No vuelvan a la esclavitud

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English: Don't Go Back from Sonship to Slavery

© Desiring God

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Por John Piper sobre La Guerra Espiritual
Una parte de la serie Galatians: Broken by His Cross Healed by His Spirit

Traducción por Maria del Carmen Zanassi


Gálatas 4:1-11

“Digo pues, mientras el heredero es menor de edad en nada es diferente del siervo, aunque sea el dueño de todo, sino que está bajo guardianes y tutores hasta la edad señalada por el padre. Así también nosotros, mientras éramos niños, estábamos sujetos a los espíritus elementales del universo. Pero cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, a fin de que redimiera a los que estaban bajo la ley, para que recibieran la adopción como hijos. Y porque sois hijos, Dios ha enviado al Espíritu de su hijo a nuestros corazones clamando: ¡Abba! ¡Padre! Por tanto, ya no eres siervo, sino hijo; y si eres hijo también eres heredero por medio de Dios.

Pero en aquel tiempo, cuando no conocíais a Dios, erais siervos de aquellos que por naturaleza no son dioses. Pero, ahora que conocéis a Dios, o más bien, que sois conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis otra vez a los espíritus débiles, miserables y elementales, a las cuales deseáis volver a estar esclavizados? ¡Observáis los días, los meses, las estaciones y los años! Temo que quizá haya trabajado por vosotros en vano.”

Esta mañana, les quiero hablar de la típica manera en que los demonios obran en las religiones contemporáneas, incluyendo la conocida iglesia cristiana. Creo que van a darse cuenta de que este método que usan carece bastante de cualidades enriquecedoras. Frecuentemente, evitan la apariencia maligna, para que no quede al descubierto que son demonios despiadados que destruyen la vida. Por lo tanto, su trabajo dentro de la iglesia resulta extraordinariamente engañoso.

Contenido

La Obra de los Demonios

Por supuesto, en la actualidad la mayoría de las personas no cree en los demonios – espíritus malignos que están en contra de Dios, ciegan la mente de los no creyentes y hacen todo lo posible por engañar aún a los elegidos. Hay tanta diferencia entre el vudú, los curanderos, la magia negra, la adivinación y el exorcismo, por una parte, y la tecnología espacial, la microcirugía, los procesadores de textos, los sistemas de computación y la psicoterapia, por otra parte, que resulta muy difícil que el Occidente emancipado, ilustrado y tecnológico crea en los demonios. Aunque Nuestro Señor consideró a los demonios de una gravedad mortal, nos cuesta tomarlos en serio porque en nuestra cultura no vemos muchas de esas manifestaciones sobrenaturales extrañas, que típicamente asociamos con los demonios.

Pero si rechazamos la realidad, también rechazamos el consejo de Jesús y de todos sus apóstoles: “Si por el dedo de Dios, echo fuera a los demonios, entonces el reino de Dios ha llegado a vosotros”, dijo Jesús (Lucas 11:20). Pablo dijo: “Nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados y poderes. . .contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales” (Efesios 6:12). Pedro dijo: Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8). Santiago dijo: “Resistid al diablo y huirá de vosotros” (Santiago 4:7). Juan dijo: “Todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, del cual habéis oído que vendría, y que ahora ya está en el mundo” (1 Juan 4:3). Tenemos que darnos cuenta que, ya en el pre-científico primer siglo, el apóstol Pablo, bajo una inspiración divina, reveló un típico plan demoníaco, el cual es muy frecuente en la sociedad occidental del siglo veinte y precisamente tan destructivo como cualquier vudú, maleficio o adivinación. Es limpio, es moral, es religioso y es diabólico. Pablo nos lo explica en Gálatas 4:1-11.

Volver a la Esclavitud

El punto principal de este pasaje es: no se aparten de Cristo y se conviertan en esclavos de los demonios. Observen el versículo 8: “En aquel tiempo, cuando no conocíais a Dios, erais siervos de aquellos que por su naturaleza no son dioses”. Pablo se reserva la palabra “Dios” para el verdadero Dios. Sabe que anteriormente los gálatas estaban bajo la influencia de estos seres a quienes llamaban “dioses”. Lo importante para nosotros es entender que él no niega la existencia de estos seres. Solamente niega que por su naturaleza tengan derecho a que se los llame dioses. Lo mismo podemos ver en 1 Corintios 8:5: “Aunque haya algunos llamados dioses, ya sea en el cielo o en la tierra, como por cierto hay muchos ´dioses´ y muchos ´señores´ - sin embargo, para nosotros hay un solo Dios, el Padre, de quien proceden todas las cosas”. En otras palabras, aunque a él no le gustan que lleven esos títulos, Pablo admite que sí existen los tan llamados ´dioses´ y ´señores´. En 1 Corintios 10:20, deja bien en claro que esos seres son demonios: “Lo que los paganos sacrifican lo ofrecen a los demonios, no a Dios; no quiero que seáis partícipes con los demonios”. En Gálatas 4:8, Pablo dice que antes, los gálatas gentiles no habían conocido al Dios verdadero, pero habían sido esclavos de los demonios, quienes ejercieron su poder a través de prácticas religiosas.

El peligro que enfrentaban ahora como nuevos cristianos es que podrían volver a convertirse en esclavos otra vez, después de haber probado la alegría y la libertad de Cristo. Presten atención al versículo 9: “¿Cómo es que os volvéis otra vez a los mismos espíritus elementales esclavizadores? Está claro que en la RSV (Versión Standard Revisada) los traductores consideran que los “espíritus elementales débiles y miserables” (en el v 9) son los mismos seres esclavizadores del versículo 8: “En aquel tiempo erais esclavos de esos seres demoníacos”. Versículo 9: “¿Cómo es que volvéis a ser esclavos de esos mismos espíritus elementales?”. Otras versiones no usan la traducción “espíritus elementales”. La KJV (Versión King James) dice “elementos débiles y miserables”. La NIV (Nueva Versión Internacional) lo traduce como “principios ineficaces y sin valor”. Y la NASB (LBLA La Biblia de las Américas) dice “las cosas débiles, inútiles y elementales”. La palabra griega stoicheia encierra todos estos significados: principios básicos, elementos del mundo material o seres espirituales que existen entre los hombres y Dios. La pregunta es ¿cuál de ellos se ajusta mejor al contexto?

¿Esclavos de los Demonios o de la Ley?

De la conexión entre los versículos 8 y 9 resulta probable que la mejor traducción es “espíritus elementales”, porque el versículo 8 habla de una esclavitud a los seres espirituales anterior y el versículo 9 habla del peligro de volver a esa esclavitud. Examinen la conexión entre los versículos 9 y 10. Esta sugiere que los gálatas no están volviendo a ser esclavos de los espíritus malignos, sino de la ley judía. El versículo 10 dice: “Observáis los días, los meses, las estaciones y los años. Me temo que he trabajado en vano por vosotros”. Probablemente se refiera a los días sagrados y a los festivales judíos. Cuando uno lee el versículo 8 a la luz del versículo 10, parecería que las cosas elementales son ordenanzas legales más que seres espirituales.

¿Cómo podemos hacer honor a los versículos 8 y 9 al tratar de entender el versículo 10? El versículo 9 dice que los gálatas están cambiando de Cristo a la esclavitud. El versículo 8 sugiere que son esclavos de los demonios, mientras que el versículo 10 sugiere que son esclavos de las ordenanzas legales, con respecto a los días sagrados y a los festivales. Creo que la manera de respetar ambos versículos es tomarlos como ciertos y aceptar que hay una profunda y sutil relación entre los demonios y la ley de Dios.

Como menciona el versículo 10, es cierto que los gálatas estaban por aceptar las enseñanzas judaizantes sobre la circuncisión, las leyes de alimentación y los días sagrados, que debían observarse para demostrarle a Dios que eran dignos de su bendición. El versículo 10 se ajusta perfectamente a todo lo que vimos hasta ahora sobre los peligros del legalismo. En el versículo 10, el temor de Pablo de haber trabajado en vano se asemeja a Gálatas 3:2-4: “¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley o por escuchar con fe?. ¿Tan insensatos sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu vais a concluir ahora por la carne? ¿Habéis padecido tantas cosas en vano? ¡Si es que en realidad fue en vano! Tanto en 3:2-4 como en 4:9-11, el peligro es que estos nuevos cristianos van a cambiar de la dependencia al Espíritu de Cristo a la dependencia en ellos mismos (la carne). El peligro es que empiezan a usar la ley de Dios como una descripción de la obra divina para ayudarlos a demostrar su cumplimiento moral con Dios, en la esperanza de obtener los beneficios de su bendición. Por lo tanto, el versículo 10 se ajusta perfectamente a todo lo que vimos hasta ahora sobre los peligros del legalismo.

El versículo 8 nos da una concepción aún más profunda de lo que sucede cuando alguien hace uso de la ley de esa manera. Este versículo nos muestra que ser esclavos de la ley es realmente ser esclavos de los demonios: “Cuando no conocíais a Dios, erais siervos de aquellos que por naturaleza no son dioses”. Lo más asombroso de este pasaje es que Pablo dice que los gálatas cristianos están en peligro de volver a la esclavitud de su religión pagana anterior, cuando se convirtieron al legalismo de los judaizantes. Recuerden que estos nuevos gálatas creyentes eran gentiles cuyo pasado no estaba ligado a la ley judía, sino al paganismo e idolatría de los gentiles. Por lo tanto, los judaizantes – estos rigurosos monoteístas morales fuera de Jerusalén – deben haberse quedado pasmados al oír a Pablo decir a los gálatas: si usan la ley judía para demostrar a Dios el mérito de su virtud, caen bajo la influencia de los demonios y eso no es mejor que la idolatría que practicaban antes. En otras palabras, Pablo dejó al descubierto la típica estrategia demoníaca, que es tan frecuente en las religiones del siglo veinte como lo era en la época de Pablo. Es limpia, es moral, es religiosa y es diabólica.

Disfrazados de Servidores de la Justicia

Uno de mis deberes como pastor de este rebaño es ayudarlos a estar alertas a los métodos engañosos de Satanás. Se esfuerza implacablemente en destruir la dependencia sincera en la gracia soberana de Dios. Si no logra que desobedezcan los mandamientos de Dios, se va a esforzar para que los obedezcan con un espíritu equivocado. ¿Se acuerdan de lo que dice Romanos 7:11? : “El pecado, aprovechándose del mandamiento, me engañó, y por medio de él me mató”. Pablo podía haber escrito lo mismo sobre Satanás y los demonios: a ellos les encanta usar la ley sagrada de Dios para engañarnos y matarnos si pueden – al tentarnos a usar la ley como un medio de justicia propia.

Había algunos apóstoles falsos en Corinto que veían la ley de esa manera. Presten atención a lo que dice Pablo sobre ellos en 2 Corintios 11:13-15: “Tales hombres son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es de extrañar, pues aún Satanás se disfraza como ángel de luz. Por tanto, no sorprende que sus servidores también se disfracen como servidores de justicia” Es una afirmación audaz. Satanás y sus servidores llevan a cabo algunas de las obras más destructivas en la iglesia al convertirse en “servidores de la justicia” ¿Qué clase de justicia? La clase de justicia que se describe en Romanos 10:3: “Desconociendo la justicia de Dios y procurando establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia de Dios”. Satanás y sus demonios se especializan en tomar los mandamientos de la ley y tentar a la gente en la iglesia haciendo que esos mandamientos se conviertan en el fundamento de la justicia propia. Detrás de la enseñanza legalista de los judaizantes, Pablo veía un antiguo plan demoníaco para destruir la fe auténtica y con ella a la iglesia. No resulta extraño que esta carta muestre la indignación justa de Pablo.

¿Se dan cuenta de lo que significa para nosotros? A Satanás no le importa si tratan de cumplir los diez mandamientos siempre que ustedes se lleven el mérito por observarlos. En realidad, él los va ayudar en su resolución moral si lo hacen de esa manera. A Satanás no le interesa si van a la iglesia o enseñan en la Escuela del Domingo o predican, si tratan de que cese la proliferación de armas nucleares, si presionan por un proyecto de ley sobre la vida humana o piden oraciones en las escuelas – él está completamente a favor de todo lo que está en la agenda moral de ustedes, siempre que confíen en ustedes mismos y no en el Espíritu de Cristo y que se lleven el mérito en vez de adjudicarle humildemente toda la gloria a Dios. Por lo tanto, no estén desprevenidos. Nuestro adversario tiene un plan inteligente por el cual él tiene como objetivo destruir nuestras vidas y la iglesia.

Pero vamos a finalizar con una profunda palabra de esperanza.

Aunque estén demonios mil
Prontos a devorarnos
No temeremos porque Dios
Sabrá cómo ampararnos.
¡Qué muestre Satanás su vigor y su furor!
Dañarnos no podrá
Pues condenado está
Por la Palabra Santa.

Un ejemplo de la Palabra que puede condenar a Satanás en nuestras vidas es Gálatas 4:3-7: “Cuando éramos niños estábamos sujetos a servidumbre bajo las cosas elementales del mundo. Pero cuando vino la plenitud del mundo, Dios envió a su Hijo a nuestros corazones, clamando: ¡Abba! ¡Padre! Por tanto, ya no eres siervo, sino hijo; y si eres hijo, también heredero por medio de Dios”.

¿Entienden lo que significa? Significa que cuando llegó la hora señalada, Dios miró desde lo alto a su propio mundo bajo el dominio de Satanás y le dijo a su Hijo: “Prepárate para la invasión. La artillería del enemigo será pesada. En realidad, antes de que llegues lejos en la costa te matará. Pero, te resucitaré de entre los muertos y la cabecera de playa que has establecido se propagará hasta que invada cada lengua, tribu y nación. Liberaré pueblo por pueblo de la esclavitud a los demonios y a la ley. Involucraré en nuestro movimiento a todos aquellos que confían en ti, mi Hijo, y enviaremos tu Espíritu para darles poder y conducirlos a la gloria. Y serán mis hijos y herederos de todo lo que tengo. Satanás será vencido, todos los que no creen serán desterrados a vivir en las tinieblas y la tierra se llenará de nuestra gloria como las aguas cubren los mares”



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