La Tierra Prometida Negada
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Los Pactos
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
“Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad” (Heb. 3:19).
- Hebreos 3:18-19
El público de la epístola a los Hebreos se encontró en la misma posición como la primera generación que salió de Israel. Como los israelitas, todos habían acordado entrar en pacto con el Señor. Y también al igual que los israelitas, no todos los que se comprometieron con el pacto creyeron realmente. Dios advirtió a los israelitas que perseveraran en la fe, pero la mayoría de la primera generación no lo hizo. Sólo a Caleb y Josué de la primera generación se les permitió entrar a la Tierra Prometida. Del mismo modo, es posible que sólo unos pocos de los hebreos a los que fue dirigida esta carta perseverarían y entrarían en las promesas de Cristo.
Nosotros también estamos en la misma posición. Nosotros pertenecemos a la iglesia visible y no todos en la iglesia visible son creyentes. Algunos caerán y serán excluidos de las promesas de Cristo.
Lo más importante a notar en 3:18-19 es la estrecha relación entre la desobediencia y la incredulidad. En el versículo 18 se nos dice que Dios excluyó a los desobedientes de la Tierra Prometida. El versículo 19 nos dice que la primera generación no entró en la Tierra Prometida debido a la desobediencia. Esto nos dice que la desobediencia y la incredulidad eventualmente son sinónimas. Si una persona profesa creer en el Señor pero vive una vida de continua desobediencia a Él, esa persona está en peligro de ser contada entre los réprobos.
El que la incredulidad y la desobediencia eventualmente son sinónimas no nos debería sorprender en lo absoluto. Fluyen entre sí. La incredulidad lleva una persona a la desobediencia de los mandamientos del Señor, y la desobediencia a los mandamientos del Señor lleva una persona a la incredulidad. Si alguien realmente no cree en el Señor, esa persona no tendrá ningún deseo de obedecer. Si una persona no obedece al Señor, esa persona realmente no cree en el Señor ni en Su Ley.
La conexión que el autor de Hebreos hace aquí entre la incredulidad y la desobediencia también es importante cristológicamente. La primera generación que salió de Egipto desobedeció a Jehová y por lo tanto no pudo entrar a Canaán. El público de Hebreos está en peligro de desamparar la promesa al abandonar a Cristo en la desobediencia. La conclusión es clara. Si un israelita podía abandonar a Jehová y desamparar la promesa, y si una persona puede abandonar a Cristo y desamparar la promesa, entonces es correcto llegar a la conclusión de que Cristo es Jehová Mismo.
Coram Deo
Cuando Jesús dice: “Si me aman, guarden mis mandamientos” (Juan 14:15), Él señala la estrecha relación entre la fe y la obediencia. Debido a que Jesús es Dios, sus mandamientos se encuentran desde Génesis 1 hasta Apocalipsis 22. Cuando dice que ama a Cristo, ¿también tiene amor por Sus mandamientos?
Pasajes para Estudio Adicional
Deut. 7:6-11
Sal. 1
1 Cor. 07:19
1 Juan 2:1-6
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