Una Oración de Perfecta Paz en un Mundo no tan Perfecto
De Libros y Sermones BÃblicos
Por Scotty Smith sobre Oración
Traducción por Laura Coloma
Al de firme propósito guardarás en perfecta paz, porque en ti confía. Confiad en el SEÑOR para siempre, porque en DIOS el SEÑOR, tenemos una Roca eterna. Isa. 26:3-4
Muy bondadoso y confiable Padre, no me prometiste una vida sin tormentas, sin problemas, libre de desilusiones, aunque es lo que quiero. No me ofreciste fórmulas para disminuir las probabilidades de que pasen cosas tristes a mí alrededor o de que me desilusione. Pero prometiste algo que trasciende el caos y el miedo a la incertidumbre.
Prometiste darnos paz en medio de cualquier situación. Tomando en cuenta los argumentos locos y las circunstancias de la vida en este mundo roto, valoro la promesa de ser guardado por ti y para ti. Me he convencido nuevamente de que no puedo guardarme a mí mismo.
No tengo tirantes para levantarme; no hay una píldora mágica que tomar, ni un botón arréglalo-todo que presionar – ¡Aleluya! Es bueno experimentar, una vez más, mi insuficiencia para poder disfrutar la suficiencia de tu gracia. Gracias por ser un Padre que no olvida o abandona a sus hijos – quien nunca me olvidará o abandonará.
Eres el único Cumplidor de la Promesa, Padre, y tu promesa es más que gloriosa. Prometiste mantenernos, no solamente en un modo de paz, sino en perfecta paz. Todo lo que debemos hacer es buscar las riquezas del evangelio, y tener en cuenta las maravillas de tu amor. Porque tú eres el Señor – la eterna Roca que es más alta que yo, la Roca de refugio, la Roca de la eternidad.
Ya que el evangelio es real – porque Jesús es la “Piedra viva” (1 Pedro 2:4-8), no desesperaré cuando me cueste concentrarme y enfocarme. De hecho, Padre, no me llamas para confiar en mi habilidad para confiar, sino para confiar en ti – en tu integridad, no en la mía. Porque prometiste a tus hijos la paz que pasa, sobrepasa, y en ocasiones hasta traspasa todo entendimiento. ¡Aleluya!
¡Qué gran Dios eres! ¡No hay nadie como tú, Padre, nadie! ¡Qué grande tu misericordia, qué profunda tu bondad, tu gracia es más que suficiente! Así que rezo Amen, en el nombre de Jesús – el Príncipe de Paz, la base y regalo de toda nuestra paz.
Vota esta traducción
Puntúa utilizando las estrellas