Sara Concibió
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Fe
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Javier Matus
“Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido” (Heb. 11:11).
- Hebreos 11:11-12
Dios nos ha prometido que todos Sus elegidos serán glorificados (Rom. 8:29-30). No hay nada que pueda frustrar esta promesa. Todos aquellos que tienen verdadera fe en Jesucristo nunca caerán definitivamente. Ellos serán preservados y heredarán todas las promesas de Dios.
El autor de Hebreos nos dice que es por la fe que nuestras almas son preservadas (Heb. 10:39). Pero, ¿qué clase de fe preserva nuestras almas? ¿Es la fe que sólo se profesa y luego se descarta más adelante? ¿O es la fe que es ambas profesada y poseída y así persevera hasta el final de la vida? La respuesta a estas preguntas es obvia. Es la fe perseverante la que nos hace heredar las promesas de Dios.
Hebreos 11 nos dice que tal fe fue característica de los santos del antiguo pacto. Fue característica de Abel quien trajo las primicias de su trabajo a Dios (v. 4). Fue característica de Noé quien construyó un arca antes de que llegara el diluvio (v. 7). Fue característica de Abraham quien vivió como extranjero en la tierra prometida (vv. 8-10).
El pasaje de hoy nos dice también que tal fe también fue exhibida en la vida de Sara. Porque por la fe, Sarah “recibió fuerza para concebir, aún fuera del tiempo de la edad” (v. 11).
Al principio, parece increíble que Sarah sea un modelo de fe para nosotros. Porque ella, y también Abraham, apenas y son ejemplos perfectos de la fe. Al principio dudaron de la promesa de Dios para darles un hijo. Sara se rió cuando Dios prometió hacerla concebir (Gén. 18:12) debido a su edad. Además, incluso antes de que Sarah se riera, ella y Abraham conspiraron para producir un heredero sin la ayuda de Dios (cap. 16). Tales acciones no muestran exactamente una perfecta fe en Dios.
Lo que Abraham y Sara nos muestran es que la fe perseverante no es necesariamente una fe que siempre se expresa perfectamente. De hecho, no puede serlo, porque la única persona que es perfectamente fiel al Padre en todo momento y en todo lugar es el Señor Jesucristo.
A veces, la presencia del pecado nos lleva a dudar de Dios. Pero como Sarah nos muestra, la presencia de la duda no necesariamente significa que la fe perseverante esté ausente. Aunque nuestra fe a veces puede parecer débil, la fe perseverante perdurará a través de esas dudas. Se hará más fuerte a lo largo de nuestro camino cristiano, al igual que con Abraham y Sara, y producirá una cosecha en el reino.
Coram Deo
Las realidades de la vida hacen que sea inevitable que surjan dudas respecto a las promesas de Dios. Pase tiempo en oración y estudie ahora para que usted sea capaz de mantenerse firme cuando vengan estas dudas. Si actualmente está pasando por un momento de duda, recuerde que Cristo fortalecerá su confianza en Él si simplemente se lo pide.
Pasajes para Estudio Adicional
Isa. 26:3-4
Marcos 11:24
Juan 20:24-29
Judas 22-23
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