Por el amor de Dios, volumen 1/5 de mayo

De Libros y Sermones Bíblicos

5 DE MAYO

Números 12 – 13; Salmo 49; Isaías 2; Hebreos 10

LA REBELIÓN TIENE muchas caras.

Números 12 – 13 reporta dos formas muy diferentes y complejas de rebelión. La primera" encuentra a Aarón y a Myriam hablando mal de su hermano Moisés. El problema que se presenta es porque el Señor ha hablado a través de ellos así cómo lo ha hecho a través de Moisés; ellos sienten que tienen el derecho de compartir cualquier autoridad de la que él disfruta. Pero otras intenciones yacen ocultas: ellos están enojados con Moisés por su matrimonio con una Cusita. Las motivaciones humanas a veces son complejas.

Inevitablemente, la protesta suena razonable y sensible, aún (para nuestros oídos) democrática. Aún más, calcula que coloca a Moisés en una posición horrible. Si él insiste que él sólo es el líder a quién Dios peculiarmente ha llamado para ésta tarea, podría ser acusado de envidioso y por los escépticos cómo culpable de auto promocionarse para protejerse de una turba. Lo que lo salva en parte es cómo el Salvador lo apoyó, ademas que él es un hombre extraordinariamente humilde. (12:3; cf. Mat. 11:29).

Dios mismo interviene y designa quién es el líder. Moisés es único, por la inmediatez de la revelación que recibe y transmite al estar más allá de los mismos profetas; aún más, Moisés ha probado ser fiel en toda la casa de Dios. (12:6 – 8). Myriam enfrenta un juicio terrible. Por qué Myriam está tan afligida y Aarón no es tan claro? De pronto en ésta rebelión ella era la líder, o de pronto Dios no quería socavar la legítima autoridad que Aarón poseía cómo sumo sacerdote. Lo que sí es claro es que aun cuando Myriam, debido a la intervención intercesora de Moisés, es perdonada, ella enfrenta una semana de desgracia y enfermedad fuera del campo, para enseñarles tanto a ella y a la nación que la rebelión que se manifiesta por sí misma en el deseo de poder, merece el juicio del Dios viviente.

La segunda rebelión, reportada en Números 13, comienza con los temores de diez de los doce espías comisionados para reconocer la Tierra Prometida, Ellos no podían fallar en reportar su fertilidad exuberante, pero se enfocaron en los obstáculos. En esto, ellos habían olvidado, o deliberadamente ignorado, todo lo que Dios milagrosamente había desempeñado para traerlos hasta aquí. Pero su rebelión es aún peor. Cómo líderes ellos fueron condenados no solamente por un informe preciso, pero también por formar la opinión de las personas. Como líderes de la gente de Dios, ellos debieron haber presentado las características de la tierra tal como la encontraron, y luego enfocar su atención en el Dios fiel y de pactos, recordándoles a las personas las plagas, la Pascua, el Éxodo, la provisión de comida y seguridad en el desierto, así como la auto-revelación de Dios en Sinaí. Pero, en realidad, tuvieron éxito solamente fomentando un motín muy grande (ver el Cap. 14), principalmente al incrementar el temor y la incredulidad.

¿De qué maneras se manifiesta la misma rebelión entre la gente de Dios hoy en día?