Tomás de Aquino
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Ligonier Ministries Staff
sobre Biografía Cristiana
Una parte de la serie Tabletalk
Traducción por Alexandra Tapia
SALMO 19
“Los cielos proclaman la gloria de Dios, y la expansión anuncia la obra de sus manos”. (Sal. 19:1).
El destacado teólogo Tomás de Aquino (1225–1274) es nuestro cuarto ejemplo de fe de la historia de la iglesia. Incluso de niño demostró un enorme talento intelectual que más tarde se aplicaría a las cuestiones de teología. A la edad de diecinueve años se unió a los dominicanos, muy a su pesar de sus padres. Ellos secuestraron a Tomás de Aquino y le obligaron a quedarse en casa, pero cuando su madre vio que él seguía observando la orden monástica incluso en su propia casa, ella le ayudó a escapar.
Los compañeros de Tomás de Aquino lo llamaban un "buey mudo" por su apariencia física y la forma de hablar suave. Con el tiempo, sin embargo, empezaron a reconocer su inteligencia y sus dones de predicación. Llegaron a considerar las palabras del profesor de Tomás de Aquino, que dijo: "este buey mudo va a cambiar el mundo".
Una de las más importantes contribuciones a la iglesia que Tomás de Aquino realizó, fue su enseñanza sobre la revelación de Dios. Durante el siglo XIII, el Islam se extendía rápidamente y filósofos islámicos se hicieron famosos tanto dentro como fuera del mundo islámico. Estos filósofos eran conocidos sobre todo para la enseñanza de lo que se llamó la "teoría de doble verdad del conocimiento." Esta teoría afirma que algo puede ser verdad de acuerdo a la revelación especial, pero falsa de acuerdo al conocimiento natural (y viceversa).
El problema evidente con esta teoría es que relativiza la verdad, considerándola ni universal ni permanente. Tomás de Aquino, sin embargo, negó rotundamente esta teoría del conocimiento y se levantó para dar una respuesta.
Tomás de Aquino enseña que aunque sabemos algunas cosas de la Biblia, tales como la Trinidad, conocemos otras cosas mediante el estudio de la revelación de Dios en la naturaleza. Un ejemplo de esto último sería nuestra comprensión de la complejidad del cuerpo humano. Por último, dijo que hay algunas cosas que podemos conocer, tanto de la revelación especial como de la revelación natural. Un ejemplo de esto es nuestro conocimiento de que Dios existe.
Tomás de Aquino hizo hincapié en que cuando la revelación natural y la revelación especial son entendidas correctamente, la verdad aprendida de una de estas áreas no estará en contradicción con la verdad aprendida de la otra. Se ha dicho con razón que todos los aspectos de la revelación de Dios son complementarios. Tenemos que dar las gracias a Tomás de Aquino por recordarnos que toda verdad es la verdad de Dios y es por tanto universal y permanente.
Coram Deo
Dios se ha revelado a sí mismo en las escrituras y en el mundo físico. Por lo tanto, si nos encontramos con una aparente contradicción entre los dos, no hemos entendido correctamente ni las Escrituras, el mundo físico, o ambos. Es propósito el estudiar la revelación especial, la Palabra de Dios, y no descuidar el estudio de la revelación general de Dios.
Pasajes para un estudio a profundidad
Sal.. 25:5; 46; 50:6; 51:6
Hch. 17:22–34
Ro. 1:18–20
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