Tu Testimonio No Es Sobre Ti
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Jordan Monson sobre Santificación y Crecimiento
Traducción por Natalia Micaela Moreno
Vivimos en una era de narcisismo. Es la era de la autorrealización, la carrera implacable para perfeccionar el yo.
La revista Time informó en 2013 que “El trastorno narcisista de la personalidad es casi tres veces más alto para las personas de veinte años que para la generación que ahora tiene 65 años o más. . . . 58% más estudiantes universitarios obtuvieron una puntuación más alta en una escala de narcisismo en 2009 que en 1982.”
A medida que Occidente se ha vuelto más narcisista, también lo han hecho las personas en nuestras iglesias. Lo vemos en las redes sociales. Lo escuchamos mientras tomamos el café. Lo vemos cuando los jóvenes se alejan de vivir y respirar grupos sociales para tomarse una selfie.
También lo vemos en nuestro evangelismo. Hace una o dos décadas nuestro evangelismo todavía apuntaba hacia afuera. Hablábamos de la existencia de Dios, de la verdad objetiva y de la fiabilidad histórica de la resurrección. Ahora, franjas de iglesias han pasado a liderar con testimonios personales.
Esta contextualización no es necesariamente incorrecta. En una era posmoderna, las historias son a menudo más poderosas que las afirmaciones objetivas de la verdad. Los testimonios pueden ser una manera valiosa de compartir las buenas nuevas acerca de Jesús. Pero en una sociedad donde incluso los cristianos están inmersos en el individualismo rampante y la auto-idolatría, nuestros testimonios pueden sonar fácilmente como otra historia de autocomplacencia.
Aunque algunos testimonios personales cumplen su función, muchos se reducen a esto: “¡Mira! Dios es grande porque yo yo yo.” Estas no son historias del camino a Damasco, sino selfies teñidas espiritualmente.
Testimonios Selfie
Una caricatura podría ser útil aquí. Este ejemplo a continuación es, lamentablemente, solo un poco exagerado.
Mi vida solía estar en ruinas. Yo era un naufragio. Solía hacer X, Y y Z. No creerías algunas de las cosas que hice. Encontré mi significado en el sexo opuesto.
Pero Jesús murió en la cruz para cambiar mi vida. Ahora, doy gracias a Dios que no soy como esos viejos amigos. Vivo una buena vida. Me despierto con propósito todos los días. Soy voluntario. Yo patrocino a un niño en África.
Ah, y ¿les he mencionado? Tengo un muy atractivo esposo cristiano.
La buena noticia es que tú también puedes tener esta vida.
Esto no es el evangelio. Es el tipo de Narcisismo De Autoayuda Para Principiantes que encontrará en cualquier librería. Sólo tiene que añadir un toque de Dios.
Narcisismo, Conoce a Posmodernismo
Entonces, ¿cómo sucedió esto?
A medida que el Occidente comenzó a responder más a las historias que a la razón, la iglesia se adaptó, lo cual era bueno.
Pero las historias que contábamos comenzaron a centrarse cada vez menos en torno a Jesús. Para evitar el debate, nuestro testimonio se centró menos en la existencia y la gloria de Dios, con la que se puede discutir, y más en nuestras vidas cambiadas, que no se pueden. El problema es el cambio sistemático en el enfoque lejos de Dios y hacia nosotros mismos y nuestras “vidas cambiadas.”
Dios es grande porque . . . yo. Así van estas historias.
No. Dios es grande porque Dios.
Un Evangelio Por Favor, Descafeinado
Este nuevo evangelio de vidas cambiadas es un pequeño evangelio. Es descafeinado. Está centrado en el ser humano, como un planeta sin sol.
Escuchamos que lo alientan de esta forma: “¡Compartir tu fe es fácil! Solo cuenta tu historia. No necesitas saber mucho sobre la Biblia. Dios está en el negocio de cambiar vidas. Jesús vino a cambiar vidas.”
Esto es peligroso porque solo es parcialmente cierto, y nos convierte en el centro del Evangelio. Ninguna de las declaraciones anteriores es necesariamente errónea, pero repetida ad nauseam, separada de la gloria de Dios y del evangelio más completo, reemplaza el evangelio de Dios con una clase de noticias "llegué para cambiar vidas", centrada en el hombre.
La triste realidad es que no somos los únicos evangelizadores basados en nuestras vidas cambiadas.
Testimonios Verdaderos a Dioses Falsos
Nacimos para adorar. Si no es Dios, entonces adoramos a otra persona o cosa, como a una causa. O en muchos casos, nos adoramos a nosotros mismos persiguiendo una causa. Nos da un sentido de propósito hasta que nos cansamos y pasamos a la siguiente cosa. Testificamos al mundo acerca de cómo este o aquel estilo de vida nos ha cambiado y nos ha engullido a nosotros mismos. Esto está en todas partes hoy.
Parece que muchas personas tienen una historia que contar sobre sus vidas cambiadas, incluso los no cristianos. Seleccionan y editan los detalles que desean, cortan el resto y pintan la narrativa que quieren que escuches: la versión de muro de Facebook.
¿Queremos que nuestro testimonio imite el mundo o llegue al mundo? Entonces, ¿por qué jugamos su juego? ¿Por qué disminuimos el verdadero evangelio al evangelio de una vida cambiada, y luego tratamos de venderlo en el mercado mundial?
Vidas Cambiadas Hay Por Montones
Muchas religiones, filosofías e incluso manías de salud te cambiarán. Si deseas evidencia de esto, simplemente dirígete a tu gimnasio de CrossFit más cercano, estudio de yoga o tienda de alimentos saludables. Esas vidas han sido transformadas por cualquier sea el sabor de autorrealización que más idolatran.
Si cambiar vidas es todo lo que tenemos, no es mucho.
Pero eso no es todo lo que tenemos. Tenemos la gloria del Dios vivo. Y esa gloria debe crear un gran abismo entre un testimonio secular de una vida cambiada y un cristiano testificando acerca de Jesucristo.
El testimonio secular se centra en el yo, cómo llegó a pesar de los obstáculos en el camino. El testimonio cristiano se centra en la Persona, ese Gran Obstáculo en nuestro camino errante, esa Luz Brillante que nos echa de nuestro caballo y nos ciega, y nos llama a arrepentirnos y ser bautizados, y nos encarga su gran obra, e incluso nos dice que sufriremos por su causa.
Este es un testimonio cristiano.
Vota esta traducción
Puntúa utilizando las estrellas