La ofrenda de un Pastor para el Dios de un pueblo sagrado
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper
sobre Ministerio Pastoral
Una parte de la serie Romans: The Greatest Letter Ever Written
Traducción por Gabriel Arevalo
Romanos 15:14-21
Estoy muy satisfecho con ustedes mis hermanos, porque están llenos de bondad y conocimiento, lo cual les permite instruirse mutuamente. 15 Pero en algunos puntos les he escrito muy osadamente como un recordatorio debido a la gracia que Dios me ha otorgado. 16 para ser el ministro de Jesucristo para los Gentiles en el servicio sacerdotal del evangelio de Dios, de tal forma que la ofrenda de los Gentiles pueda ser aceptable, santificada por el Espíritu Santo. 17 En Cristo Jesús, tengo motivos para estar orgulloso de mi trabajo por Dios. 18 Porque no me voy a aventurar a hablar de algo diferente a lo que Cristo ha hecho a través de mí para motivar a los Gentiles a obedecer- de palabra y de hecho, 19 por el poder de las señales y maravillas, por el poder del Espíritu de Dios - de tal forma que desde Jerusalén y sus alrededores hasta Illiricum he cumplido con el ministerio del evangelio de Cristo; 20 y así puedo hacer realidad mi ambición de predicar el evangelio, no donde Cristo ya ha sido nombrado, por temor a edificar sobre los fundamentos de otra persona, 21 pero como está escrito: “Aquellos a quienes nunca se les ha hablado de él, lo verán y a los que nunca han oído, entenderán.”
Alrededor de 1.200 pastores participarán de la conferencia de pastores que empieza el lunes. Muchos ya están aquí. Esta semana, yo he escogido continuar avanzando en nuestra expedición de ocho años a través de Romanos, porque vi en Romanos 15:14-18 el objetivo del ministerio de Pablo como un objetivo verdadero para todos los pastores. También tiene su aplicación para todos los Cristianos, pero he estado ayudando a los ministros del mundo a clarificar nuestro llamado y como participa nuestra gente.
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Una razón para sentirse orgulloso de Cristo Jesús
De tal forma que analicemos primero la oración principal del pasaje y veremos nuestro objetivo pastoral y luego miraremos como las otras partes del texto irradian luz sobre él. Lógicamente que el versículo 17 es el punto central de los versículos 14-18. Todo lo demás lo apoya—eso es lo que quiero decir con “punto central.” Note la palabra “Luego” o “por lo tanto” casi al principio del versículo 17: “En Cristo Jesús, luego (=por lo tanto—basándose en algo que él acaba de decir), tengo motivos para estar orgulloso de mi trabajo por Dios.” De tal forma que usted puede ver que lo que está antes de este versículo lo apoya y lo conduce. Eso es lo que “luego” (o “por lo tanto”) en el versículo 17 quiere expresar.
Luego el siguiente versículo (18) empieza con la palabra “Por” para mostrar que se está dando al versículo 17 más apoyo (o argumento o fundamentos). "En Cristo Jesús, luego, tengo motivos para estar orgulloso de mi trabajo por Dios. Por [=porque] no hablaré de nada, excepto de lo que Cristo ha realizado a través de mí”. Por lo tanto, si usted considera solamente los versículos 14-18, el versículo 17 es el punto central del flujo de pensamiento de Pablo. Esto es apoyado por lo que sucede antes y lo que viene después. Los versículos 16 y 18 lo soportan, por así decirlo.
Pero ¿qué dice el versículo 17? "En Cristo Jesús, luego, tengo motivos para estar orgulloso de mi trabajo por Dios." El punto del versículo 17 no es solamente que Pablo tiene algo de que sentirse orgulloso, sino que ese algo es “en Jesucristo.” Él dice: "En Cristo Jesús, luego, tengo motivos para estar orgulloso de mi trabajo por Dios." es absolutamente crucial identificar que el orgullo de Pablo es “en Cristo Jesús”—por dos razones.
Primera, porque el orgullo es algo desagradable ante los ojos de Dios y Pablo afirma: “Dejad que aquel quien se sienta orgulloso, lo haga en nombre del Señor” (2 Corintios 10:17). Y: “Lejos está de mí el estar orgulloso, excepto en la cruz de nuestro Señor Jesucristo” (Gálatas 6:14). Y: “Entonces ¿qué se convierte en motivo de nuestro orgullo? Esto se excluye” (Romanos 3:27).
Esa es la primera razón que debemos tener clara acerca de lo que Pablo se siente orgulloso en el versículo 17 es “en Cristo Jesús.” Sentirse orgulloso de sí mismo es pecaminoso. ¡Oh que tan delicado es esto! En realidad no es un asunto de palabras. Un pastor puede usar un lenguaje que exalte a Dios para hacer alarde de sí mismo, simplemente hablando demasiado de sí mismo y de su ministerio. Pablo está tomando un riesgo aquí en el versículo 17, pero considere que este libro está totalmente enfocado hacia Dios y no asuma lo peor.
La segunda razón que debemos ver sobre el orgullo de Pablo es “en Cristo Jesús” es que todo el pasaje se construye sobre la verdad que Dios benignamente prepara a través de las personas, de tal forma que cuando el ministro prospera es Dios quien lo ha hecho a través del espíritu de Cristo. Veremos esto un poco más adelante.
De tal forma que el objetivo de Pablo y nuestro objetivo como pastores debería sentirnos orgullosos en Cristo Jesús en todo nuestro trabajo. Es decir, debería enfocar nuestro trabajo de tal forma que Cristo obtenga la gloria. Cuando Pablo dice en el versículo 17, “En Cristo Jesús, luego, tengo motivos para sentirme orgulloso de mi trabajo por Dios,” él quiere decir: “Cristo ha trabajado de tal forma por mí y en mí y a través de mí, que mi trabajo se ha convertido en su trabajo y mi orgullo sobre ese trabajo es el orgullo sobre Cristo.” Ese es nuestro objetivo en la vida y en el ministerio.
Una Ofrenda Aceptable y Santificada
Pero es muy general. El trabajo de Pablo y el objetivo de su trabajo se define con detalles en estos versículos. De tal forma que debemos regresar al versículo 16 hasta el 18, para ver el objetivo de Pablo más concretamente—así como también cual debería ser nuestro objetivo. El mismo objetivo se menciona en los dos versículos pero con palabras diferentes. Leamos los dos y trate de identificar un objetivo común en los dos versículos.
Versículos 15-16: 15 Pero en algunos puntos les he escrito muy osadamente como un recordatorio debido a la gracia que Dios me ha otorgado para ser el ministro de Jesucristo para los Gentiles en el servicio sacerdotal del evangelio de Dios, de tal forma que la ofrenda de los Gentiles pueda ser aceptable, santificada por el Espíritu Santo." Aquí, el objetivo de Pablo es ofrecer los Gentiles a Dios en forma aceptable y santificados por el Espíritu Santo. Pablo cree que su ministerio es un instrumento en las manos de Dios para preparar a un pueblo aceptable y santificado hacia Dios.
Ahora el versículo 18: “Porque no me voy a aventurar a hablar de algo diferente a lo que Cristo ha hecho a través de mí para motivar a los Gentiles a obedecer.” Aquí, el objetivo de Pablo es persuadir a los Gentiles para que obedezcan. Él creía que su ministerio era un instrumento en las manos de Cristo para atraer hacia Dios a un pueblo obediente.
Ahora confrontemos los dos objetivos. Versículo 16: el objetivo es un pueblo aceptable y santificado por el Espíritu Santo. Versículo 18: el objetivo es que un pueblo obediente llegue a Dios a través de Jesucristo. Pienso que los dos representan el mismo objetivo: un pueblo santificado por el Espíritu, un pueblo obediente a través de Jesucristo. Un pueblo sagrado y un pueblo obediente—conformados para la santidad de Dios y para la voluntad de Dios.
Ahora podemos identificar el punto central de este pasaje con un enfoque específico. El versículo 17 dice que la experiencia consagrada de Pablo es llenarse de júbilo o sentirse orgullo en Cristo y lo que él ha hecho a través del ministerio de Pablo. Y los versículos 16 y 18 nos dicen lo que él ha hecho: Él ha presentado a un pueblo santificado y obediente a Dios como una ofrenda de adoración.
De tal forma que podemos expresar el punto central así: La experiencia consagrada de Pablo es llenarse de júbilo o sentirse orgullo en Cristo y su trabajo a través de Pablo para preparar una ofrenda para Dios, es decir un pueblo sagrado y obediente.<ref>1</ref>
Llenándose de júbilo en el trabajo de Dios
No considero que un pastor represente algo diferente a esto. Nuestro objetivo es llenarnos de júbilo en Cristo y su trabajo a través nuestro para preparar hacia Dios a un pueblo sagrado y obediente. Usted podría preguntar: ¿“Por qué no decir simplemente que nuestro objetivo es preparar para recibir a Dios a un pueblo sagrado y obediente?" ¿Por qué usted dice que nuestro objetivo es llenarnos de júbilo o sentirnos orgullosos en Cristo y su trabajo a través nuestro para preparar una ofrenda de un pueblo sagrado y obediente? ¿Por qué hacer énfasis en que nuestro objetivo es llenarnos de júbilo y que es en Cristo trabajando a través de nosotros?”
Existen dos respuestas: Una es que todo el pasado se escribió con base en la verdad de que Dios, Cristo y el Espíritu Santo está trabajando a través de nosotros para que el pueblo de Dios pueda tener santidad y obediencia. Y necesitamos determinar nuestro objetivo en una forma que tome esto en consideración.
Y la otra razón es que la santificación y la obediencia del pueblo de Dios es algo emocionante. Es algo glorioso. Es algo milagroso. Es algo profundamente gratificante y satisfactorio. Ver a un pueblo crecer en obediencia radical a Jesús y verlos perder el amor del mundo y obtener el amor de Cristo, verlos buscar el reino primero y dejar las cosas materiales a un lado, verlos audaces en sus declaraciones y caritativos con los pobres y respetuosos de las diversidades étnicas y practicantes de la pureza sexual y comprometidos con las misiones del mundo y un estilo de vida en tiempos de guerra que maximiza los recursos para la causa global de magnificar a Cristo—Ver que esto pase en nuestro ministerio a través de Jesucristo es lo más grande que le puede pasar a un pastor.
Esta es la razón por la cual el versículo 17 no está expresado solamente en términos de hechos: “En Cristo Jesús, entonces, mi trabajo ha sido fructífero.” Está expresado en términos de una experiencia profunda del alma. “En Cristo Jesús, entonces, tengo razones para estar orgulloso—tengo razones para llenarme de júbilo o hacer alarde, tengo razones para glorificar—acerca de mi trabajo por Dios.” El objetivo del ministerio pastoral es por lo tanto no solamente preparar una ofrenda a Dios de un pueblo sagrado y obediente. Es para llenarse de júbilo en él, sentirse orgullo de él y glorificarlo. Dios no será honrado en nuestro trabajo si nosotros no estamos emocionados por su glorioso trabajo en nuestro trabajo.<ref>2</ref>
Dios está en el trabajo en todo nuestro trabajo
De tal forma que recurriendo a esta verdad de fundamentos presente en todo este texto, es decir en todo nuestro trabajo, es Dios quien está en el trabajo, de tal forma que cuando nos llenamos de júbilo o hacemos alarde, debemos hacerlo para él. Lo puede ver en cuatro lugares. Regresemos y terminemos en el versículo 14 y la aplicación de todo esto al pueblo que ha sido preparado como una ofrenda a Dios. En el versículo 18, no podría estar más claro: “Porque no me voy a aventurar a hablar de algo diferente a lo que Cristo ha hecho a través de mí para motivar a los Gentiles a obedecer.” La única cosa sobre la que Pablo hablará es que Cristo lo hizo a través de él. Note dos cosas: Primero, Pablo trabajó, pero segundo, fue Cristo quien trabajó a través de él. Esta es la forma como Dios nos da importancia pero mantiene toda la gloria para él. 1 Corintios 15:10, “Trabajé más duro que cualquiera de ellos, aunque no fui yo sino la gracia de Dios que está conmigo.” Y los Romanos 11:36, “Desde él y a través de él y para él son todas las cosas. Para él será siempre la gloria. Amén.” De tal forma que podemos ver que en todo nuestro trabajo para preparar una ofrenda para Dios, es Dios quien está en el trabajo.
Luego el versículo 16. Al final, la frase importante es “santificado por el Espíritu Santo.” Eso significa que el Espíritu Santo es la causa decisiva para preparar a un pueblo sagrado para el Señor. El Señor está preparando un pueblo sagrado para el Señor. Pero la intervención de Pablo es visto cuando él describió su papel como “el servicio sacerdotal del evangelio de Dios, de tal forma que la ofrenda de los Gentiles pueda ser aceptable, santificada por el Espíritu Santo.” Eso significa que la aplicación que Pablo hace del evangelio—sus enseñanzas y predicaciones y escritos y exposiciones y aplicaciones del evangelio—es esencial para la santificación de la ofrenda que él está preparando para Dios. El Espíritu Santo no hace su trabajo de santificación aisladamente del evangelio de Cristo (Juan 16:14). Él vino para exaltar a Cristo. Él trabaja para santificar a un pueblo donde Cristo se destaca en todo su trabajo y maravillas. De tal forma que nuevamente podemos ver que en todo nuestro trabajo para preparar una ofrenda para Dios, es Dios quien está en el trabajo.
Luego en el versículo 15 Pablo dice: “Pero en algunos puntos yo les he escrito audazmente como un recordatorio, debido a la gracia que he recibido de Dios.” Aquí está Pablo trabajando activamente para preparar una ofrenda a Dios que es sagrada y obediente—¿Cómo? Escribiendo una carta extensa a los Romanos. Pero tan pronto como las palabras salen de su boca, él manifiesta que esta carta solamente es posible por la “gracia recibida de Dios.” En otras palabras, no escribo con mi propia autoridad ni mi propia fortaleza. En todo mi trabajo para preparar una ofrenda a Dios, es Dios quien está en el trabajo.
Finalmente, en el versículo 14, Pablo Dice: "Estoy muy satisfecho con ustedes mis hermanos, porque están llenos de bondad y conocimiento, lo cual les permite instruirse mutuamente." Esto puede no tener relación con los otros versículos— como si fuera solamente una forma de suavizar las enseñanzas y exhortaciones largas y difíciles de Pablo—”Yo sé que he escrito una carta larga y dura, pero no es precisamente porque usted sea débil o tonto.”
Pero pienso que hay algo más aquí. Analice detenidamente esto. Si todos ellos están “llenos de bondad” y “llenos de conocimiento”, porque necesitarían instrucción—o literalmente, llamados de atención—mutuos? "Estoy muy satisfecho con ustedes mis hermanos, porque están llenos de bondad y conocimiento y pueden instruirse mutuamente." ¿Qué significa es esto? ¿Ellos están llenos de bondad y conocimiento? ¿O necesitan reprenderse mutuamente para crecer en bondad y conocimiento?
Pienso que Pablo diría: Puede decir con base a lo que he escrito que la plenitud no significa perfección. Porque de lo contrario, no habría necesidad de amonestaciones ni instrucciones mutuas. Lo que plenitud significa es que Dios le ha dado abundante bondad y conocimiento hasta el punto donde ustedes pueden desbordarse con admoniciones, exhortaciones, instrucciones, advertencias, estímulos mutuos, de tal forma que lo que le falte a uno el otro lo puede suministrar—y así todos progresaremos hasta alcanzar la santidad y obediencia absolutas. Y todo es con una plenitud que Dios mismo suministra (ver versículo 13).
Una sorprendente tergiversación
Lo cual significa que terminamos con una sorprendente tergiversación para los pastores y su pueblo. Hasta ahora hemos dicho que nuestro objetivo es hacer alarde en Cristo y su trabajo a través nuestro para preparar una ofrenda de un pueblo sagrado y obediente. Hemos hecho énfasis en que la gran verdad sólida de este objetivo es que en todo nuestro trabajo para preparar una ofrenda a Dios, es Dios quién realiza el trabajo. Ahora vemos en el versículo 14, tal vez para nuestra sorpresa, que el pueblo mismo—la ofrenda misma que estamos preparando para Dios—debe tomar las medidas de bondad y conocimiento que tenga y usarlas para amonestarse mutuamente. En otras palabras, en sus ministerios mutuos, ellos son cruciales para prepararse a sí mismos como una ofrenda sagrada y obediente para Dios. Lo cual significa para nosotros como pastores que nuestro objetivo ahora es éste: Llenarnos de júbilo en Cristo y su trabajo a través nuestro para preparar una ofrenda de un pueblo sagrado y obediente por medio de la predicación, enseñanzas, oración y aplicación del evangelio de Cristo, de tal forma que el pueblo mismo esté lleno de bondad y conocimiento para amonestarse, instruirse, exhortarse, prevenirse y estimularse mutuamente.
Y bajo esto objetivo yace la verdad estimulante de Dios: En todo nuestro trabajo—y en todo su trabajo—es Dios quien trabaja. De él, a través de él y para él será la gloria por siempre. Amén.
Notas al pie de página
1 Ver 1 Tesalonicenses 2:19, “¿Para qué sirve nuestra esperanza, alegría o corona de jactancia ante nuestro Señor Jesús durante su venida? ¿No es usted?”
2 Ver el júbilo en Romanos 6:17, “Pero debemos dar gracias a Dios, que ustedes que una vez fueron esclavos del pecado, se han vuelto obedientes de corazón ante las normas de la enseñanza con las cuales se comprometieron.”
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