Por el amor de Dios, volumen 1/1ro de octubre
De Libros y Sermones BÃblicos
Por D.A. Carson
sobre Vida Devocional
Capítulo 276 del Libro Por el amor de Dios, volumen 1
Traducción por Arturo Valbuena M.
1ro DE OCTUBRE
1 Reyes 3; Efesios 1, Ezequiel 34, 83-84 Salmo
LOS CRISTIANOS A VECES PREGUNTAN POR QUÉ, si Salomón era tan sabio, se casó con muchas esposas, terminó su reinado bastante mal, y, finalmente, comprometió su lealtad a Dios.
La respuesta reside en parte en la diferencia entre lo que queremos decir con sabiduría y las diversas cosas con que la Biblia quiere significar por sabiduría. Por lo general significa algo bastante genérico, como “saber vivir bien y tomar buenas decisiones.” Pero, mientras que en la Biblia se refieren a algo amplio, como saber vivir en el temor de Dios, muy a menudo se refiere a una habilidad en particular. Esta puede ser la habilidad de saber cómo sobrevivir en un mundo peligroso (Prov. 30:24), o algún conocimiento técnico (Ex. 28:3). Pero una de las habilidades necesarias a que la sabiduría puede referirse es la habilidad de administrar, entre ellas la administración de justicia. Y obviamente, es lo que Salomón pide en 1 Reyes 3.
Cuando responde a la oferta de la gracia de Dios a que le diera todo lo que pide, Salomón reconoce que él es sólo un niño y no sabe cómo llevar a cabo sus funciones (3:7). Lo que él quiere es por lo tanto un corazón que discierne para gobernar a la gente bien, por lo menos distinguir entre el bien y el mal (3:9). Dios alaba a Salomón, porque él no ha pedido algo para sí mismo, ni siquiera algo vengativo como la muerte de sus enemigos, sino “el discernimiento en la administración de justicia” (3:11). Dios promete dar Salomón exactamente lo que pidió, además de las riquezas y el honor (3:12-13). El relato de las dos prostitutas cada uno reclamando el mismo bebé vivo y negando que el muerto es de una de ellas, y la resolución de Salomón de su caso (3:16-27), prueba que Dios respondió a la petición del rey. La nación entera se percibe que Salomón tiene “la sabiduría de Dios para administrar justicia” (3:28). Ciertamente, la mayoría de las naciones occidentales hoy en día podría aprovechar con un par de personas más similarmente dotados.
Por mucho que Dios le alaba por su elección, esto no quiere decir que esa sabiduría es todo lo que Salomón tiene para caminar con fidelidad a la alianza. En efecto, más allá de la sabiduría, la riqueza y el honor que le otorgará, Dios le dice que “si andas en mis caminos y obedeces mis leyes y mandamientos como hizo tu padre David, te daré una larga vida” (3:14). Pero ya las nubes amenazan. Para asegurar su frontera sur, Salomón se casa con una princesa egipcia (3:1). Debido a que son populares, no suprime los proscritos “lugares sagrados", pero participa en la adoración allí (3:2-4).
A veces Dios concede dones maravillosos de sabiduría, habilidades técnicas, sociales, administrativas y judiciales, pero a menos que también reciban de él un corazón conforme con amarlo de verdad y obedecerle totalmente, nuestros caminos se puede acabar desastrosamente.
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