Por el amor de Dios, volumen 1/20 de noviembre

De Libros y Sermones Bíblicos

20 DE NOVIEMBRE

1 Crónicas 15; James 2; Amos 9; Lucas 4

EN 1 CRÓNICAS 15 ENCONTRAMOS ELEMENTOS del razonamiento de David no hallado en el pasaje paralelo en 2 Samuel 6.

Después de la captura de Jerusalén, David finalmente decidió a traer el arca de la alianza hasta la nueva ciudad capital. En el camino, Uza extendió su mano para sostener el arca cuando el carro en el que iba montado se sacudió a lo largo de los caminos llenos de baches y lo mataron instantáneamente. David estaba a la vez enojado con Dios y con miedo de él (1 Crónicas 13:11-12), y abandonó su misión. El arca se encontraba en la casa de Obed Edom, oriundo de Gat . Durante los tres meses de residencia temporal del arca allí, la casa de Obed- Edom fue muy abundantemente bendecida que todo el mundo se dio cuenta. Así que en su momento David hizo otro intento de transportar el arca a Jerusalén.

Tanto podría haber sido obtenida en cualquiera de 2 Samuel o 1 Crónicas. Lo que 1 Crónicas 15:1-24 añade algo de razonamiento y arreglos de David. Me concentraré en un punto.

Al parecer, el enfriamiento después de la sorprendente derrota de Uza, David regresa a las Escrituras. Es cierto, Uza no debería haber tocado el arca. Pero ¿estaban David y su gente transgrediendo otras prescripciones legales en la forma en que estaban manejándolo? La lectura bíblica de David le recuerda que a sólo los levitas se les permite transportarla, y cómo han de hacerlo. Así que le dice a los levitas como prepararse para la tarea, y explica su razonamiento: “Fue por ustedes, los levitas, no tocaron el tema la primera vez que el SEÑOR nuestro Dios estalló en ira contra nosotros. Nosotros no le preguntamos acerca de cómo hacerlo de la forma prescrita” (15:13). En otras palabras, David llega a la conclusión de que la ira de Dios en el asunto de la inconciencia de Uza fue el comienzo de un disgusto más profundo de Dios. El transporte del arca no iba a ser un asunto sin importancia. Dios esperaba ser obedecido, y el símbolo de su presencia debía ser manejado de acuerdo con las estipulaciones de la alianza.

Así que eso es lo que los levitas hicieron: “Los levitas trajeron el arca de Dios con las varas en sus hombros, como lo había mandado Moisés, conforme a la palabra del SEÑOR” (15:15).

Aquí hay una lección profunda. En un nivel, sin duda, Dios aprueba alabanza simple y celo entusiasta. Pero él espera que los que tienen autoridad entre su gente sepan lo que dice su Palabra y obedecerla. Ninguna cantidad de entusiasmo y celo nunca puede aspirar a compensar por lo que falta. El celo que se dirige en la dirección equivocada nunca llega a la meta. Éste deberá ser redirigido en la dirección replanteada en la Palabra de Dios, o sea entusiasta o no, todavía es mal encaminado y mal dirigido. No hay sustituto para la fe que actúa por sí solo en la obediencia informada.