Por el amor de Dios, volumen 1/17 de octubre

De Libros y Sermones Bíblicos

17 DE OCTUBRE

1 Reyes 20, 1 Tesalonicenses 3, Daniel 2, Salmo 106

LA INTENSIDAD DE LA RELACIÓN entre Pablo y sus conversos una y otra vez. Nunca hay una solo rastro de profesionalismo en Pablo. Por todo lo dispuesto que está en ocasión para pararse en su autoridad apostólica, su postura frente a las iglesias que él ha fundado nunca una de superioridad distante. Cuando Pablo se encontró incapaz de visitar a los creyentes de Tesalónica para saber cómo les iba, y en este caso estaba especialmente preocupado ya que todo su ministerio en Tesalónica duró sólo un mes, por lo que estos creyentes no estaban tan bien fundamentada como la mayoría conversos, Paul decidió enviar a Timoteo a cerciorarse (1 Tes 3:1-2). Ahora que Timoteo se reunió con Pablo en Atenas, trayendo consigo los informes maravillosos de la fe y el amor de los tesalonicenses (3:6, dos elementos de la tríada Paulina, ver la meditación del 11 de octubre), por no hablar de su lealtad a Pablo y al evangelio apostólico, la alegría de Pablo no tiene límites: “Por lo tanto, hermanos, en toda nuestra necesidad y aflicción fuimos consolados por vosotros por causa de vuestra fe. Por ahora vivimos realmente, ya que estamos firmes con el Señor” (3:7-8). Ni siquiera eso es suficiente. Pablo exclama: “¿Cómo podemos agradecer suficientemente a Dios por vosotros, por todo el gozo que tenemos en la presencia de nuestro Dios, por vosotros?” (3:9).

Esto a su vez desencadena la revelación de Pablo de cómo se reza por los tesalonicenses.

(1) Pablo ora constantemente (“día y noche “, dice), “seriamente” que de alguna manera fuera capaz de volver a Tesalónica “y ofrecer lo que falta a vuestra fe” (3:10-11). Esta iglesia naciente ha disfrutado un poco de crecimiento básico. Pablo siente un enorme peso de la responsabilidad en ofrecerlo, para delinear todo el consejo de Dios, articular el Evangelio integral, enseñar a estos hermanos y hermanas como la Biblia se organiza, y proporcionar una visión clara del objeto propio de su fe, para que su fe, subjetiva, estuviera bien fundamentada.

(2) Mientras tanto, él ora para que el amor de los tesalonicenses de los unos por los otros “aumente y desborde” (3:12). Pablo sabe que una comunidad cristiana que es bien amada no sólo refleja el Evangelio de la vida, sino que proporciona el marco de apoyo en el que se incorpora la enseñanza bíblica. Una comunidad que riñe aleja a la gente. Por otra parte, en esta cultura muchas relaciones se establecieron sobre la base de la obligación. Un “benefactor” provee algo, y el receptor le debe la reverencia o servicio determinado. Por el contrario, Pablo quiere que los cristianos trasciendan esas limitaciones culturales, por lo que todo cristiano vive constantemente descargando la “obligación” de amarnos unos a otros, superando ampliamente una mera represalia mezquina.

(3) Pablo ora para que Dios fortalecerá los creyentes de Tesalónica a vivir de tal manera que estén listos para el regreso de Jesús (3:13).