La Iglesia Deliberante/Conclusión
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Mark Dever
sobre La Naturaleza de la Iglesia
Capítulo 27 del Libro La Iglesia Deliberante
Traducción por 9Marks
Así que ¿a qué se de todo esto? Quiero decir, ¿hacia donde va esta deliberación e intencionalidad? ¿Hacia donde se dirige? Claro, la meta en todo este tiempo es una iglesia saludable. Pero ¿en que consiste la salud de la iglesia? Ciertamente consiste en santidad, fe, amor, y sana doctrina (Efes. 4:14-16; 1 Tes. 3:12-13; 1 Tim. 1:5; 6:3-4). Esto debe siempre debe ser nuestra preocupación primordial. Pero la salud de la iglesia local es también discernida en la dirección de su mirada (2 Cor. 3:18). ¿A quien esta mirando su iglesia local?
Una Iglesia que Fija Su Mirada en Dios
“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” (2 Cor. 3:18; cf. 1 Juan 3:2). La transformación a la semejanza del Señor sucede tener nuestra mirada en El todo el tiempo. Las marcas bíblicas de una iglesia saludable –santidad, fe, amor, sana doctrina- son cultivadas en nosotros al ser cautivos por El.
Lo que esto significa es que queremos edificar nuestras iglesias en una manear que haga esta cautividad corporativa con Cristo una parte normal de nuestras vidas juntos. Queremos crear oportunidades para se cautivados juntos por la belleza de Su carácter y obra. Por lo menos, eso es lo que significa para Pablo. El pasa a decir en 2 Corintios 4 que eso es una consecuencia de recibir el ministerio transformador de la Palabra de Dios, el rechaza distorsionar y agregar a la Palabra de Dios en una forma que nos saque de su ministerio. Es decir, el elogia la legitimidad de su ministerio en la visión de Dios no “adulterando la palabra de Dios” (2 Cor. 4:2). Esto tiene sentido perfecto. Si las personas son transformadas más perfectamente a la imagen de Cristo al poner sus ojos en El, entonces el trabajo del pastor y el evangelista no es llegar con más métodos novedosos e inteligentes. Sino más bien presentar a las personas con la imagen más clara posible de la verdad bíblica. Entre mas claro presentemos la persona de Cristo y su obra a nuestras iglesias locales, mas claro reflejaremos Su gloria juntos como en un espejo.
Por esto es tan importante para comenzar (¡y continuar!) una obra por la predicación expositiva que clarifica el evangelio y hace mucho de Dios. Es por esto que queremos presentar a Dios y a Cristo claramente y frecuentemente en el evangelismo. Es por esto que queremos mantener todos nuestros métodos tan simples como sea posible –así que no oscurecemos el mensaje con nuestro método. Por esto también queremos ser cuidadosos en usar solo las formas y elementos prescritos por la Palabra de Dios en nuestras reuniones corporativas de adoración; y también queremos ser cuidadosos en que los ancianos que nominamos no sean solo hombres que guíen en la comunidad, sino que sean hombres cuyas vidas hayan sido transformadas para reflejar la gloria de la santidad, el amor, y la verdad de Dios. Nadie más tiene el poder transformador para la iglesia sino la Palabra de Dios expuesta claramente en la predicación y en la vida.
La tendencia reciente en el ministerio pastoral ha sido proponer modelos o metáforas cada vez más innovadores e ingeniosos para el ministerio que retienen alguna apariencia de fidelidad en la Palabra de Dios. Mucha de esta actividad reciente ha tenido su génesis en el pensamiento del movimiento de iglecrecimiento. Entre más grande es mejor, así la meta principal ha cambiado de cómo cultivar salud a como ser grandes. Muchos libros en este campo están diseñados para hacer atractiva la iglesia para el mundo en términos mundanos más que en términos de Dios. Pero esto solo incrementa mucho la sabiduría mundana (1 Cor. 2:1-5). Al hacer mas complejos nuestros métodos de ministerio, mas dependencia del ingenio humano, y mas interesados en la aprobación del mundo, ellos comenzarán a oscurecer la imagen de Dios, y la “iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo” (2 Cor. 4:6) será hará más débil como consecuencia.
Es en este contexto es que animamos a las iglesias a ser mas deliberantes en “exponer la verdad claramente”. Las personas son transformadas y renovadas en la semejanza de Cristo cuando ellos ven a Dios como El se ha revelado tanto en Su Palabra escrita como en Su Palabra encarnada. El trabajo de la iglesia, entonces, no es mostrara las personas un reflejo de sí mismos. Estamos obligados bíblicamente a poner nuestras mirada fija, redireccionando su atención de sí mismos hacia su Creador. No hay secretos para un misterio cristiano transformador salvo el poder de la Palabra de Dios y el aliento de vida dado por Su Espíritu (Ezeq. 37:1-14). Usted no necesita una nueva metáfora pegajosa. Usted no necesita el más reciente programa evangelístico. Usted no necesita cambiar el nombre de su iglesia. Usted no necesita un pastor con un gran esquema para crecimiento, efectividad y éxito como los definiría el mundo. Lo que más se necesita hoy día es un compromiso a ser deliberante en exponer la verdad claramente, porque la verdad así como el ver fijamente en Cristo es lo que nos transforma, lo que nos edifica y nos libera (Juan 17:17; Hechos 20:32; Juan 8:36).
Así una iglesia saludable es una iglesia que fija su mirada en Dios. Miramos en la dependencia a El para nuestro mensaje, para nuestro método y para la transformación de nuestras iglesias a la imagen de Cristo.
Una Iglesia que Mira Hacia Afuera
Al mirar a Dios, notamos no solo que El se deleita en Sus propias perfecciones, como esperaríamos que hiciera un Ser Todo suficiente. También notamos que El esta mirando hacia afuera, buscando bendecir a Su pueblo y atraer a otros a ser parte de Su comunidad redimida: la iglesia. Dios esta satisfecho consigo mismo –El no nos necesita, y El es más alto que Sus propios afectos. Aun Dios no esta exclusivamente ensimismado. El quiere que Su evangelio vaya a las naciones, no solo que este dentro de los confines geopolíticos. El cielo será un lugar donde toda tribu, lengua, pueblo y nación será presentado alrededor del trono de Dios. Y esta gran variedad le glorificará aún más.
Si debemos ser imitadores de Dios (Efes. 5:1), entonces nuestras iglesias reflejarán algo de ese enfoque de mirar hacia afuera. Parte de ser una iglesia sana significa no estar satisfechos con ser ensimismados. Sí, debemos mostrar preocupación por la pureza y el testimonio corporativo de nuestras iglesias. Pero tener nuestra mirada hacia fuera –buscando oportunidades para ser de bendición a otros individuos, otras iglesias y otros países– es parte de la madurez corporativa del cuerpo de la iglesia.
Otros individuos. Sería fácil permitir a otros ya nosotros mismos tratar a la iglesia solo satisfaciendo nuestras propias necesidades como consumidores espirituales. En un sentido, no existe nada malo en venir a la iglesia para satisfacer nuestras necesidades. Los cristianos no somos autosuficientes. La vida cristiana debe ser vivida en nuestra comunidad. Dios ha cubierto nuestra necesidad más fundamental perdonándonos nuestros pecados cuando nos arrepentimos de ellos y creemos en Jesucristo. Todos necesitamos distintivamente del compañerismo cristiano, y encontramos una comunidad de creyentes en la iglesia. Necesitamos escuchar una buena predicación y conversaciones estimulantes y ser desafiados en nuestra fe, y entonces si habrá algo malo en no venir a la iglesia precisamente con el fin de satisfacer estas necesidades espirituales.
Aun si venimos a la iglesia solo como consumidores, para satisfacer nuestras necesidades, entonces hemos perdido el punto de la iglesia. No simplemente queremos satisfacer nuestras necesidades. Debemos ser parte del plan de Dios de llevar a otras personas a El, para estimular y edificar a todos aquellos que sean Sus hijos. Cada miembro no solo debe ser un consumidor. Todos deseamos ser proveedores. ¡Somos colaboradores con Dios mismo en la obra del evangelio (1 Cor. 3:9)! Algunos de nosotros podemos ser introvertidos o menos platicadores. Pero ninguno de nosotros estamos diseñados para ser atendidos, como si toda la iglesia girara en torno a nuestras propias necesidades y deseos. Somos llamados a “estimularnos al amor y a las buenas obras” y a “sobrellevad los unos las cargas de los otros” (Heb. 10:24; Gal. 6:2). Los pastores y líderes sabios, entonces, estimularán a las personas a tomar una postura de mirar hacia fuera a otros miembros.
Mire acreedor de su iglesia. ¿Quién esta sentado solo? ¿Quién no tiene a nadie con quien platicar después que termina el servicio y las personas se están arremolinando? Vaya a hablar con esa persona y sea de estímulo para él. ¿Hay miembros de edad avanzada que pudiera llevar a la iglesia? Ofrézcales recogerlos y llevarlos a casa. Ejercite la hospitalidad con los solteros o con las parejas de recién casados. Planee hacer una visita o invitar a comer a un nuevo miembro una vez al mes. Planee citarse con personas a comer durante la semana para estimularlos y edificarlos en su fe. Lea buenos libros cristianos con otro creyente. Señale evidencias de la gracia de Dios en las vidas de otras personas –aun si dan reflejos débiles del carácter de Dios. Busque un área donde la iglesia podría necesitar más siervos, y ayude, aun donde sea un área donde usted no tenga particularmente los dones para servir. La guardería siempre es un buen lugar para comenzar. Los cuerpo de iglesia crecen bíblicamente cuando cada parte individual esta haciendo su obra y contribuyendo proporcionalmente. Si usted es un miembro de una iglesia local, entonces usted es parte del plan de Dios para el crecimiento de esa iglesia (Efes. 4:11-16).
Otras iglesias. Aun nuestras responsabilidades de mirar hacia fuera no solo se detienen dentro de los confines de nuestras amistades de nuestra propia iglesia. Las iglesias muestran madurez corporativa cando muestran amor y preocupación por otras iglesias locales en el área. A menudo pensamos en un enfoque exterior en términos individuales o globales. Pero parte de ser una congregación local madura es darse cuenta de que hay otras congregaciones evangélicamente sólidas en nuestra cara que puedan estar cerca o no tan cerca de la nuestra. Si no están tan lejos, ofrézcales recursos para un desarrollo teológico y práctico adicional –libros, folletos, cintas de mensajes y discos compacto, becas para conferencias, o solo un obsequio corporativo en efectivo para tener un ministerio digno. Hemos estado en ambos lados en esta forma de intercambios bondadosos y damos fe del gran estímulo que tales obsequios pueden ser a otras iglesias. Si su iglesia se ha incrementado por la gracia de Dios y se puede plantar una nueva iglesia en un área donde algunas de sus familias vivan, entonces ofrezca contribuir con esas familias (con su consentimiento, ¡claro!) como una adición madura de un grupo de núcleo existente.
Si la iglesia es una iglesia sin igual, o está mas lejos que la suya, entonces quizás usted pueda promover una relación con ellos y considere como puede dar evidencias de la gracia que los estimulará a una mayor obediencia y fidelidad. Busque asociarse con ellos por la causa del evangelio, y si son mas maduros teológicamente, trate de mostrarse usted y a la iglesia que sirve para ser enseñado y modelados por sus líderes. Una de las maneras en que hemos estimulado a otras iglesias es ofreciéndoles un fin de semana en los Ministerios de las 9 Marcas. Estas son oportunidades trimestrales para pasar un largo fin de semana echando un vistazo tras bastidores de una iglesia sana. Los participantes se sientan en las reuniones de ancianos, escuchando una charla sobre predicación expositiva, aprenden como nuestra iglesia pasó de ser poco sana a ser floreciente y vibrante, escuchan a nuestro pastor hablar acerca de cómo él prepara los sermones y planea los servicios dominicales matutinos, ven como llevamos a los nuevos miembros a la clase de nuevos miembros –y luego pasan a ver juntos el servicio del domingo por la mañana y el servicio del domingo por la noche.
Hay toda clase de formas en que las iglesias locales pueden ayudarse una a la otra. Si Dios decide bendecir a su iglesia con madurez espiritual y crecimiento numérico, trabaje entre su propia congregación para cultivar una cultura en al cual ayude a otras iglesias como una prioridad. Es simplemente algo bueno para las iglesias sanas ofrecer oportunidades a otros pastores y líderes de la iglesia a ver que tales practicas sanas de la iglesia modelan una vida real.
Otros países. Pero aun cuando hemos ayudado a otras iglesias locales, aun no nos hemos aproximado al corazón de Dios. Su vista hacia fuera es global. El quiere la justicia y la alabanza de Su pueblo se levante antes todas las naciones (Mat. 28:18-20). La realidad presente que llena el cielo es la alabanza de toda tribu, lengua, pueblo y nación (Apoc. 7:9-10), y el destino de las iglesias de Dios es conformarse a la imagen de Cristo y la unidad eterna con las multitudes diversas del cielo (Rom. 8:29; 1 Juan 3:2).
Dios nos esta llamando a mantener en mente este destino al buscar edificar a Sus iglesias. El esta buscando adoradores para Sí mismo quienes le adorará en Espíritu y en verdad (Juan 4:21-24), y toda la historia esta moviéndose irresistiblemente hacia delante, hacia el día final cuando toda la tierra será segada por los ángeles de Dios y el trigo será separado de la cizaña (Mat. 13:24-43). Dios planea la vida de la iglesia para que sea una manifestación evangelística de la gloria de Dios para las comunidades incrédulas, y una evidencia poderosa de la sabiduría de Su reino establecido a los principados y potestades en los lugares celestiales (1 Ped. 2:9-12; Efes. 3:10-11). La iglesia local es un jugador importante, bajo la providencia de Dios, en el cumplimiento de los propósitos de Dios en la historia humana, Su visión final de la iglesia sobrepasa realmente aún el escenario mundial. Dios quiere que nuestra influencia por Su Espíritu tenga implicaciones literalmente cósmicas –y la forma bíblica de la iglesia esta diseñada específicamente para alojar la función que Dios quiere cumplir.
Al ir edificando la iglesia de Dios, pues, esta impuesto en nosotros como líderes asegurar que la iglesia local la que servimos sea una iglesia que mire hacia fuera, consciente de la agenda mundial y aun cósmica que Dios nos ha puesto. ¡No estamos defendiendo plantar iglesias en Neptuno! Por el contrario, , debemos cultivar entre nuestras congregaciones una profunda preocupación por la fama de el nombre de Dios para extender a otras parte de la tierra a través de la predicación de Su evangelio a todas las naciones, y para el testimonio corporativo de nuestra propia iglesia local para funcionar como la manifestación de la sabiduría y el poder de Dios a las autoridades que tienen el vaivén bajo Su soberanía y el ámbito espiritual.
Estas son las cosas que necesitamos para orar específicamente por nuestras iglesias. Estas son las cosas en las que debemos hacer estrategia, ya sea en las reuniones de ancianos o en las cafeterías. Estas son las cosas por las que debemos planear y presupuestar. Necesitamos enseñar a la gente que una iglesia bíblica es más que reunir nuestras necesidades de propósito, significado, compañerismo, y mutuo entendimiento. Necesitamos ir destetando a los miembros de la expectativa de ser servidos o aún entretenidos, y entrenarlos mas a que sean una parte que contribuya a la causa corporativa mundial y aún cósmica para glorificar a Dios entre las naciones y en las salas celestiales de poder.
Como anciano siendo el responsable final de la enseñanza y liderazgo de la iglesia, el pastor principal debe ser el principal campeón de la causa de las misiones en la iglesias local donde él sirve. Muy a menudo sucede que el pastor es el único quien esta discutiendo por más dinero y recursos para ser dedicado a programas que sirvan solo a los miembros de la iglesia local. Esta mentalidad pastoral a menudo dejan a los otros líderes de la iglesia en una posición incómoda de tratar de convencer al pastor para incrementar el porcentaje de presupuesto dedicado tanto a las misiones domesticas como a las foráneas.
Si usted es pastor, permítame desafiarlo a trabajar en incrementar el porcentaje de su presupuesto dedicado a las misiones por uno o dos por ciento cada año en los siguientes diez años. Es una estrategia apropiada, considerando el propósito de la iglesia, y mostrará a los demás líderes que usted está más preocupado en la gloria de Dios que en propio salario y sus beneficios, o de la comodidad de los miembros en particular. Dependiendo del tamaño de su presupuesto y la fidelidad actual de las ofrendas de sus miembros, podría ser un paso significativo de fe. Sobre todo, simplemente honra a Dios invertir Sus recursos para la expansión internacional de Su nombre.
El mensaje de este libro no es tanto de gráficas o de resúmenes. No es acerca de las metáforas de la carne o de graficas de iglecrecimiento. Es acerca de una visión de toda la iglesia deliberadamente ordenada y dirigida para facilitar su edificación y ministerio. La administración cuidadosa del tiempo le permite más espontaneidad y tiempo libre; el presupuesto cuidados le permite un ingreso discrecional. En la misma forma, un orden cuidadosamente planeado y un liderazgo liberar a la iglesia para ser la manifestación santa y cautivadora de la gloria de Dios que Dios mismo ha diseñado que así sea. La Iglesia Deliberante esta diseñada para ayudar a liberar a líderes y miembros de la tiranía popular de los modelos de crecimiento y las modas de la iglesia. Imagínese…libre de la tiranía de lo nuevo; libre de ser un cuerpo de creyentes en el cual la membresía realmente sea importante; libre de ser una iglesia que es una manifestación cada vez más clara de la sabiduría y gloria de Dios a los poderes celestiales y a la comunidad de los alrededores.
Imagínese…
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