Por el amor de Dios, volumen 1/21 de octubre

De Libros y Sermones Bíblicos

21 DE OCTUBRE

2 Reyes 2, 2 Tesalonicenses 2, Daniel 6; Salmos 112-113

SIEMPRE HA SIDO FÁCIL de tener las cosas equivocadas sobre el regreso de Jesús. Algunas veces esto nace de la ignorancia, a veces de un énfasis distorsionado. A juzgar por 2 Tesalonicenses 2:1-12, estos peligros han estado presentes desde la iglesia primitiva.

Mantenemos un montón de nuestras propias interpretaciones sesgadas acerca de estas cuestiones en la actualidad. Por ejemplo, debido a que en 1 Tesalonicenses 4:17 Pablo escribe: “Después de eso, nosotros, los que todavía estemos vivos y quedamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire”, muchos eruditos contemporáneos sostienen que Pablo pensó el regreso del Señor se llevaría a cabo durante su propia vida, y por supuesto él estaba equivocado. En realidad, 1 Tesalonicenses 4:17 no prueba que Pablo creía que Cristo volvería durante el su curso de la vida que 1 Corintios 6:14 demuestra que pensaba que Cristo no regresaría durante su vida. Allí Pablo escribe, “Con su poder Dios resucitó al Señor de entre los muertos, y a nosotros también nos resucitará”. A pesar de que utiliza la primera persona en ambos lugares, Pablo simplemente se identifica con los cristianos que disfrutarán de estas experiencias, ya sea con reuniones con el Señor y así escapar la muerte, o morir y finalmente resucitar de entre los muertos. Sin embargo, la idea contemporánea falsa en este punto es muy extendida.

El error tras 2 Tesalonicenses 2:1-12 no es del todo claro, pero parece que los tesalonicenses habían recibido una carta falsa que pretende ser de Pablo, pero carece de su conocida firma al final, que es por eso que Pablo llama la atención de sus lectores a estas características en 3:17. Esa carta engañosa de alguna manera convenció a algunos tesalonicenses que “el día del Señor” ya había llegado (2:1-2), ya sea que de alguna manera habían sido abandonados, o de lo contrario se les enseñaba una especie de “sobre-realizada” que trató de reservar todas las bendiciones de la salvación para el presente. Tal vez hay inmortalidad más allá de la muerte, pero en esta visión no hay necesidad de un regreso personal de Jesucristo, o una crisis de juicio y reinado triunfante.

Así que Pablo da algunas razones para decir que el día del Señor no ha venido. En esto está siguiendo el ejemplo del Señor Jesús, quien también dio algunas instrucciones acerca de aquellos que falsamente identifican a alguien como el Cristo (Mateo 24:23 - 27). Hay ciertas cosas que deben tener lugar antes de la venida del Señor Jesús, y entonces él con decisión y sin ambigüedades destruir a la oposición “con el aliento de su boca” y “con el resplandor de su venida” (2:8). Las mentiras incluso pueden estar rodeados y apoyados por los “milagros falsos, señales y prodigios” (2:9); en el fondo, sin embargo, las personas perecen porque se niegan a amar la verdad (2:10). Tarde o temprano Dios pronuncia el juicio mediante el envío de la ilusión que prefieren mucho más.