Por el amor de Dios, volumen 1/16 de octubre

De Libros y Sermones Bíblicos

16 DE OCTUBRE

1 Reyes 19, 1 Tesalonicenses 2, Daniel 1, Salmo 105

Sin duda Elías espera que, después de la confrontación triunfante en el Monte Carmelo, Israel se convertiría de nuevo al Dios vivo (1 Reyes 19). Tal como lo había ejecutado a los falsos profetas, por lo que la propia reina Jezabel sería eliminada por la demanda popular de un pueblo enfurecido decidido a ser fiel y leal a la alianza. Tal vez incluso el rey Acab se arrepentiría y vendría a bordo.

No funciona de esa manera. El rey Acab informa todo lo que le ha pasado a Jezabel, y Jezabel le deja a Elías saber que él está prácticamente acabado (19:2). La gente no está en ninguna parte para ser vista. “Elías se asustó y corrió por su vida” (19:3), se nos dice. De hecho, una variante textual, que puede ser original, dice: “Elías vio y corrió por su vida”, es decir, ahora veía las dimensiones del problema en su totalidad, y echó a correr. Se dirige hacia el sur hasta Beerseba en el extremo sur del reino de Judá, dejo a su siervo, y sigue adelante. Finalmente llega al Monte Horeb, el sitio de la promulgación de la ley. Está tan profundamente deprimido que quiere morir (19:4). Peor aún, no sucumbe a un poco de auto-lástima. Todo el mundo había rechazado a Dios, todos los hijos de Israel habían roto la alianza, todos los profetas, excepto Elías habían sido condenados a muerte: “Yo soy el único que queda, y ahora están tratando de matarme a mí también” (19:10).

Uno puede simpatizar con la desesperación de Elías. En parte, se basa en las expectativas no cumplidas. Pensó que todo lo que había tenido lugar desencadenaría una renovación masiva. Ahora se siente no sólo aislados, sino traicionado. Y, sin embargo:

(1) Tiene sus hechos equivocados. Él sabe que por lo menos un centenar de los profetas del Señor todavía están vivos, aunque estén en la clandestinidad (18:13).

(2) No está en un estado adecuado para juzgar el corazón de todos los hijos de Israel. Algunos pueden ser leales a Jehová, pero aterrorizado de Jezabel, y por lo tanto mantener la cabeza hacia abajo. Después de todo, no es que lo que se está haciendo.

(3) Dios mismo asegura a Elías que ha “reservado” para sí siete mil personas que nunca se han postrado ante Baal y nunca le dio un beso (19:18). Esto es el principio de un gran tema bíblico, la doctrina de lo que queda. La comunidad de la alianza en su conjunto puede convertirse en apóstata, pero Dios Todopoderoso todavía “reservas” para sí un remanente fiel, que a su tiempo se convertirá en el núcleo de la iglesia del Nuevo Testamento.

(4) Dios trabaja a veces y habla en forma tranquila, y no en la confrontación masiva (19:11-13).

(5) Más tarde o más temprano incluso los líderes más fuertes, sobre todo los más fuertes líderes, necesitan un aprendiz más joven y ayudante esté con ellos, para que lleven parte de la carga, y, finalmente, hacerse cargo de la obra (19:19-21).