No Críes Niños Buenos

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English: Don’t Raise Good Kids

© Desiring God

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Por Jon Bloom sobre Santificación y Crecimiento

Traducción por Natalia Micaela Moreno


Padres, no críen niños buenos. Soy un niño bueno en recuperación, y estoy aquí para decirles que el evangelio no es para niños buenos.

Fui bastante fácil de criar para mis padres. En general, era obediente, tenía una personalidad optimista y cálida, no me metía en ningún problema serio, era del agrado de mis maestros en su mayor parte, generalmente me iba respetablemente bien en la escuela, era un líder en los grupos de mis iglesias y tenía muchos amigos. Los excesos de mi adolescencia sólo generaban sonrisas burlonas y rodadas de ojos.

Mis padres y la mayoría de los adultos en mi vida me afirmaron que era un buen niño, y lo creí. Lo cual me planteó un problema: Era difícil captar el Evangelio.

¿Yo? ¿Infierno?

Aunque creo que mi conversión preadolescente fue real (Dios es misericordioso de producir y honrar una pequeña semilla de verdadera fe), fue difícil tragar que yo era así de malo. Dios mostrando favor por mí en la redención tenía sentido porque otros habían mostrado favor por mí. Pero fue difícil para mí ver que este favor no era la aprobación de un buen niño sino el perdón de un pecador condenado. ¿En serio? ¿Yo, merecer el infierno?

Me tomó bastante tiempo (de hecho, todavía estoy recuperándome), ver que en realidad estaba (estoy) profundamente depravado. Gran parte de mi buen comportamiento exterior fue alimentado por motivos malvados y egoístas. Debajo de mi máscara de buen hijo había una persona que robaba gloria, envidiosa, codiciosa, idólatra y lasciva.

Lo Que Realmente Es La Depravación Total

Por eso creo que una de las mejores cosas que los padres podemos hacer por nuestros hijos es enseñarles la doctrina de la depravación total. Así es como John Piper lo pone en el nuevo libro Cinco Puntos: Hacia una experiencia más profunda de la gracia de Dios:

La totalidad de esa depravación claramente no es que ese hombre haga tanto mal como podría hacer. No hay duda de que ese hombre podría realizar más actos malvados hacia este prójimo que lo que hace. Pero si se impide realizar actos más malos por motivos que no se deben a su alegre sumisión a Dios, entonces incluso su “virtud” es malvada a los ojos de Dios.
Romanos 14:23 (LBLA) dice: “Todo lo que no procede de fe, es pecado.” Esta es una acusación radical de toda "virtud" natural que no fluye de un corazón humildemente confiando en la gracia de Dios. (Cinco puntos, páginas 17–18)

Revoltosos Disfrazados de Obedientes.

Ahí está la clave: “todo lo que no procede de fe, es pecado.” La bondad no es un comportamiento que esté por encima de la línea media en relación con otras personas pecaminosas. La bondad es un fruto de la fe (Gálatas 5:22). Cuando el buen comportamiento de los niños no fluye de una profunda confianza en Dios, están siendo buenos por malas razones. Son sólo revoltosos disfrazados de obedientes.

¡La buena noticia es que Jesús vino a salvar a los revoltosos! Pero es crucial que los revoltosos sepan que son revoltosos, porque “Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos; [Jesús] no ha venido a llamar a justos, sino a pecadores.” (Marcos 2:17, LBLA).

Así que padres, asegúrese de tener un firme control sobre la verdadera doctrina de la depravación total para que no alienten la bondad malvada en sus hijos. Porque aparte de Jesús, nada bueno habita en ellos (Romanos 7:18).


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