La Sangre de Cristo
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Expiación
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
“¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu Santo eterno se ofreció a Sí Mismo sin mancha a Dios, limpiará sus conciencias de obras muertas para que sirvan al Dios vivo?” (Hebreos 9:14).
- Hebreos 9:13-14
Porque el reino de Dios ya está presente, pero aún no está plenamente manifestado, podríamos estar tentados a preguntar cómo es que es mejor estar bajo el nuevo pacto. Dado que la tierra aún no está renovada, podríamos preguntarnos por qué es mejor que vivir bajo el nuevo pacto que bajo el viejo.
Estas preguntas, sin duda, estaban en la mente del público original de la epístola a los Hebreos. Después de recordarles de la superioridad del nuevo pacto sobre el antiguo (Heb. 8), surge la pregunta: “¿Cómo es la vida mejor para nosotros ahora? Todo lo que estamos recibiendo es el escarnio y la tortura. El pecado sigue presente entre nosotros. Entonces, ¿cómo es que estamos mejor?”
Hay muchas respuestas a esta pregunta. Una es que el camino al Lugar Santísimo se ha abierto a nosotros para siempre (10:19), otra es que vivimos en la era después de que el verdadero sacrificio, el sacrificio eficaz, ha sido consumado. Vivimos después de que Cristo Jesús ha hecho el sacrificio que purifica nuestras conciencias y nos permite verdaderamente servir al Dios vivo. Ya no vivimos en el día en el que esperamos que venga tal sacrificio.
El pasaje de hoy nos dice que los creyentes del antiguo pacto tenían sacrificios que purificaron su carne (9:13). Bajo el antiguo pacto, los creyentes podían alcanzar la pureza externa, y sólo una pureza interior temporal y fugaz a través de estos sacrificios.
Pero estos sacrificios no hicieron un efecto de una pureza interior permanente. La sangre de Cristo todavía era necesaria para limpiar la conciencia ofreciendo la perfecta expiación por el pecado (v. 14). Sin duda, los creyentes bajo el antiguo pacto sí recibieron los beneficios de la obra de Cristo. Pero en gran medida recibieron estos beneficios sin que lo supieran. Se acercaron al Señor a través de las señales y símbolos de las ovejas y cabras, confiando en que Él los salvaría, según Su promesa.
Las antiguas señales del pacto y los símbolos eran sólo temporales, pero tenemos una señal eterna en la persona de Cristo. Cristo nos muestra la santidad y el amor de Dios, y Él demuestra hasta qué punto Él irá para mantener el pacto para el beneficio de sus hijos. Y a diferencia de los sacrificios de la antigüedad, que también demuestran estas cosas (aunque imperfectamente), el sacrificio de Cristo es eterno. La vida indestructible de Cristo (7:16) nos proporciona una mayor seguridad de la salvación de Dios que los sacrificios temporales del antiguo pacto jamás podrían hacer.
Coram Deo
Todos los creyentes han luchado en un momento u otro con la seguridad de su salvación. Es un error, sin embargo, mirar a nuestros sentimientos internos en vez de mirar hacia Aquel que garantiza la salvación. Estamos seguros de la salvación, porque Su sangre expiatoria y Su vida indestructible garantizan que Él cumplirá Su promesa de salvarnos.
Pasajes para Estudio Adicional
Salmos 26, 27, 30
1 Cor. 15:12-20
2 Tim. 2:11-13
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