Arrepentido Pero no Devastado
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Paul Tripp sobre Ministerio Pastoral
Traducción por Manuel Bento Falcón
Cuanto más tiempo estés en el ministerio pastoral, más vas a pasar de ser un astronauta a ser un arqueólogo. Cuando eres joven, pasas el tiempo lanzándote emocionado a mundos desconocidos. Tienes todas las decisiones importantes del ministerio y la vida delante de ti, y puedes pasar el tiempo valorando tu potencial y considerando las oportunidades. Es un tiempo de exploración y descubrimiento. Es un tiempo para ir a donde nunca has ido antes y hacer lo que nunca antes has hecho. Es un tiempo para comenzar a usar tu capacitación y ganar experiencia.
Pero al envejecer en el ministerio, comienzas a mirar atrás al menos tanto como miras adelante. Al mirar atrás, tiendes a escarbar en el montículo de la civilización que era tu vida y ministerio pasados, buscando fragmentos de pensamientos, deseos, elecciones, acciones, palabras, decisiones y relaciones. No puedes evitar valorar que tal lo has hecho con lo que se te dio.
¿Quién sería tan arrogante y atrevido para mirar atrás en su vida y ministerio y decir, "Fui todo lo bueno que pude ser en todas las formas posibles "? ¿No será que todos nosotros desearíamos poder retirar palabras que dijimos, decisiones que hicimos, o acciones que tomamos?
Si tú y yo tuviésemos el deseo de mirar nuestras vidas de forma honesta y humilde, nos veríamos forzados a concluir que somos seres humanos imperfectos. Y aún así no tenemos que machacarnos. No tenemos que esforzarnos por minimizar o negar nuestros fallos. No tenemos que ser defensivos cuando nuestras debilidades son reveladas. No tenemos que rescribir nuestras historias o hacernos quedar mejor de lo que fuimos realmente. No tenemos que quedarnos paralizados por el remordimiento y el arrepentimiento. No tenemos que distraernos con la ocupación o drogarnos con sustancias.
¿No es maravilloso que podamos mirar a la cara a nuestros fallos más profundos y oscuros y no tener miedo?¿No es reconfortante que podamos encarar honestamente los momentos de los que más nos arrepentimos y no ser devastados?¿ No es asombroso que podamos confesar que en verdad somos pecadores y no sentir miedo o depresión?
Podemos hacer todo eso porque, como David, hemos aprendido que nuestra esperanza en la vida no es la pureza de nuestro carácter o la perfección de nuestro desempeño. Podemos encarar que somos pecadores y descansar porque sabemos que Dios en verdad existe y es un Dios de:
Misericordia,
Amor Firme,
Abundante Misericordia
Porque él es, hay esperanza ---esperanza de perdón y
nuevos comienzos.
Si, de verdad podemos reconocer completamente nuestro pecado y nuestro fallo y aún así no tener temor.
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