Ayude a los Niños a Amar a la Gente Diferente

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English: Help the Children Love the Different People

© Desiring God

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Por John Piper sobre Armonía Racial

Traducción por Desiring God


Romanos 5:1-11 Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por medio de quien también hemos obtenido entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza; y la esperanza no desilusiona, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado. Porque mientras aún éramos débiles, a su tiempo Cristo murió por los impíos. Porque a duras penas habrá alguien que muera por un justo, aunque tal vez alguno se atreva a morir por el bueno. Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Entonces mucho más, habiendo sido ahora justificados por su sangre, seremos salvos de la ira de Dios por medio de El. Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos recibido la reconciliación.

Si usted es nuevo en Bethlehem, hay algo importante que debe saber sobre nosotros. Desde 1993 (unos 18 años, contando el actual), hemos enfocado dos mensajes de enero en dos temas que repetimos cada año, temas que nos han parecido oportunos e importantes, y que la Biblia aborda muy claramente: el tema de la diversidad étnica o racial y la armonía en nuestro país e iglesia, y el tema de la santidad de la vida humana, y la práctica del aborto en particular.

Contenido

No nos Avergonzamos por la Armonía Racial ni por la Vida Humana

Estamos consagrados, sin avergonzarnos, a la justicia racial, la étnica que exalta a Cristo y a la diversidad y armonía. Aceptamos alegremente y de corazón la diversidad, cada vez mayor, de nuestra tierra, y la anhelamos para nuestra iglesia. El Buró de Censo de los Estados Unidos predice que para el 2042 (dentro de 32 años), las minorías serán más del 50% de la población. No nos alarmamos ni nos sentimos amenazados ante esta posibilidad. Así es como será en el cielo. "porque tú fuiste inmolado [Señor Jesús], y con tu sangre compraste para Dios a gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación" (Apocalipsis 5:9).

Y estamos consagrados, sin avergonzarnos, a la santidad de la vida humana, en el vientre materno y fuera de él; a la vida de los seres humanos, quienes no son producto de procesos naturales de procreación, sino que son creados (cada uno) a la imagen de Dios. Escuche cómo el hermano de Jesús dice que debiéramos hablarnos unos a otros: "la lengua; es un mal turbulento y lleno de veneno mortal. Con ella bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a la imagen de Dios." (Santiago 3:8-9). Creemos que es un gran pecado tomar la vida de estos pequeños seres humanos en el vientre materno, excepto en el más raro de los casos, donde la madre y el hijo están a punto de perderse.

Ubicación Providencial

Nos ha parecido providencial que el fin de Semana de Martin Luther King y el domingo de Santidad de vida siempre caen juntos en el calendario de enero. Así que, creemos que ésta es una oportunidad para escuchar lo que Dios tiene que decir, en su Palabra, sobre estos dos temas.

De modo que hoy nos enfocamos en la armonía racial, y la semana siguiente nos enfocaremos en la santidad de la vida humana.

Casi Abordaremos las Discapacidades Físicas

El rumbo que quiero tomar hoy, al abordar el tema de la armonía racial no es tanto para decir algunas cosas nuevas, sino decir las mismas antiguas verdades bíblicas, en un nuevo contexto. Quiero mencionar algunas verdades bíblicas básicas, en el contexto de cómo criamos a nuestros hijos para amar a la gente que es diferente a ellos.

Cuando me sentí guiado a abordar este tema, confieso que sentí un inmenso deseo de hacer que este mensaje fuera explícitamente sobre las diferencias raciales y sobre las diferencias por discapacidades físicas. Y me sentí así porque para los niños muy pequeños, las demás personas que son diferentes a ellos y a mamá y a papá, caen en las categorías obvias de la raza y la discapacidad. Es necesario que los niños sean instruidos en estos temas. Y muchas de las mismas verdades que necesitan para aprender a amar a las personas de otras razas, también son necesarias para aprender a amar a personas con discapacidades físicas. Escuche lo que Digo Entre Líneas

Pero conversé con Noël sobre el enfoque de este sermón, y decidimos que no sería una buena idea. Primero, éste es el fin de Semana de Martin Luther King, y el enfoque declarado es la armonía racial. Segundo, y más importante, algunas personas, casi seguramente dirían que yo estaba tratando a las razas como una discapacidad. Y no es así.

Así que voy a aplicar lo que digo a las diferencias raciales, y confío que aquellos de ustedes para quienes la discapacidad es un tema más cercano, escuchen entre líneas y se apliquen el mensaje donde sea apropiado.

Estoy Hablando Principalmente a los Padres

Fundamentalmente, estoy hablando a los padres en este mensaje, pero si eres un niño y puedes comprender lo que estoy diciendo ahora, te estimulo a que escuches con mucha atención. Tus padres te aman muchísimo. Y estoy predicando este sermón para ayudar a tus padres a amarte, aun más. Sería de mucha ayuda si aprendieras, en este mensaje, una de las maneras en que Dios ordena que te amen tus padres.

Los Padres: Los Primeros Moldeadores

Comenzaré con la suposición de que a los padres les es encargado, por Dios, ser los primeros moldeadores y maestros de la actitud de sus niños frente a las diferencias raciales. El pasaje fundamental detrás de esta suposición es Efesios 6:1-4:

Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre(que es el primer mandamiento con promesa), para que te vaya bien, y para que tengas larga vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina e instrucción del Señor.

Por tanto, los padres (tanto mamá como papá), deben ser honrados y obedecidos por sus hijos. Así es como Dios ha organizado el mundo para nuestro bien. Donde la familia no funciona así, todo se viene abajo.

Específicamente a los Padres

Los padres son mencionados, específicamente, en Efesios 6:4, y tienen un rol especialmente prominente para moldear las mentes y corazones de sus hijos de acuerdo con la instrucción del Señor. Efesios 6:4: "Y vosotros, padres,... sino criadlos en la disciplina e instrucción del Señor.”

Parte de esa instrucción es la verdad del Señor sobre las diferencias raciales y sobre como debiéramos pensar y sentirnos y actuar con relación a ellas. Por tanto, los padres, son puestos por Dios, entre otras razones, para ayudar a los hijos a amar a personas de razas diferentes. Ésta es mi suposición en este mensaje, y en lo que queda de mensaje daré algunos ejemplos de cómo lograrlo.

Ocho Formas de Ayudar a los Niños a Amar a la Gente Diferente

Tengo ocho formas de ayudar a nuestros hijos a amar a quienes son diferentes a ellos. El orden en que las presento tiene importancia, y trataré de explicarlas en el proceso. El evangelio de Cristo viene en el número cinco. Y lo ubico en ese lugar porque así es como funciona en la educación de los hijos. Ellos pueden comprender algunas verdades sobre Dios y sobre lo que Dios manda antes de que puedan conocer el significado de depravación propia y de la gloria con que Dios obró salvación en Cristo.

Así que estas verdades están dirigidas, fundamentalmente, a los padres, pero también a cualquiera que se preocupe porque los niños amen a gente diferente a ellos. Tenga en mente que en cada ejemplo estoy asumiendo que cada padre procura ser un ejemplo de lo que enseña al niño. Enseñar y modelar. Enseñar y modelar.

1. Ayude a los niños a creer en la sabiduría soberana de Dios, y en su bondad al crearles con el cuerpo que tienen.

La mayoría de los niños son maravillosamente libres de inconformidad con sus propios cuerpos. No piensan en ello. Si no hay dolor, simplemente van de una actividad a otra sin que les estorbe la consciencia.

Pero casi todos los niños llegan a una edad donde se preocupan por sus cuerpos. ¿Soy demasiado alto o demasiado bajo? ¿Demasiado delgado o demasiado grueso? ¿Demasiado oscuro, o demasiado claro? ¿Tengo un pelo estilizado, o uno feo? ¿Mi contextura es adecuada o deformada? Estos temores, y el anhelo de ser agradables, pueden llegar a ser disfunciones destructivas y comportamientos pecaminosos.

Lo Importante no es la Auto-estima, sino la Bondad Soberana de Dios

No es necesaria la enseñanza de autoestima que provee el mundo, sino la enseñanza Divina de su bondad soberana y sabiduría al crear a nuestros niños como son. Salmo 139:14: "Te alabaré, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho; maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien." Esto no resuelve todos los problemas. Pero es inmensamente importante. Y la enseñanza y formación comienzan cuando el niño tiene un año de edad, no cuando tiene 11. Desde el día en que nace, usted está preparando al niño para la adolescencia.

Y lo que más usted querrá que su hijo crea, lo más pronto posible es: Dios me hizo. 2) Dios es muy, muy sabio. 3) Dios es muy, muy bueno. 4) Por tanto, podemos confiar en Él. Estoy bien como Él me hizo. La batalla de la adolescencia no es, fundamentalmente, un problema de autoestima. Es un problema de Dios. Un problema de confianza. Estamos enseñando a nuestros hijos, desde el comienzo, a confiar en la soberanía de Dios, en su sabiduría, y en su bondad.

Comienzo aquí porque el próximo ejemplo tendrá más poder si usted ha edificado esta confianza en un niño desde el comienzo.

2. Ayude a los niños a creer en la sabiduría soberana de Dios, y en su bondad al crear a otras personas con el cuerpo que tienen.

Este ejemplo, simplemente, toma la primera verdad y la aplica a otros. Si usted ha ayudado a sus hijos a aferrarse a la idea de ser creados por Dios (que es una verdad maravillosa y asombrosa), y de ser creados con sabiduría y bondad, entonces ellos no tendrán mucho problema en aceptar que esta verdad es cierta también para otros.

Y si aceptan que otros, en todas sus diferencias, son creados por un Dios sabio y bueno, entonces usted podrá enumerar todas las implicaciones de este principio. Por ejemplo, ¿no te burlarías de la obra de Dios? ¿Verdad? ¿No herirías a alguien al mirarle fijamente como si hubiera sido creado por un dios necio, o por un dios malvado? ¿No es cierto? Y así sucesivamente pudiera continuar.

3. Ayude a los niños a creer que ellos y los demás niños y adultos están hechos a la imagen de Dios.

Génesis 1:27: "Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” Enseñen a sus hijos desde el comienzo que ellos son diferentes a todos los animales porque Dios nos hizo semejantes a Él. Esta verdad es aplicable a todos los seres humanos, de todas las razas. Podemos conocer a Dios. Y amar a Dios. Y tener los pensamientos de Dios según Él se expresa en la Biblia. Y hablar a Dios. Y reflejar los caminos de Dios en una forma en que ningún animal puede.

Debemos enseñar a nuestros hijos que ser humanos es algo sorprendente y glorioso. Ninguna raza es excluida de esta verdad. Y ésta es una de las principales implicaciones: Lo que nos hace semejantes a Dios (a todos) es infinitamente más importante que cualquier característica física que nos haga diferentes unos de otros.

Así que decimos a nuestros hijos, si están alejándose de alguien que es diferente: "¿Es él más semejante a ti, o más diferente de ti?" Y si dice: "más diferente," usted puede decirle: "No, porque él fue creado a la imagen de Dios, y tú fuiste creado a la imagen de Dios. Así que ustedes, en realidad, son semejantes en una forma muy, muy importante. Las diferencias ni siquiera se acercan a la importancia que tienen las semejanzas."

Dios como Creador y Señor que Ordena a Amar

Así que la primera de tres formas de ayudar a nuestros hijos a amar a los que son diferentes a ellos, buscar asistirles en el conocimiento de Dios como Creador y en lo que significa para sus vidas.

Los siguientes ejemplos de cómo ayudar a nuestros hijos se relacionan con el conocimiento de Dios según Él nos manda a amar. De tal modo que, primeramente, nuestros hijos conozcan a Dios como su Creador. Y luego se encuentran con Él como el dador de la ley que es resumida en el mandamiento de amar.

4. Enseñe a los niños que Dios nos manda a hacer a los demás de la misma manera en que nosotros quisiéramos que ellos hicieran a nosotros.

Jesús dijo: "todo cuanto queráis que os hagan los hombres, así también haced vosotros con ellos." (Mateo 7:12) Este principio puede ser muy poderoso en los niños pequeños que son lo suficientemente grandes como para saber qué se siente el ser objeto de burla o el ser excluidos.

Les enseñamos la Regla de Oro: hacer a los demás lo que queremos que otros hagan con nosotros. Y la aplicamos una y otra vez a sus relaciones interpersonales y a la manera en que ellos tratan a los demás. "¿Te gustaría ser tratado así? No. Entonces, no les trates de esa manera tampoco."

Jesús dijo, sorprendentemente, "esta es la ley y los profetas" (Mateo 7:12). Por tanto, enseñe esta verdad a sus hijos, desde bien temprano y muy a menudo. "Cuando alguien es diferente y te sientes tentado a decirle o hacerle algo, pregúntate: ¿querría yo que alguien me tratara así y me dijera esas cosas?"

Llegando al Evangelio

Ahora llegamos a los ejemplos del Evangelio (números 5-8), y éstos son los que están directamente relacionados con el Evangelio de Cristo: su muerte por nuestro pecado y su resurrección triunfante y conquistadora de la muerte. Y cuando el evangelio echa raíces, las cuatro sugerencias previas que he dado, reciben el poder del Evangelio.

5. Enseñe a los niños y sea un ejemplo para ellos, para que sepan que el pecado propio es más feo que cualquiera que ellos vean físicamente feo.

El pecado no es un error inocente, o una equivocación cómica, o una falla noble. El pecado es una rebelión fea contra Dios. Pablo llama a esta generación pecadora "torcida y perversa" (Filipenses 2:15). La Biblia usa palabras como "abominación," y Pablo describe a los hombres caídos en Romanos 3:13, "Sepulcro abierto es su garganta, engañan de continuo con su lengua, veneno de serpientes hay bajo sus labios.” El pecado es abominable y feo.

Si alguna vez nuestros hijos aceptaran el evangelio, , deben aceptar esta verdad sobre sí mismos. ¡Y los padres también! Ellos y nosotros somos pecadores, extremadamente pecadores. Hasta que se comprenda y perciba esta realidad en alguna medida significativa, no se apreciará el evangelio.

Conociendo la Profundidad de Nuestro Pecado

Una manera en que este principio se relaciona con el amor a otros diferentes a nosotros es: Cuando seamos quebrantados, no sólo por hacer algunas cosas malas, sino porque somos moral y espiritualmente perversos y feos, no nos sentiremos tentados despreciar a otros por las simples apariencias externas que creemos que son desagradables.

Pero esta convicción de pecado y fealdad moral funciona, principalmente, para prepararnos para el próximo acto.

6. Enseñe a los niños que Dios les ama a pesar de la fealdad de sus pecados y que Él lo demostró al enviar a su Hijo a morir por nuestros pecados y al dar perdón a todos los que confían en Él.

"Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8). Ésta es la esencia del evangelio. Y es la fuente de poder más profunda para ayudar a nuestros niños a amar a otros diferentes a sí mismos.

Así que decimos a nuestros niños: "¿Piensas que ellos son feos o desagradables? Recuerda que tus pecados, tus corazón pecaminoso (igual a los de mamá y papá), es más feo o desagradable a Dios que lo que es esa persona para ti. Y Dios te ama. Dios envió a Jesús, su propio Hijo, para sufrir y morir en nuestro lugar, para que si confiamos en Él, Él perdona todos nuestros pecados y comienza a convertirnos en personas nuevas y deseables."

"Así que, si Dios nos ha amado de esta manera, ¿no debiéramos nosotros amar a otros así también?

7. Enseñe a los niños que por la muerte y resurrección de Jesús en lugar de ellos, Él se vuelve un Tesoro y Amigo que todo lo satisface.

Pablo dijo: "yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor." (Filipenses 3:8). Conocer a Jesús, tener a Jesús como mi Salvador y Rey y mi Amigo, es mejor que todo.

Ayude a los niños a establecer la conexión, y por supuesto, usted tendrá que establecerla también, de que si Jesús es tan precioso y satisfactorio, entonces no es necesario tener miedo de alguien que es diferente, ni se necesita obtener la felicidad sintiéndonos superiores o aplastando a otras personas. Tenemos a Jesús. Y estamos completos. Y tenemos algo que compartir. Por tanto, no nos alejemos de las personas. Vayamos hacia las personas.

Suficientemente Feliz en Jesús como para Amar a Otras Personas

Ayude a los niños a ser tan felices conociendo a Jesús, siendo perdonados por Jesús, y siendo amados por Dios a causa de Jesús, que rebosen esa felicidad hacia otras personas gratuitamente y con amor, en lugar de recibir la felicidad al degradarlas y al alejarse de ellas.

Por último, para asegurarnos de que los hijos están comprendiendo el evangelio y cómo funciona en sus vidas. . .

8. Enseñe a los niños a amar a otras personas que son diferentes, no para ser aceptos por Dios, sino porque ya son aceptos por Dios por medio de Jesús.

Cuando Pablo dice en Filipenses 2:12-13: "ocupaos en vuestra salvación," añade: "porque Dios es quien obra en vosotros…” Y cuando dice en Filipenses 3:12: "sino que sigo adelante, a fin de poder alcanzar aquello," añade: "para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús.”

En otras palabras, el esfuerzo que enseñamos a nuestros niños para que se esfuercen y se ocupen en su salvación, para ser buenos y santos y bondadosos y amorosos, no les hace cristianos. Estos esfuerzos no hacen que Dios esté a favor de ellos. Si ellos han sido convencidos por el evangelio, entonces se esfuerzan así porque Dios ya está de su lado. Y Él está del lado de ellos por lo que Jesús hizo por ellos, no por lo que ellos hacen por Jesús.

El Poder de Dios en el Evangelio

Éste es el poder de amar a la gente diferente. Ésta es la clave que damos a nuestros hijos. Y por encima de todo, ésta es la clave para la gracia que nos permite ser este tipo de padres. Vivimos día a día partiendo del amor de Dios en el evangelio de Jesús. ¡Dios conceda que nuestros hijos vean y, con el poder de su amor, amen a la gente diferente!


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