Por el amor de Dios, volumen 1/19 de febrero
De Libros y Sermones BÃblicos
Por D.A. Carson
sobre Vida Devocional
Capítulo 52 del Libro Por el amor de Dios, volumen 1
Traducción por Gabriella Maldonado
19 DE FEBRERO
Exodus 2; Luke 5; Job 19; 1 Corintios 6
EN LOS ACONTECIMIENTOS MÁS CRUCIALES DE LA HISTORIA RENDENTORA, Dios toma dolores considerables para asegurarse de que nadie puede concluir correctamente que estos acontecimientos fueron generados por determinación humana o ingenio. Ellos fueron generados por el mismo Dios, en su momento, según su plan, por sus medios, para su gloria aún en la interacción con su pueblo. Todo esto pierde validez en Éxodo 2:11-25.
La cuenta es breve. No nos dice cómo la madre de Moisés inculcó en él un profundo sentido de identidad con su propia gente antes de ser criado en la casa real. Tal vez él gozó de un contacto continuo con su madre biológica; tal vez como un hombre joven se profundizó en su pasado e investigó a fondo la situación y el sometimiento de su propio pueblo. Nos presentan a Moisés cuando ya se ha identificado con los esclavos Israelitas que está dispuesto a asesinar a un brutal esclavo soberano egipcio. Cuando descubre que el asesinato que cometió ya es noticia pública, él debe huir por su vida.
Sin embargo, uno no puede dejar de reflexionar sobre el lugar de este episodio en la trama que conduce al liderazgo de Moisés del éxodo algunas décadas más tarde. Por la acción judicial de Dios, muchos egipcios entonces morirían. Así que ¿por qué Dios no usa ahora a Moisés, mientras sigue siendo un hombre joven, lleno de celo y afán de servir y emancipar a su pueblo?
Simplemente no es el camino de Dios. Dios quiere que Moisés aprenda sobre mansedumbre y humildad, para que recurra a la intervención de Dios poderosa y espectacular, para esperar el tiempo de Dios. El actúa de tal manera que nadie será capaz de decir que el verdadero héroe es Moisés, el gran visionario. A los ochenta años, Moisés no quiere servir de esta manera; Ya no es un visionario idealista e intenso. Es un anciano quien Dios casi intimida (Ex. 3) y amenaza para que lo obedezcan (Ex. 4:14). No hay por lo tanto ningún héroe sino Dios y no hay gloria para cualquiera que no sea Dios.
El capítulo termina registrando que "los Israelitas gimieron en su esclavitud y gritaron; y su clamor por ayuda a causa de su esclavitud subió a Dios. Dios escuchó sus gemidos y recordó su pacto con Abraham"(2:23-24). Esto no significa que Dios había olvidado su pacto. Ya hemos visto que Dios explícitamente le dijo a Jacob que descendiera en Egipto y predijo que Dios traería algún día el plan de pacto. El mismo Dios que soberanamente arregla estos asuntos y solemnemente predice lo que hará, elige lograr el cumplimiento de estas promesas por interactuar personalmente con su gente del pacto en su angustia, respondiendo al clamor de ellos.
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