El Darwinismo y la Navidad

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English: Darwinism and Christmas

© Desiring God

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Traducción por Javier Matus


Lado a lado sobre mi porche estaban un artículo de periódico que llevaba una visión del mundo y una revista que llevaba la otra. El artículo estaba en la revista World, y citó a Philip Johnson, profesor de derecho en Berkeley, diciendo:

Si decimos: “Una bacteria gradualmente se convirtió en una langosta, un insecto o un gusano…”, la mayoría de la gente pregunta: “¿Es posible que Dios lo haya hecho de esa manera?”. Esa es una pregunta aburrida. Por supuesto, es posible. Pero si Dios ciertamente estuviese presente, entonces ¿cuál es la evidencia de que gradualmente transformó una bacteria en un gusano? No hay pruebas. No se registra en los fósiles. No es comprobable en los laboratorios. Es algo que, si alguien lo cree, lo cree en la fe, la fe en la evolución. (World, 22 de noviembre de 1997, pág. 13)

Johnson ha estado liderando una notable cruzada que se especializa en Derrotando el Darwinismo abriendo las mentes, que es el título de su nuevo libro de InterVarsity Press. Su primer libro sobre la evolución fue Darwin enjuiciado. Como profesor de derecho, Johnson es un experto manejando evidencia. Aunque es un cristiano, no discute de la Biblia. Simplemente argumenta de la evidencia que usan los evolucionistas, que él muestra no soportará el peso de la cosmovisión puesta en ella. El aceptar el darwinismo, o la evolución naturalista, es un salto de fe.

El mismo día que leí la revista World, también leí en el Star Tribune una declaración increíblemente directa de la fe darwiniana de Renee Twombly. Aquí está, sin adornos, su afirmación de fe:

Como humano, ¿se siente, digamos, un poco superior a todo lo demás que respira alrededor de usted? No puede evitarlo si el Homo sapiens puede mover montañas mientras que las hormigas prefieren colinas pequeñas, ¿verdad? Bueno, la verdad es que usted es sólo un tic-toc en la línea de tiempo de la evolución en la Tierra, una pequeña ramita en el árbol de desarrollo de la vida… La adaptación biológica y ambiental junto con la capacidad de una nueva especie de crías para sobrevivir y prosperar determina si la especie vive o muere. La evolución, en este punto de vista, no es un proceso predecible, sino más bien la suerte del azar sin un principio guía superior. La vida no es inherentemente progresiva, moviéndose paso a paso subiendo una escalera de mejoras para llegar a un ser perfecto, que muchos asumen es humano. ¿La moraleja de la historia? Revise otra vez después del siguiente tic-toc evolutivo. (26 de noviembre de 1997, pág. A16, énfasis añadido)

No todos tienen el tiempo o la capacidad de lidiar con toda la evidencia como lo hace Philip Johnson. Dios lo sabe. Por lo tanto, Él diseñó el mundo para que “las cosas invisibles de Él, Su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa [los que lo niegan]” (Romanos 1:20). Los evolucionistas darán cuenta de si el salto de fe que hacen de las bacterias a las langostas es tan razonable como el paso de fe que los cristianos hacen del universo a Dios.

Además del universo, está Jesucristo. La srita. Twombly, con un casual golpe de las teclas, afirma que la diferencia entre Jesús y una hormiga es un tic-toc en el reloj de la evolución. Es una afirmación muy grande y muy peligrosa. Cuando los seres humanos celebran la Navidad, es esencialmente lo mismo que las hormigas haciendo una danza instintiva. Es sólo cuestión de materia, energía y tiempo. Nada esencial ha cambiado.

Por favor, comprende lo que está pasando aquí. Con un mover de una varita imaginaria, el darwinista saca a Dios del cielo y a Cristo de la Tierra. Luego van a las aulas de la nación y dicen: “Respétense unos a otros y hagan el bien”, y se preguntan por qué los niños se matan entre sí como animales.

A tales “creyentes” en la evolución diré felizmente: el Jesús del Nuevo Testamento es menos explicable sobre las suposiciones darwinianas que los orígenes de las especies lo son sobre las suposiciones bíblicas. El universo y el Cristo de la Navidad revelan al Dios que crea el cosmos y redime del pecado. Si no ves esto, sigue buscando. El vínculo es más accesible que el que hay entre la hormiga y el humano.

Por la supremacía de nuestro Dios Creador y Redentor en Navidad,

El Pastor John


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