La Soberanía Preciosa - La Seguridad Sin Precio
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper sobre Seguridad de la Salvación
Traducción por Katherine Selby
Cuando se comprende la soberanía de Dios, se comprende mejor todo. Si se equivoca aquí, conducirá al error en todo tipo de lugares inesperados. Oh como oro que Dios nos dará la claridad, el convencimiento y la alegría en nuestra visión de su absoluta soberanía a Belén.
Tomamos en cuenta la cuestión de la seguridad eterna y la posibilidad de apartarse de Cristo. El domingo 13 de octubre, analizamos el texto sobrio de Hebreos 6:4-8. Ahí dice que ciertos fueron “iluminados, que probaron del don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, que gustaron la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero”, pero dice después que cayeron, y no era posible renovarlos otra vez para arrepentimiento.
Di cinco razones por las que Hebreos 6:4-8 no quiere decir que se puede verdaderamente nacer de nuevo, justificado, llamado y salvado, y luego perder todo y fallecer. Usted puede descargar o leer este sermón (¿Cuándo es salvar el arrepentimiento imposible?) para ver la manera en que analicé los cinco textos importantes de Hebreos (6:7-8; 6:9; 3:14; 10:14; 13:20-21). En cambio, dije que el significado de esos textos es algo casi tan escandaloso, específicamente, el significado es que se puede experimentar todas estas cosas (la iluminación, el Espíritu Santo, la Palabra de Dios, y los milagros) y nunca haber sido salvado. Esto es escandaloso porque quiere decir que la gente puede ser engañada pensando que es cristiana cuando no lo es.
Por tanto, el texto y su mensaje plantean la cuestión de la seguridad. ¿Cómo podemos estar seguros de que perseveramos hasta el fin y no nos apartaremos y no nos convertiremos en Esaú, quien intentó volver pero no podía arrepentirse (Hebreos 12:16-17)? Aquí es donde la soberanía de Dios se convierte en un elemento esencial.
El libro de Hebreos se alegra con el nuevo y mejor Pacto que Dios ha hecho mediante la sangre de Cristo con todos que son su pueblo. El antiguo Pacto, hecho al Mount Sinai, era vulnerable a la debilidad de la gente (Romanos 8:3). Hebreos 8:9 dice “No permanecieron en mi pacto, y yo me desentendí de ellos, dice el Señor.” En contra, el nuevo Pacto difiere mucho. Asegura de que la soberanía de Dios superará nuestra debilidad e impide que rompamos el Pacto.
Por tanto, Hebreos 8:10 dice “Este es el pacto que yo haré con la casa de Israel, después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, y las escribiré sobre sus corazones. Y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. (Hebreos 8:10). Dicho de otro modo, Dios no sólo nos diré lo que tenemos que hacer, sino procurará que lo hacemos al obrar en nosotros. El siguiente es lo que Hebreos 13:21 dice a propósito del nuevo Pacto “[Dios] os haga aptos en toda obra buena para hacer su voluntad, obrando El en nosotros lo que es agradable delante de Él mediante Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.” Esta es la soberanía santificadora, guardada y salvadora. Y es más precioso de lo que las palabras pueden describir.
En el nuevo Pacto, nuestra seguridad se apoya firmemente en la soberanía de Dios. Sabemos que no nos apartaremos porque esta es la promesa del nuevo Pacto, sellada con la sangre de Jesucristo. Por ejemplo, en Jeremías 32:40, Dios promete “Haré con ellos un pacto eterno, por el que no me apartaré de ellos, para hacerles bien, e infundiré mi temor en sus corazones para que no se aparten de mí.”
Esta es la realidad preciosa y práctica de la soberanía de Dios. Oro que usted lo comprenderá, que lo creerá y que disfrutará enormemente en su seguridad y su alegría.
Qué sois protegidos por el poder de Dios (1 Pedro 1:5),
El Pastor John
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