Por el amor de Dios, volumen 1/1ro de julio

De Libros y Sermones Bíblicos

Saltar anavegación, buscar

Recursos Relacionados
Leer más Por D.A. Carson
Indice de Autores
Leer más sobre Vida Devocional
Indice de Temas
Recurso de la Semana
Cada semana enviamos un nuevo recurso bíblico de autores como John Piper, R.C. Sproul, Mark Dever, y Charles Spurgeon. Inscríbete aquí—es gratis. RSS.

Sobre esta Traducción
English: For the Love of God, Volume 1/July 1

© The Gospel Coalition

Compartir esto
Nuestra Misión
Esta traducción ha sido publicada por Traducciones Evangelio, un ministerio que existe en internet para poner a disponibilidad de todas las naciones, sin costo alguno, libros y artículos centrados en el evangelio traducidos a diferentes idiomas.

Lea más (English).
Como Puedes Ayudar
Si tú puedes hablar Inglés bien, puedes ofrecerte de voluntario en traducir

Lea más (English).

Por D.A. Carson sobre Vida Devocional
Capítulo 184 del Libro Por el amor de Dios, volumen 1

Traducción por Arturo Valbuena M.


1ro DE JULIO

Josué 3; Salmos 126-128; Isaías 63, Mateo 11

EL PRIMER VERSÍCULO DEL Salmo 127 es citado a menudo hoy en día: “A menos que el SEÑOR edifique la casa, los constructores trabajan en vano.” En una época de superpoblación, citamos con menos frecuencia el versículo 3: “Los hijos son una herencia del SEÑOR, los niños son una recompensa de ÉL.” Podríamos ganar una cierta perspectiva útil mediante la observación de cuatro cosas.

Primero, en hebreo el salmo despliega un par de juegos de palabras que no se aplican en inglés, y estos juegos dan pistas sobre cómo leer el salmo. La palabra casa (127:1) puede referirse a un edificio. Por extensión, esto se aplica entonces a la ciudad en un sentido metafórico (127:1 b-3). Más importante aún, la casa también puede referirse a un hogar, construida en este caso por la bendición de los niños (127:3-5). Por otra parte, los constructores y los hijos suenan similarmente en hebreo.

Segundo, esto sugiere que el tema unificador de las distintas partes superficiales del salmo es que en todas las esferas de la vida sólo la bendición y la provisión de Dios puede dar lugar a un resultado exitoso. En el nivel más mecánico de la construcción de una casa, esto es cierto. Dios da fuerza a los trabajadores, los sustenta en vida, se refrena de enviar una tormenta catastrófica que podría destruir la estructura, innumerables sorpresas pueden ser evitadas (hormigón inseguro, problemas topográficos del suelo, “accidentes” que afectan a los trabajadores, y muchos más). El mismo principio es cierto en el funcionamiento básico de la defensa de vigilar una muralla de la ciudad, o la defensa de una nación con un sistema de radar. Si Dios te sustenta, su defensa será suficiente, y si no lo hace, entonces no importa lo profesional y caro que sea. Es decir, que no es suficiente. En el hogar, la procreación es una función “natural”, pero en un mundo ordenado milagrosamente, los niños son una herencia del Señor. La lección a ser aprendida no es pasividad, pero la confianza y el descanso, una piadosa reducción del trabajo frenético (127:2).

Tercero, el Salmo 127 se encuentra entre las canciones precisas de las peregrinaciones ascendiendo hacia Jerusalén observando las fiestas prescritas por pactos, ofreciendo una excelente ocasión para reflexionar sobre la provisión de la gracia de Dios en todos los ámbitos de la vida (compárese también el Salmo 128).

Por último, única entre las canciones de este ascenso se le atribuye a Salomón. Lamentablemente, Salomón es una figura cuya gran sabiduría era a veces no seguida en su propia vida: su programa de construcción propia, tanto física como metafórica, se convirtieron en tonterías (1 Reyes 9:10-19), su reino en ruinas (1 Reyes 11:11 -13; ver la meditación del 8 de octubre), y su hogar, no en lo más mínimo sus múltiples matrimonios paganos, una negación sistemática de las demandas del Dios viviente (1 Reyes 11:1-9). ¡Qué tan importante es pedir a Dios la gracia de vivir de acuerdo a lo que entendamos!


Vota esta traducción

Puntúa utilizando las estrellas