Vivo Para La Religión, Muerto Para Dios
De Libros y Sermones BÃblicos
Por John Piper
sobre Regeneration (New Birth)
Una parte de la serie Message Excerpt
Traducción por Javier Matus
Transcripción de audio
Lo que sucede en el nuevo nacimiento no es que obtienes una nueva religión, sino que obtienes una nueva vida.
- Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que Tú haces, si no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:1-3).
¿No te gustaría ser como Jesús? Este hombre hace una buena declaración sobre Jesús, y Jesús solo lo mira y dice: “Tienes que nacer de nuevo”.
Ahora, Juan se asegura de que sepamos que Nicodemo es un fariseo. Él no necesitaba decirnos eso. Este texto tendría perfecto sentido si dijera: “Un hombre vino a Jesús de noche y dijo: ‘Sé que has estado haciendo grandes cosas de Dios’,” y Jesús dijo: “Necesitas nacer de nuevo”. Perfecto. No hay problema. ¿Por qué Juan nos dice que Nicodemo es un fariseo y un principal entre los judíos?
Respuesta: una nueva religión no te hará ningún bien. Estas son las personas más religiosas del planeta. Son los judíos más religiosos. Así que puedes ser un perfectamente buen bautista, luterano, metodista, episcopal, católico —religioso hasta la médula— y estar perdido. Juan quería que entendiéramos esto. Aquí están los fariseos, el parangón de las disciplinas, el parangón de la oración, el parangón de la rectitud moral y mantener la nariz limpia y estar en todas las reuniones, y él está perdido —está muerto.
Entonces, la razón por la que creo que Juan señala que era un fariseo, que era un principal entre los judíos, es para dejar bien en claro que, a pesar de toda esa religiosidad, Nicodemo necesita nacer de nuevo. Él no necesita la religión; él necesita la vida. Él necesita una nueva vida.
Ahora, por supuesto, en cierto sentido está bastante vivo, ¿verdad? Si Nicodemo estuviera aquí y me escuchara decir lo que acabo de decir, me diría: “Disculpe, estoy vivo”. Así es como está aquí en el texto. Él está ciego. Él no lo entiende en absoluto. Le está diciendo a Jesús: “¿Puedo entrar al vientre de mi madre y nacer de nuevo?”. Y él me diría: “Usted dice que estoy muerto. Pero estoy vivo. Disculpe, estoy vivo. Estoy vivo”.
Jesús aparentemente tenía una categoría para los muertos vivientes. ¿Se te ocurren algunos textos? Recuerda al hombre en Lucas 9:59-60 que vino a Jesús y Él dijo: “Sígueme”. Pero el hombre dijo: “Señor, primero déjame ir y entierre a mi padre”. Y Jesús dijo: “Deja que los muertos entierren a sus muertos”.
Así que hay muertos que necesitan ser enterrados, y hay muertos que los entierran. Jesús tiene esa categoría. Él sabe de lo que está hablando. Cuando dice: “Necesitas nacer de nuevo —necesitas vida”, sabe que está hablando con un hombre muerto que está vivo.
En la parábola del hijo pródigo, el padre tuvo de vuelta a su hijo en casa y ¿qué le dijo al hermano mayor que estaba tan molesto por esta fiesta? Él dijo: “Mi hijo muerto era, y ha revivido” (Lucas 15:24). No es sorprendente que Jesús hablara así, diciéndole a un hombre vivo frente a Él —cuya sangre corre por sus venas, cuyos pensamientos salen de su cabeza, cuya boca está funcionando, cuyos ojos están funcionando, sus oídos están funcionando, todo está funcionando— que él está muerto. El necesita vivir. El necesita la vida. Él necesita un nacimiento.
Así que el primer significado de lo que sucede en el nuevo nacimiento no es que obtienes una nueva religión —como si te convirtieras en un bautista. Eso no salva a nadie —luterano o católico. El nuevo nacimiento es sobre la nueva vida.
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