Por el amor de Dios, volumen 1/9 de junio

De Libros y Sermones Bíblicos

9 DE JUNIO

Deuteronomio 13-14; Salmos 99-101; Isaías 41; Apocalipsis 11

TRES PREGUNTAS:

(1) ¿Cómo puede usted reconocer un falso profeta? La Biblia ofrece varios criterios complementarios. Por ejemplo, en Deuteronomio 18:22 se nos dice que si un supuesto profeta pronostica algo y eso no sucede, el profeta es falso. Por supuesto, ese criterio no ayuda mucho si lo que el profeta ha pronosticado está lejos en el futuro. Además, aquí en Deuteronomio 13 se nos advierte que lo opuesto no prueba que el profeta es confiable. Si lo que el supuesto profeta pronostica sucede, o si el realiza algún tipo de señal milagrosa o milagro, debe usarse otro criterio. ¿Está el mensaje de este profeta tentando al pueblo a adorar algún otro dios que no sea el Señor quien sacó al pueblo de Egipto?

¿Cuál es este criterio que presupone un absoluto conocimiento de los antecedentes de la revelación? Usted tiene que conocer lo que Dios ha revelado acerca del mismo antes de que usted pueda determinar si el profeta lo está guiando hacia un dios falso. Porque el dios falso puede aún dar los nombres bíblicos de Dios (como por ejemplo, el mormonismo, o la cristología del los Testigos de Jehová). La Primera Epístola de Juan ofrece el mismo criterio: si lo que el supuesto profeta (1 Juan 4:1-6) enseña no puede ser comprobado con lo que los creyentes han escuchado “desde el principio” (1 Juan 2:7; 2 Juan 1:9), no es de Dios (así también Pablo en Gálatas 1:8-9).

(2) ¿Por qué son peligrosos los falsos profetas? Además de la razón obvia, a saber que enseña falsa doctrina que guía al pueblo a alejarse del Dios vivo y por consiguiente atrae su juicio al final, hay dos razones. Primero, su sola descripción, “falso profeta”, revela el problema central. Pretenden hablar la palabra de Dios, y esto puede ser seductor. Si ellos se acercan y dicen, “Hagamos al pecado repugnante”, la mayoría no serían atraídos. La seducción de la profecía falsa es su aparente espiritualidad y veracidad. Segundo, aunque los falsos profetas pueden ingresar a una comunidad desde el exterior (por ejemplo, Hechos 20:29, si ese exterior es “apropiado”, esto los hace muy atractivos), ellos pueden levantarse desde dentro de la comunidad (por ejemplo, Hechos 20:30), como en este caso, por ejemplo, un miembro de una familia (13:6). Yo sé de más de una institución cristiana que estaban mal doctrinalmente debido al nepotismo.

(3) ¿Qué debe hacerse al respecto? Tres cosas. Primero, reconocer que estos eventos de prueba no se escapan de los límites la soberanía de Dios. La fidelidad es más que un llamado (13:3-4). Segundo, aprender la verdad, aprenderla bien, o siempre tendrá falta de discernimiento. Tercero, limpie la comunidad de los falsos profetas (un proceso que toma una forma diferente bajo el nuevo pacto: por ejemplo, 2 Corintios 10-13; 1 Juan 4:1-6), o ellos gradualmente ganarán crédito y causarán un gran daño.