Por el amor de Dios, volumen 1/3 de julio
De Libros y Sermones BÃblicos
Por D.A. Carson
sobre Vida Devocional
Capítulo 186 del Libro Por el amor de Dios, volumen 1
Traducción por Arturo Valbuena M.
3 DE JULIO
Josué 5, Salmos 132-134, Isaías 65, Mateo 13
TRES ELEMENTOS son notables en Josué 5.
(1) La circuncisión se realiza en todos los varones que nacieron durante los años vagando por el desierto. Por un lado, es bastante sorprendente. ¿Cómo es que no se realizaron cuando los niños nacieron? En muchos casos la muchedumbre permanecía en un lugar durante largos períodos de tiempo, sin duda, desarrollado la vida comunitaria. ¿Qué les impidió obedecer esta estipulación no ambigua de la alianza?
Ha habido muchas conjeturas, pero la respuesta directa es que no sabemos. Más importante aún en este contexto, es el hecho de que el rito se lleva a cabo ahora universalmente. Por lo tanto, queda como un momento decisivo, una afirmación cargada de símbolos a nivel comunitario de la alianza al pueblo estar al borde de entrar en la Tierra Prometida. Egipto ha quedado atrás, y lo prometido espera. “Hoy he quitado la afrenta de Egipto de vosotros” (5:9).
(2) El maná para (5:10-12). A partir de ahora el pueblo va a sacar su alimento de “los productos de la tierra de Canaán”. Esto, también, era una dramática señal de que los días de vagar habían terminado, y el cumplimiento de la promesa de una nueva tierra comenzaba a desplegarse ante sus ojos. El cambio debe haber sido a la vez aterrador y emocionante, en especial a toda una generación que nunca había conocido la vida sin la seguridad de maná.
(3) En los primeros capítulos de este libro, Josué experimenta una serie de cosas que lo marcan, tanto en su propia mente como en la mente del pueblo, como el legítimo sucesor de Moisés. Este capítulo termina con un indicador como tal. Sin duda el más espectacular antes de éste capítulo ha sido el cruce del río Jordán, una especie de recreación milagrosa de la travesía del Mar Rojo (Josué 3-4). Aparte de proporcionar una forma eficiente para que las multitudes cruzaran el río, la dimensión personal se hace explícita: “Ese día el SEÑOR engrandeció a Josué en los ojos de todo Israel, y lo reverenciaron todos los días de su vida, al igual que había reverenciado a Moisés” (4:14, aunque la última cláusula debe ser juzgada con un poco ironía).
Pero ahora, hay otro paso: Joshua se encuentra con un “hombre” que parece ser algún tipo de aparición angelical. Él es un guerrero, un “comandante del ejército de SEÑOR” (5:14). Por un lado, esto sirve para fortalecer la fe de Josué que el Señor mismo va delante de él en los concursos de militares que se avecinan. Más aún: la escena es, en algunos aspectos, recuerda a Moisés en la zarza ardiente (Ex 3:5): “El lugar donde estás es tierra santa.” No obstante la singularidad de las circunstancias, también nosotros debemos tener líderes acostumbrados a estar en la presencia de la santidad.
Vota esta traducción
Puntúa utilizando las estrellas