Por el amor de Dios, Volumen 1/1ro de mayo
De Libros y Sermones BÃblicos
Por D.A. Carson
sobre Vida Devocional
Capítulo 123 del Libro Por el amor de Dios, Volumen 1
Traducción por Jaime Duran
1ro DE MAYO
Números 8, Salmo 44; Cantar de los Cantares 6; Hebreos 6
ANTES QUE COMENZARAN SUS TAREAS POR PRIMERA VEZ, los levitas fueron apartados para un ritual que Dios mismo estableció para "hacerlos ceremonialmente limpios" (Núm. 8:5-14). Los detalles no tienen por qué interesarnos aquí. Lo que vamos a reflexionar es acerca del razonamiento teológico que Dios da para ordenar las cosas de esta manera.
Parte de lo que hemos escuchado con anterioridad: por cierto es a modo de revisión. Dios mismo los ha "tomado como mi propiedad", es decir (8:16), que ha seleccionado a los levitas "de entre los hijos de Israel" (8:6) para que fueran peculiarmente suyos, "en lugar de los primogénitos, los primeros varones hijos de cada mujer israelita" (8:16). La razón fundamental es revisada: y esto se deriva del Éxodo, de la primera Pascua, cuando los primogénitos de los egipcios fueron muertos, sin que nada le sucediera a los hijos primogénitos de Israel (8:17-18).
Pero ahora un nuevo elemento es introducido. Dios ha "tomado" a los levitas para que fueran peculiarmente suyos, y habiéndolos "tomado", Él también los "dio" como "regalo" a Aarón y sus hijos, los príncipes de los sacerdotes, "para que realizaran el trabajo en la Tienda de Reunión en nombre de los israelitas y para que hicieran expiación por ellos para que ninguna plaga cayera sobre los israelitas cuando se acercarán al Santuario" (8:19). Así que Dios los "tomó" y luego los “dio” a su pueblo.
Formalmente, por supuesto, Dios se los “dio” a Aarón y a sus hijos, pero como el trabajo que los levitas hacen es para el beneficio de todo Israel, el sentimiento es que Dios ha dado a los levitas para la nación entera. El patrón se escribe nuevamente diez capítulos más adelante (Números 18:5-7). Dios le dice a Aarón: «Yo mismo he seleccionado a tus hermanos los levitas de entre los hijos de Israel como regalo para ti" (18:6).
El paralelo más cercano que encontramos en el Nuevo Testamento está en Efesios 4. Con su muerte y resurrección, Cristo Jesús "llevó consigo a los cautivos y dio dones a los hombres" (Efesios 4:8). Las palabras del Salmo 68:18 son ostensiblemente citadas, donde el texto hebreo dice que Dios recibió dones de los hombres. Pero se ha afirmado, con razón, que el Salmo 68 asume temas como aquellos de Números 8 y 18, y que en todo caso Pablo fusiona Números junto con Salmos 68 para enfatizar su punto. Bajo el nuevo pacto, Cristo Jesús con su triunfo nos ha capturado, a cada uno de nosotros (Ef. 4:7) nos ha repartido gracia y luego nos ha ofrecido nuevamente a la iglesia como Su "don para los hombres."
Así es como hemos de pensar de nosotros mismos. Somos cautivos en Cristo, tomados de la raza de portadores de la imagen de rebeldes y luego dados como "dones de Dios para los hombres." Quien invierte todo nuestro servicio con dignidad inimaginable.
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