Moisés fue Escondido
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Fe
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
“Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey” (Heb. 11:23).
- Hebreos 11:23
En los últimos días hemos visto cómo la fe perseverante se manifiesta cuando los verdaderos creyentes mueren en la fe. Hoy veremos a Moisés y cómo la fe se manifestó incluso en sus primeros años.
Para ser específicos, la fe comendada en Hebreos 11:23 no es la fe de Moisés, sino la fe de sus padres. Leemos en el versículo 23 cómo por la fe escondieron a su pequeño hijo porque vieron que su hijo era hermoso y porque no temieron el decreto del rey.
Este versículo resume la historia conocida de Éxodo 1:8-2:10. Los israelitas, quienes una vez ocuparon un lugar de importancia en la sociedad egipcia a causa de José, ahora se encuentran en cautiverio. Un nuevo Faraón ha llegado al poder y, por temor por su propia casa, ha decretado que todos los bebés varones hebreos han de ser asesinados.
Esta crueldad hizo la estancia de Israel en Egipto aún más difícil de soportar de lo que ya había sido. Para que Dios fuese fiel a Sus promesas, se requeriría un cambio dramático de los destinos. En esta realidad, el bebé Moisés nació a Amram y Jocabed.
Estos dos esclavos podrían haber temido el edicto del rey y entregar a su hijo. Pero temieron a Dios antes que a los hombres porque la verdadera fe perseverante obedece a Dios y no a los decretos de hombres malvados. Escondieron a Moisés a pesar de que su desobediencia podría haber sido descubierta (y castigada) en cualquier momento.
Los padres de Moisés lo escondieron porque veían que su hijo era “hermoso”. El significado completo de esta palabra en este contexto no es muy claro. Sin embargo, confiadamente podemos estar de acuerdo con Calvin que “en el niño hubo alguna marca, por así decirlo, de la futura grandeza impresa, que dio la promesa de algo extraordinario.” Tal vez Amram y Jocabed vieron que este niño podría ser el que Dios usaría para cumplir Sus promesas.
En un sentido difuso, Moisés trajo consigo las promesas de Dios al liderar al pueblo de Dios de la esclavitud en Egipto. Pero Moisés no trajo el descanso final y definitivo prometido al pueblo de Dios. No, tomaría otro niño hermoso nacido un milenio más tarde en Belén para hacer eso. Y ese niño, al igual que Moisés, también sería protegido por padres que, por la fe, no temieron el edicto del rey, sino que hicieron lo necesario para salvarlo (Mat. 2:13-23).
Coram Deo
¿Teme el edicto del rey? ¿Está más preocupado por su propia seguridad que con el reino de Dios? La verdadera fe perseverante teme a Dios y no a los decretos de los gobernantes malvados. Ore por los creyentes de todo el mundo que están sufriendo por su temor a Dios y pídale al Señor que le ayude a temerle a Él y no a los edictos de los hombres malvados.
Pasajes para Estudio Adicional
Jue. 4
Neh. 4
Sal. 3:1-6
Hechos 21:7-14
Ap. 2:12-17
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