Jesús quiere que las mujeres piensen teológicamente y se basen en las Escrituras. Es por eso que elogió a María, quién se sentó “a los pies del Señor y escuchaba su palabra” (Lucas 10:39), mientras que Marta servía a Jesús y a sus discípulos. En lugar de aplaudir a Marta por su servicio, Jesús aprobó a María por escoger “la buena parte, la cual no le será quitada” (Lucas 10:42). María escogió la única cosa que todavía es necesaria hoy en día. Las mujeres que son estudiantes de la Biblia, que la estudian y la escuchan seriamente cuando está siendo enseñada, eligen la parte buena, la única cosa que es necesaria.
Los Estudios Bíblicos de mujeres pueden ayudarnos a adquirir seriedad sobre las Escrituras. Nos impulsan a permanecer en la Palabra de Dios y a pensar profundamente acerca de lo que significa y de cómo aplicarla a nuestras vidas. Pero, al igual que Marta que se “preocupaba con muchos quehaceres” (Lucas 10:40) y descuidó estar sentada a los pies de Jesús, las mujeres también podemos distraernos y perder el enfoque, aun cuando nos reunimos para estudiar la Biblia. Aquí están los siete errores más comunes que solemos cometer.
Contenido |
1. Perdemos de vista el objetivo
El objetivo de un Estudio Bíblico debe ser… ¡estudiar la Biblia! Sé que ese punto parece obvio, pero podemos desviarnos por otras cosas buenas. El Estudio Bíblico no es un club social, ni una sesión de consejería, ni un lugar para satisfacer “lo que necesito”. La comunión, la consejería, y el satisfacer las necesidades son a menudo los frutos exquisitos de un buen estudio de la Biblia mientras las mujeres se conocen entre sí y son moldeadas por la Palabra. Pero estos frutos no deben superar el objetivo de estudiar juntas las Escrituras.
Si mantienes tu objetivo en mente, te mantendrás centrada en las Escrituras. Los paréntesis amenazarán con desviarte del tema, pero los guiarás de vuelta a la tierra firme de la Palabra. Se ofrecerán respuestas incorrectas, pero tú llegarás a la verdad. Surgirán necesidades reales, y te sorprenderás de la forma en que se encuentran con las Escrituras. Al cabo de una hora o dos, las mujeres serán edificadas y equipadas con la Palabra.
2. Permitimos respuestas incorrectas
Ya que “toda la Escritura es inspirada por Dios” (2 Timoteo 3:17), cada palabra es verdad. Cada pasaje de la Escritura fue escrito por un hombre, “impulsado por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:21) que tenía la intención que sus lectores entendieran el significado del pasaje. Así que el estudio de la biblia está utilizando nuestras mentes, en dependencia del Espíritu Santo, para entender el significado que el autor pretendía darle. Por tanto, podemos aplicar ese significado a nuestros corazones y vidas.
Recuerdo estar sentada en un Estudio Bíblico donde la líder compasivamente anunció: “No solo no hay preguntas estúpidas aquí, sino que además no hay respuestas incorrectas”. Su objetivo, por supuesto, era poner a las mujeres en comodidad y promover la discusión desinhibida. Ella, con razón, quería que las mujeres que no sabían mucho acerca de las Escrituras se sintieran cómodas expresando sus opiniones. Sin embargo, en el proceso desechó la verdad objetiva de la Biblia. De hecho, hay interpretaciones correctas e incorrectas. El Grupo de Estudio Bíblico es un lugar en el que buscamos juntas todas las interpretaciones correctas, la verdad del pasaje.
Como líder de un Estudio Bíblico, por supuesto no es necesario que seas una leona lista para atacar las respuestas incorrectas. Quizás otra persona en el grupo puede dar la respuesta correcta, y tú puedes simplemente afirmarla. O tal vez el tema es tan pequeño que no necesita ser abordado directamente. Tú solo puedes dirigir la atención de vuelta al verso sin hacer comentarios. Al mismo tiempo, no debemos tener miedo de corregir las respuestas incorrectas. Debemos estar preparadas para tiernamente dar razones bíblicas al porqué algunas respuestas son incorrectas.
3. Nos basamos en materiales equivocados
El principal texto requerido para un Estudio Bíblico es… ¡una Biblia! Esta afirmación también es obvia, pero es una de las que continuamente debemos recordarnos a nosotras mismas. No hay nada inadecuado acerca de reunirse para una discusión a través de un libro de la Biblia con solo una Biblia. Las guías de estudio pueden ayudar, pero no todas las guías de estudio son hechas de forma equitativa.
El salmista llama a las Escrituras algo más dulce que la miel, pero no quieres una guía de estudio que da a las mujeres un gusto por dulces y que las dejará desnutridas en lugar de darles una buena comida. Muchos videos de estudios bíblicos dan más calor que luz. John Piper tiene algunos poderosos estudios de libros con video. Nancy Guthrie y Tim Keller han sacado excelentes estudios bíblicos centrados en el Evangelio, con videos. The Gospel Coalition, en asociación con Lifeway, planea lanzar dos de tales estudios en su próxima conferencia de mujeres. Sin embargo, una dieta de vídeo, sin discernimiento, puede descuidar el enseñar a las mujeres a cómo estudiar la Biblia por sí mismas y puede hacer que piensen que necesitan un altavoz dramático para hacer a la Biblia interesante y relevante para sus vidas.
Las mejores guías de estudio ayudan a las mujeres a profundizar en las Escrituras sin una cuchara para alimentarlas con respuestas antes de que tengan la oportunidad de pensar por sí mismas. Esas guías de estudio están centradas en Dios y hacen que las mujeres lo conozcan mejor. Explican los versículos en su contexto y alientan a las mujeres a mantener la gran panorámica del evangelio en mente. Una guía correcta va a llevar a las mujeres a sentarse a los pies de Jesús y escuchar sus enseñanzas. El fruto será un conocimiento más profundo del Salvador que hace que las mujeres confíen en Él cada vez más en sus vidas cotidianas.
4. Descuidamos el evangelio
El hecho de que Jesucristo murió por los pecadores hace toda la diferencia en el mundo y en nuestra vida cotidiana. Esta es la razón por la que nos reunimos para estudiar la Biblia. Sin embargo, podemos reunirnos semana tras semana y olvidar que somos pecadoras que solo podemos agradar a Dios por Su gracia. El evangelio es la base de toda buena obra del cristiano, y es nuestra esperanza cada vez que pecamos. Debido a que Cristo cumplió la Ley, los Profetas y los Salmos (Lucas 24:44), podemos encontrarlo en todas las páginas de la Escritura. Si estamos cavando por el significado del texto, la obra de gracia de Dios en Cristo brillará a través de lo que cavamos. Los creyentes serán animados a vivir a la luz de las verdades del evangelio; y los no creyentes serán desafiados a arrepentirse y creer.
5. Elevamos el método sobre el significado
Soy una gran fan del estudio inductivo de la Biblia en el que pedimos la observación, la interpretación, y luego preguntamos sobre la aplicación para extraer el significado de un texto y ponerlo en práctica. (He escrito dos de tales estudios, para las mujeres específicamente, y están disponibles a través Cruciform Press). Sin embargo, si el método de estudio de la Biblia se vuelve más importante que encontrar el significado del texto, puede terminar yendo desde las respuestas a las preguntas, o simplemente puede terminar en la observación de una gran cantidad de datos acerca de un pasaje, y nunca llegar a ninguna conclusión sobre el verdadero significado del texto. Este proceso deja a algunas mujeres frustradas y a otras personas las deja sin saber que existe un significado en las Escrituras.
La observación del pasaje siempre debe guiarnos claramente al significado del texto. El punto del estudio de la Biblia es saber lo que el autor originalmente intentó transmitir. Entonces podremos aplicarlo personalmente a nuestras vidas.
6. Saltamos a la aplicación
Una de las cosas más importantes que hay que prevenir en un Estudio Bíblico de mujeres es el aplicar las Escrituras sin comprender primero el significado del pasaje. Un pasaje que frecuentemente es mal usado es Juan 6. Un niño generosamente da sus cinco panes y dos peces a Jesús, quien luego los multiplica para alimentar a 5000 hombres más las mujeres y los niños. Muchas veces, la moraleja de la historia es: “¡Dale a Jesús lo poco que tienes, y Él lo multiplicará!”. ¡Pero el verdadero punto de Juan 6 es mucho más grande y glorioso! Jesús multiplicó los panes y los peces como una señal para mostrar: “Yo soy el pan de vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed” (Juan 6:35). La aplicación no es dar a Jesús pan, sino más bien comer pan, Su cuerpo, es decir, ¡Confía en Cristo y ten vida!
Cuando descuidamos el verdadero significado de un pasaje e intentamos aplicarlo a nuestras vidas, en realidad terminamos no aplicando las Escrituras en absoluto. La Escritura pierde su poder para renovar nuestras mentes y transformarnos y, por el contrario, se convierte en una solución rápida para una vida más fácil. Cuando no cavamos más profundamente, ni pensamos firmemente para encontrar el significado de un texto, terminamos simplificándolo, y centramos nuestra aplicación en el hombre en lugar de tener los ojos abiertos a la grandeza de Dios. Tenemos que trabajar fuertemente para encontrar el verdadero significado de los textos y luego pensar en cómo se aplican a nuestras vidas.
7. Divorciamos el estudio de la iglesia
No todos los Estudios Bíblicos están fundados en la iglesia. Los Estudios bíblicos orientados a alcanzar personas en un barrio, escuela o lugar de trabajo pueden dar mucho fruto. Sin embargo, si usted quiere ver un rápido crecimiento espiritual de las mujeres, mantenga su Estudio Bíblico bajo la autoridad de una iglesia local. Las mujeres en la iglesia local se sientan bajo la misma predicación de la Palabra de Dios, por lo que ya se están unificando en su teología. Cuando surge una pregunta difícil, ellas vienen a la respuesta desde la misma base, y pueden revisar sus conclusiones con los pastores y los ancianos. Esos ancianos también proporcionan supervisión y asesoramiento acerca de los materiales y liderazgo, ya que se preocupan por las almas de las mujeres. Además del crecimiento espiritual individual, un Estudio Bíblico de mujeres fundado en una iglesia construye a la iglesia en la medida en que las mujeres se conocen íntimamente y forman lazos de amistad durareros.
En la Iglesia Cristiana Unida de Dubai, tengo el privilegio de estudiar la Biblia con mujeres de África, Oriente Medio, India, Europa, Australia, Asia del Este y Norte y Sur América. Venimos de una gran variedad de culturas y religiones. Hablamos con diferentes acentos y no tenemos el mismo color de piel. Llegamos a las Escrituras con diferentes puntos de vista en la política, la crianza de los hijos, y muchos otros temas secundarios. Nuestras diferencias nos han hecho cavar más profundo por la verdad universal en la Palabra de Dios para aplicarla a nuestras distintas etapas y circunstancias de la vida. Hemos encontrado que es cierto que cuando las mujeres de una iglesia local se reúnen para estudiar las Escrituras, se promueve la unidad y se enciende el crecimiento espiritual.
¡Estudiar la Biblia juntas es un gran gozo! María, sentada a los pies de Jesús, escogió la buena parte que se describe en el Salmo 16: “El SEÑOR es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú sustentas mi suerte…. Me darás a conocer la senda de la vida; En Tu presencia hay plenitud de gozo; En Tu diestra hay deleites para siempre” (Salmo 16:5, 11). María desea la plenitud de gozo y las delicias encontradas en Jesús para siempre. Dos mil años después, Jesús sigue siendo la fuente de gozo. Existe una gran recompensa para el que se sienta a Sus pies y aprende de Él. Cuando las mujeres ponen a un lado las distracciones y juntas persiguen a Cristo en su Palabra, eligen la mejor parte. Ellas piensan de forma más teológica y se basan más en las Escrituras, mientras que son enriquecidas y unificadas a lo largo del camino.
Vota esta traducción
Puntúa utilizando las estrellas