Inspirados por la increíble iglesia del primer siglo
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper
sobre el Evangelismo
Una parte de la serie Taste & Se
Traducción por Juan Pablo Molina Ruiz
He estado leyendo el libro llamado Historia de las misiones cristianas (A History of Christian Missions) de Stephen Neill. Es algo abrumador sentir el espíritu de esos primeros siglos cuando incontables santos difundieron el cristianismo en todos lados e incluso en culturas completamente paganas. Para el año 300 después de Cristo no había ninguna parte del Imperio Romano donde no hubiera penetrado, en cierta medida, el evangelio. ¿Cuáles fueron los factores humanos que Dios predestinó para el surgimiento de esa sorprendente expansión del movimiento cristiano? Stephen Neill señala seis:
- 1. En primer lugar se encontraba la convicción ardiente que poseía gran cantidad de los cristianos del primer siglo. El historiador eclesiástico Eusebio de Cesarea (260-340 d.C) describió la manera como se difundió el evangelio:
- “En aquella época (aproximadamente a inicios del siglo dos) muchos cristianos sintieron que sus almas se inspiraron en la palabra sagrada con un apasionado deseo de perfeccionamiento. Su primera acción, en obediencia a las órdenes del Salvador, fue vender sus bienes y distribuirlos a los pobres. Luego, tras abandonar sus viviendas, iniciaron la misión de un evangelista y fijaron como ambición predicar la palabra de la fe a quienes hasta entonces no la conocían y encomendarles los libros de los sagrados evangelios. Se alegraban simplemente con fundar los cimientos de la fe en esos pueblos extranjeros: luego designaban a otros pastores y les encomendaban la responsabilidad de seguir fortaleciendo a quienes ellos habían llevado a la fe. Y luego se dirigían a otros países y naciones con la gracia y ayuda de Dios” (Ecclesiastical History [Historia eclesiástica], III, 37, 2-3).
- 2. El firme mensaje histórico que llevaron los cristianos fue la buena nueva y una grata alternativa ante las religiones mistéricas de la época.
- 3. Las nuevas comunidades cristianas se enaltecían por la pureza de sus vidas.
- 4. Las comunidades cristianas se caracterizaban por la lealtad mutua y por el vencimiento de antagonismos en clases alienadas.
- 5. Los cristianos eran conocidos por desempeñar de manera minuciosa un servicio caritativo, especialmente con los miembros de la congregación. El emperador Juliano, de manera escrita a principios del siglo cuarto, se lamentaba por el progreso del cristianismo porque este apartaba a las personas de los dioses romanos. Juliano dijo:
- “El ateísmo (la fe cristiana, por ejemplo) ha sido fomentado de manera expresa mediante el servicio bondadoso ofrecido a desconocidos y mediante el interés por la sepultura de los muertos. Es escandaloso que no haya ni un sólo judío que sea mendigo, y que los galileos impíos asistan no sólo a sus pobres sino también a los nuestros, mientras que quienes pertenecen a nosotros buscan en vano la ayuda que deberíamos brindarles”.
- 6. La persecución a los cristianos y su disposición para sufrir tuvieron un impacto asombroso en los impíos. Neill observa: “Bajo el Imperio Romano los cristianos no tenían derecho legal de existir… Todo cristiano sabía que tarde o temprano tendría que dar testimonio de su fe a costa de su vida”.
Nos encontramos hacia el final del segundo milenio. Que Dios forme cientos de miles de cristianos y comunidades cristianas especiales con este tipo de pasión.
Pastor John
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