Otro Día Más Adelante
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Los Pactos
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
“Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día” (Heb. 4:8).
- Hebreos 4:8
Una y otra vez, el capítulo 4 de Hebreos nos dice que todavía hay un reposo por venir para el pueblo de Dios. Este reposo por venir no es otro que la plenitud del propio reposo de Dios (v. 4). Para que nadie piense que Israel entró en el reposo de Dios cuando conquistaron a Canaán, el autor cita el Salmo 95 (v. 7), dando a entender que el reposo final todavía estaba a años en el futuro después de la entrada a la Tierra Prometida porque en ese salmo David presentó la promesa de reposo a las personas que ya estaban establecidas en Canaán.
Por lo tanto, el hecho de que la generación que entró a Canaán no entró en la plenitud del reposo de Dios se ha dado a entender, pero no es enseñado explícitamente hasta ahora en el capítulo 4 de Hebreos. Hebreos 4:8, sin embargo, cambia todo esto al enseñar explícitamente que el pueblo de Dios no disfrutó el reposo completo cuando entraron a Canaán.
Se nos dice que si Josué hubiese dado al pueblo el reposo, no habría ninguna mención de un día de reposo más adelante. Esto es especialmente importante para el público judío de esta carta. Ellos entendían las Escrituras Hebreas, y sabían que la primera generación que salió de Egipto efectivamente no logró entrar en el reposo de Canaán. Pero era posible objetar que, si bien la primera generación fracasó, la segunda generación bajo Josué sí triunfó y sí entró en el reposo de Dios. John Owen escribe que una posible objeción al autor de Hebreos era que “la siguiente generación, bajo el liderazgo de Josué, entró y disfrutó el reposo del que los demás habían sido excluidos. Este, por lo tanto, fue el reposo previsto, que ahora disfrutamos. Así que, ¿cómo puede proponer otro reposo para nosotros?”
El público original de Hebreos estaba en peligro de regresar al antiguo pacto debido a la persecución. Ellos estaban tentados a abandonar el reposo de Cristo por el reposo provisional de la Ley. El autor tiene que recordarle a su público que el reposo de Canaán no era el reposo completo de Dios. Porque si lo hubiera sido, Dios no habría hablado de otro reposo más adelante en el Salmo 95.
Josué no trajo a la gente al reposo completo de Dios. No conquistaron toda la tierra como se suponía que debieron. Ellos hicieron pactos con los no creyentes y fueron llevados a la idolatría. Josué no nombró ningún sucesor y el pueblo se quedó sin pastor. Como resultado de todo esto, el período siguiente de los Jueces fue una época de gran caos.
Coram Deo
Jesús, el segundo Josué, es el único que nos puede llevar a la plenitud del reposo de Dios. Destruyó el poder de todos Sus enemigos en la cruz. Su reinado desde el trono de David hoy garantiza que Él traerá a su pueblo a la plenitud de su reposo. Recuerde esta obra de realeza de Jesús y adórele por ser el agente del reposo de Dios.
Pasajes para Estudio Adicional
Jos. 23
Sal. 24
Lucas 1:26-33, 2:22-38
1 Cor. 15:25
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